Recién hoy de tarde, después de la llegada de los últimos convocados, la selección uruguaya podrá realizar su primer entrenamiento con todo el plantel convocado para los decisivos partidos de la Clasificatoria ante Ecuador y Argentina.
Ayer en el primer día de trabajo en el complejo Uruguay Celeste estuvieron presentes 17 jugadores; faltaron los tres arqueros, Fernando Muslera, Martín Silva y Rodrigo Muñoz, y también Edinson Cavani, Maximiliano Pereira, Jorge Fucile, el Ruso Diego Pérez, el Tata Álvaro González y Alejandro Silva.
Hoy el grupo de Óscar Washington Tabárez realizará prácticas en doble horario y posteriormente quedará concentrado. Mañana de mañana el grupo tendrá su último entrenamiento antes de partir de tarde hacia Guayaquil. La delegación celeste permanecerá en la tórrida ciudad próxima al océano Pacífico hasta el jueves, día en el que luego de realizar un entrenamiento matinal se trasladarán a los 2.800 metros de altura sobre el nivel del mar de Quito. De acuerdo a la programación elaborada por el cuerpo técnico, no se realizará reconocimiento del estadio Atahualpa, lugar en el que el viernes desde las 19.00 uruguayas se jugará el partido, básicamente para evitar problemas referentes a la seguridad, como los que la selección debió soportar hace un mes en Perú.
Habló el Maestro Luego del entrenamiento de ayer el técnico de la selección brindó una conferencia de prensa en la que habló en profundidad sobre el partido del viernes, en el que un empate aseguraría la clasificación al repechaje y una victoria el pasaje al Mundial.
Tabárez resaltó las virtudes del rival y destacó que, jugando como local, Ecuador solamente perdió puntos cuando empató con Argentina. El entrenador uruguayo prefirió no especular y se detuvo particularmente en jugadores ecuatorianos, los volantes ofensivos Antonio Valencia, del Manchester United inglés, y Jefferson Montero, del Morelia mexicano.
Interrogado acerca del clima previo que se está generando desde Ecuador, Tabárez no se mostró sorprendido y recordó que este tipo de presiones son frecuentes, pero le restó importancia. “Estamos por fuera de eso. Ojalá, por el espectáculo, que no pase nada extraño. Creo que va a ser así. Es un partido con mucha carga emocional [...] pero con los futbolistas no hablamos ni hablaremos de esos temas”, declaró el técnico, que además insistió en los cuidados que se deben tener, particularmente en el aspecto defensivo, en este tipo de encuentros. Tabárez señaló “la peligrosidad de los remates de media distancia, los cuidados en las postrimerías de cada tiempo y controlar las pelotas quietas [...]. Tenemos que ir a jugar una final, y las finales se juegan sin perder detalle”, afirmó.
Tabárez remarcó que esta clase de encuentros se deben jugar con inteligencia y relativizó la altitud de Quito. “No vamos a ir a una prueba de eficiencia física sino a jugar un partido de fútbol”, declaró. Dijo que han aprendido de los errores cometidos en partidos anteriores, en los que “se recibieron goles en forma prematura”.
“Empezar jugando un partido desde los 5 minutos cuesta arriba es complicado. Creo que en eso la tenemos aprendida”, dijo Tabárez, que además prefirió no hablar aún del duelo final contra los argentinos en el Centenario: “La dimensión que va a tener el partido contra Argentina dependerá del resultado que traigamos de Ecuador”.