En poco más de quince minutos se dio el gran giro del partido jugado ayer en La Blanqueada. Fue en el primer tercio del segundo tiempo, donde Nacional se colocó el disfraz de gato que le había sido asignado en la desigual lucha ante el esmirriado Racing, equipo que promedia hacia abajo dentro de la chatura general de este primer torneo de la temporada. Con Viudez enchufado, bien acompañado por Matías Cabrera y con el sensible aporte del Chino Recoba, que entrando desde el banco otra vez volvió a convencer en base a su aporte de talento y pragmatismo, despejando una vez más los peores presagios que muchos hinchas tuvieron en el momento de su inesperado retorno al club, sumado al oportunismo de Boghossian, que empezó a pagar con goles la confianza que le tuvieron al repatriarlo desde Austria, los de Gallardo terminaron de desbordar a los sayaguenses.
El conjunto albiverde, que llegó y se fue del Parque sin haber sumado siquiera un triunfo en el campeonato, hizo bastante poco durante el encuentro, pero pese a ello fue ganando durante un rato. En el tramo final del primer tiempo los de Streccia se adelantaron en el marcador con un gol de penal de Crossa, consecuencia de una desafortunada acción defensiva de Jadson Viera, que para colmo en la incidencia -un agarrón dentro del área al delantero Alles- fue expulsado, además de haberse lesionado, lo que lo llevará a estar un tiempo fuera de las canchas (por lo que los tricolores pueden incorporar por estas horas a un zaguero, el ex danubiano Sergio Rodríguez, que está en condición de libre).
Claro está que a esa altura, 35' del primer tiempo, ni el más fanático parcial racinguista podía decir que su equipo estaba jugando mejor y era merecedor de la victoria: antes y después de la apertura Nacional había sido el gran protagonista del encuentro. Con la gravitante presencia de Viudez, motor futbolístico albo en este semestre, más algunos chispazos de Cabrera y algo del zurdo argentino Matías Sosa -jugador fino, de buen pie, aunque algo intermitente- los locales coquetearon con la puesta en ventaja, aunque en la primera parte a los albos les faltó pegada en el área ajena, además de que el veterano Contreras tuvo un par de buenas intervenciones. Ya en el segundo tiempo los goles de Boghossian encarrilaron una victoria clara, justificada, aunque excesivamente trabajosa para lo que ofreció el oponente.
De todos modos hay cosas para destacar en la escuadra del Muñeco Gallardo: tiene un libreto de ataque bastante claro, que ahora parece empezar a cuajar con la presencia de Boghossian, un delantero ideal para el sistema de juego que plantea el argentino con un solo delantero neto.
Otro dato no menor es que ayer Nacional ganó jugando más de una hora con un jugador de menos y además por tercera vez en el certamen empezó abajo en el marcador (ya le había sucedido ante River y Defensor) y no perdió. En el lado del debe está lo dicho acerca del rendimiento defensivo, donde la regularidad parece estar lejos de llegar, aunque la victoria dará tranquilidad para seguir afinando de cara a los dos próximos compromisos, ambos en condición de visitante y presumiblemente durísimos. Primero, el próximo sábado, los tricolores irán al siempre díficil reducto de Jardines del Hipódromo para enfrentar a Danubio, y luego, el martes 13, se estrenarán en la Copa Sudamericana jugando en el Estadio Nacional de Santiago ante la Universidad de Chile.