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Gran rival, gran triunfo

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Nuestro joven equipo avanzó en el Mundial sub 20: ¡arriba cameruneses!

Camerún alcanzó el segundo puesto en el grupo B del Mundial sub 20 y, relegando a los uruguayos al último lugar con un 1-0 valeroso y emotivo, llegó a octavos de final y se las verá con México mañana, en Pereira.

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No por nada a nuestro entrenador, Martin Mpile Ndtoungou, le decimos el ‘Mourinho de Camerún’. Nuestros veinteañeros valores fueron con su conducción, más que nunca, esos Leones Indomables, denominación con que nos hemos dado a conocer futbolísticamente en todo el mundo.

Un excelente punto de partida para esta selección sub 20 ha sido tener un experimentado adiestrador que terminó de forjarse como DT en la exigente y prestigiosa academia alemana, que luego fue escudero de varios cuerpos técnicos en la selección mayor y comenzó a hacer nombre en los Juegos de África, en Argelia 2007, consiguiendo el oro para Camerún, además de ser el artífice de la clasificación para los Juegos Olímpicos de Beijing. Mpile, que asumió en 2010 las riendas de la selección juvenil, está haciendo carrera para convertirse en el próximo seleccionador de la selección absoluta.

Mpile Ndtoungou dijo al final del partido a fifa.com que festejaron la clasificación con mucho entusiasmo porque estuvieron “en un grupo muy difícil y equilibrado; los muchachos han dejado todo contra Uruguay, esa es la clave de la victoria”.

Preguntado por los cambios realizados con respecto a los anteriores partidos afirmó que los había “revitalizado, en tanto usé jugadores más ofensivos y organizados, con mayor determinación: eso nos ayudó para ganar; los jugadores dejaron todo en el campo, justamente la cualidad que se elogia mucho en nuestros vencidos”. Añadió que el equipo está en condiciones de seguir avanzando y hasta de ser finalista.

El equipo y sus puntales

Camerún tuvo una actuación muy sólida como colectivo. Cuidó posiciones y contragolpeó con fuerza y habilidad. Una vez obtenida la ventaja, en una jugada de triangulación ofensiva, que debería estar en todos los manuales en las escuelas de fútbol de Yaoundé, el gran puerto de Duala y el resto del interior hasta el Lago Chad, el bloque defensivo fue sereno y decidido ante los ataques desordenados pero continuos y empeñosos del equipo blanco. Y a puro corazón se ganó los tres puntos y la clasificación por ese espíritu de equipo demostrado en la desgastante Bogotá.

Pero el seleccionado tuvo puntales increíbles. Camerún siempre se caracterizó por mostrar a sus principales referentes en zona de creación y de ofensiva. Sin embargo, en el Mundial sub 20 de Colombia, el líder nato de los africanos es el golero y capitán Jean Efala, quien cumplirá el jueves 11 sus 19 años de edad y quien fuera la gran figura durante el Campeonato Africano Juvenil, disputado en Sudáfrica. De hecho, su gran actuación en el citado certamen lo tuvo a las puertas de recibir el premio al mejor jugador. Los Jóvenes Leones tienen cerrojo en el arco. Ante Uruguay fue monumental.

La actuación de Franck Kom, uno de los seis valores del plantel que han cumplido o cumplirán 20 años en este 2011 -contra 14 uruguayos en esa situación-, fue digna del fútbol líder de África. El volante central de las Panteras de Bangangté, que todavía no dio el salto al exterior, como sí lo han hecho nueve de sus compañeros -la mitad de los jugadores de cancha-, rindió de principio a fin. Se hizo ver y se destacó a pleno, no solamente por jugar buena parte del partido con la cabeza vendada, a causa de uno de los tantos encontronazos violentos del partido, sino por su incansable batallar, por quitar cien pelotas y encabezar cien ataques.

El 9, Franck Ohandza, ocupó la atención de tres uruguayos cada vez que entró en acción, y no fueron ocasiones aisladas. Obligó a esfuerzos reiterados para intentar detenerlo. Y muchas veces, escapó, participando, además, en la gran triangulación que definió el partido en los 27 minutos iniciales, junto a Emmanuel Mbongo, quien comenzó y culminó la jugada, más el socio de ataque, Christ Mbondi, el 19.

Un duro golpe

Fue un duro golpe para los celestitos, que llegaron a Colombia con grandes expectativas. El equipo había conseguido en el Sudamericano el boleto al fútbol olímpico, torneo en el que no participa desde Ámsterdam 1928. Además, la selección mayor conquistó la Copa América el mes pasado y su equipo sub 17 quedó segundo en el Mundial de México.

“La eliminación nos llena de dolor”, dijo el técnico uruguayo Juan Verzeri quien cree, seguramente con mucha razón, que Uruguay perdió la clasificación en el anterior partido, con Nueva Zelanda en Cali, empatando 1 a 1 (cuando Luna convirtió el único gol logrado en el torneo): “El plan era llegar a octavos de final, pero todo se destruyó en el duelo con Nueva Zelanda”, indicó. “La temprana anotación de Camerún nos afectó mucho y, luego, lamentablemente, no encontramos el camino del gol”, agregó.

Hasta el momento de la única anotación, el partido se caracterizó por mostrar intentos de Uruguay de salir con más posesión de pelota y más iniciativa, pero con muchas dificultades para progresar a un ataque efectivo, en tanto que los africanos sólo tuvieron llegadas inofensivas.

Después del gol, Uruguay se salvó de milagro cuando a los 34' Ohandza cuchareó una pelota entre Ichazo y Cabrera escapándose apenas afuera. Uruguay reaccionó en los últimos cuatro minutos de la etapa inicial y creó tres situaciones de gol.

En un intento de romper el cerrojo camerunés, Verzeri efectuó un par de cambios al comienzo de la segunda parte: Texeira entró por Federico Rodríguez y Matías Vecino por Camilo Mayada.

Camerún aprovechó que Uruguay adelantó las líneas, apeló al contragolpe y tuvo oportunidades para aumentar.

Uruguay no desmayó; peleó hasta el último aliento. Las jugadas de ataque se fueron intensificando, tan peligrosas como imprecisas, sobre todo de los 70’ hasta el final. Un ejemplo vale: a los 76’ un gran centro de zurda de Luna que Pablo Ceppelini cabeceó mal. Lo positivo y lo negativo para los intereses del fútbol celeste se unían en los diversos intentos.

El triunfo camerunés quedó consagrado luego de cinco minutos de tiempo adicional. Una victoria leona que fue festejada con símil de vuelta olímpica y todo. Nuestros muchachos fueron fuertes, vigorosos, veloces y nada ingenuos. Fue una gran victoria realzada por el valor del rival. Un enorme paso adelante.

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