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Acto en el que trabajadores del Hospital Maciel se concentraron frente al nosocomio para reclamar garantías para el desarrollo de su trabajo (archivo, marzo de 2012).

Foto: Pablo Nogueira

No dan abasto

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Emergencias y CTI de hospitales públicos saturados por demanda.

La historia se repite cada invierno, y aunque las autoridades hayan implementado acciones para atender la mayor demanda que se da en esta época, los pacientes deben soportar largas horas de espera.

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El Plan Invierno de la Administración de Servicios de Salud del Estado (ASSE) se desarrolla desde el 20 de mayo hasta el 20 de setiembre; la iniciativa insume 64 millones de pesos, tres veces más de lo que costó en 2011, según las autoridades. Además de la contratación de funcionarios, este año el organismo resolvió instalar contenedores acondicionados en las puertas de emergencia de los hospitales Pasteur, Maciel, Saint Bois y Las Piedras, como forma de descongestionar las emergencias. En el Pasteur el contenedor quedó operativo el sábado y en el correr de la semana quedaría habilitado el del hospital Maciel.

Además del perjuicio para los pacientes, las emergencias saturadas traen inconvenientes en todo el sistema. Un chofer de una ambulancia que ayer esperaba en un hospital público dijo a la diaria que este invierno ha llegado a esperar diez horas a que se liberen puestos de emergencia y eso implica que la ambulancia no esté disponible para cubrir otras necesidades.

Recursos clave

La semana pasada, autoridades de las unidades de cuidados intensivos e intermedios del hospital Pereira Rossell resolvieron cerrar diez de las 42 camas de la atención a recién nacidos por falta de recursos humanos. Días antes la Sociedad Integrada de Emergencia Pediátrica del Uruguay había denunciado públicamente las carencias de pediatras, licenciados y auxiliares de Enfermería en la emergencia del Pereira y la escasez de camas de CTI en ese hospital así como las dificultades en la derivación a CTI contratados por ASSE.

Daniel Carrattini, presidente de la Comisión Interna del Pereira Rossell, dijo a la diaria que hasta el sábado la emergencia continuaba saturada y que debían permanecer allí niños intubados o con tratamientos críticos por no haber camas disponibles en el CTI. Carrattini indicó que el proyecto de Rendición de Cuentas no incluye ninguna mejora en dotación de recursos humanos, pese a que es el verdadero límite de la institución, y eso es señalado también por los médicos.

Justamente por considerar “totalmente insuficiente” el mensaje presupuestal de ASSE en el proyecto de Rendición de Cuentas, es que el plenario de comisiones internas de la Red de Atención Primaria (RAP) elevó el jueves a las bases la propuesta de hacer un paro de 24 horas el 19 de julio, discutir la ocupación de centros y solicitar la remoción de equipo de gestión de la RAP. Martín Pereira, integrante de la Federación de Funcionarios de Salud Pública (FFSP), dijo a la diaria que el viernes terminará de resolverse qué medidas adoptarán. Sostuvo que los servicios de emergencias y CTI continúan sobrecargados y que el Plan Invierno no ha dado abasto porque no se ha podido cubrir todas las vacantes; además acotó que el problema va a continuar después del invierno.

Algo similar plantearon a este medio Gustavo Gianre y Carlos Muniz, presidente y secretario de la Comisión Interna del Maciel; indicaron que el plan ha sido mejor implementado este invierno, pero cuestionaron qué pasará después del 20 de setiembre. Además del contenedor, se destinó allí una sala que funciona también para descongestionar la emergencia, pero los funcionarios dijeron que hasta ahora no ha sido necesario utilizarla.

Gianre y Muniz identificaron los mayores problemas en la disponibilidad de espacio en el CTI, que ayer tenía ocupadas las 14 camas. Si bien en noviembre se inauguró en el Maciel una unidad de cuidados intermedios, que descongestionaría el CTI, todavía no se ha puesto en funcionamiento por falta de recursos humanos. Muniz comentó que la semana pasada tuvieron en el block quirúrgico 60 horas a una paciente esperando cama de CTI.

Los funcionarios cuestionaron la gestión de ASSE, que por tener salarios inferiores a los del sector privado, termina transfiriendo enormes sumas de dinero al mutualismo para pagar por servicios de CTI para los que en muchos casos cuenta con equipamiento pero no con el personal.

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