Racing fue la nueva víctima de la potencia ofensiva de Peñarol. Las variantes de un ataque que mete miedo marcaron una abultada diferencia en una tarde resuelta tan tempranamente, con dos goles cerveceros que apenas alcanzaron para maquillar el resultado. Terminó 5-2, con una incógnita despejada: Darío Rodríguez vio una amarilla que pareció buscar y se perderá el partido con Defensor Sporting de la próxima fecha, pero jugará el clásico de la siguiente.
La jugada pudo complicar las cosas más de la cuenta, porque Raguso dejó la cancha sentido. Sin embargo, tras el partido se supo que sufrió un golpe de poca entidad. Con la banda zurda cubierta, la ausencia de Darío parece no ser tan problemática, aunque seguramente empuje a Macaluso a la titularidad en la zaga central, tras varias fechas de freezer. El principal candidato a sustituir al suspendido tuvo algunos minutos, en un partido resuelto y ante un rival que tenía diez futbolistas desde la expulsión de Brasesco.
En ese contexto se dio la tibia reacción que transformó el parcial 4-0 en el 4-2 de los 74 minutos. Racing mejoró con tres cambios simultáneos. Antes apenas había pateado de distancia y con muy mala puntería. Quiñónez y Acosta intentaron repetidamente, pero los toques más acertados fueron del interesante Gorocito. Marcó el segundo descuento, en tiempos en los que pesaban los ingresados Tabo, Gamarra y Falucho Silva.
Antes Peñarol fue incontenible cada vez que apretó el acelerador. En buena parte del segundo tiempo pareció darse el lujo de jugar con el freno puesto. Con Raguso y Zambrana, la zurda le funcionó muy bien. Quizá por las características de Ale González, el Lolo no tuvo la misma compañía por la derecha, pero igual aportó el gol que abrió la cuenta a los 12. Zalayeta enseñó en cada toque, como cuando lanzó a Zambrana en la jugada que abrió la cuenta. Marcó el tercero y el quinto, que llegó en la hora tras un sombrero de sastrería fina. Olivera es goleador de goleadores: embocó dos penales y es el máximo artillero del torneo, con 11 conversiones de las 29 que hacen de Peñarol el equipo más anotador. El techo puede estar más arriba. Es que Grossmüller no anda mal, pero dista de ser el que puede. Cada tanto agranda el ataque y lo convierte en un quinteto, agregando una opción de pase al juego de toque corto. Fue el que recibió la falta que forzó el penal con el que Olivera marcó el 2-0 parcial.
La racha continúa. Un total de 16 goles en cuatro victorias consecutivas le dan solidez a la apuesta de Peñarol. Pero, con la excepción de El Tanque, el resto de las recientes víctimas están en los últimos lugares. Los próximos 15 días dirán cuánto hubo de virtudes propias y cuánto de limitaciones ajenas. Asoman Defensor y Nacional. Las hipótesis le darán paso a las conclusiones.
Detalles
Racing (2): Contreras; Aguilar (quiere), M Fernández, C García y Brasesco (out); C Díaz (volvió: algo) (56’ Gamarra) (claro), Cortizo y Da Luz (entrega); Acosta (no) (57’ Tabo); Quiñónez (no) (56’ Falucho Silva) (inquieto) y Gorocito (sabe). DT: Miguel A Piazza.
Peñarol (5): Lerda; A González, Valdez, D Rodríguez (bien) y Raguso (82’ Macaluso) (Darío de 6); Estoyanoff (sí), M Novick, Gross- müller (cuentagotas) y Zambrana (sí) (80’ Siles) (veloz); Zalayeta (troesma) y JM Olivera (salado) (68’ A Torres). DT: Jorge da Silva.
Goles: 12’ Estoyanoff (P), 41’ Olivera, de penal (P), 48’ Zalayeta (P), 50’ Olivera, de penal (P), 67’ Tabo (R), 74’ Gorocito (R) y 90’ Zalayeta (P).
Exp: 71’ Brasesco (R).