Con bastante facilidad, Nacional resolvió su duelo ante Wanderers jugado ayer de tarde en el Parque Central y accedió a la cima del Apertura, posición que comparte con River Plate, un punto por encima de Danubio, el otro equipo involucrado decididamente en la pelea por el primer título de la temporada. Un poco más atrás, a 5 unidades, está el sorprendente Rentistas, mientras que tricolores y darseneros tomaron 12 unidades de diferencia sobre Peñarol, siempre punto de referencia.
Ayer al equipo tricolor le costó un rato largo entrar en juego, pero si bien fue poco agresivo en ataque y le costó bastante llegar al arco rival durante buena parte del primer tiempo, siempre fue superior al tibio conjunto bohemio, escuadra que aunque tiene una propuesta que desde lo teórico es interesante, en los hechos termina siendo un equipo ciertamente vulnerable.
El primer gol de Nacional, que llegó cerca del final del primer tiempo, fue anotado por Iván Alonso, de gran tarea ayer. El delantero anticipó a la zaga bohemia tras un buen desborde de Richard Porta y con ese tanto buena parte de la incertidumbre comenzó a desaparecer del feudo tricolor. Hasta ese momento el equipo de Rodolfo Arruabarrena, que a los pocos minutos de juego tuvo que dar ingreso al Chino Recoba por lesión de Nacho González, había sido dominador de la pelota, pero no había llegado con claridad sobre el arco rival. El primer gol de Alonso descomprimió las cosas para los locales y abrió nuevas perspectivas para la segunda parte, cuando Nacional desarrolló su mejor fútbol. Iván Alonso, el mejor jugador de la cancha, a los pocos minutos del reinicio puso el segundo gol con un remate preciso desde 30 metros que se coló junto al palo del arco bohemio y liquidó el partido. Por más que quedara casi todo un tiempo por jugar, estaba claro que Wanderers no tendría reacción, y efectivamente no la tuvo. Pese a que se acercó en un par de oportunidades al arco defendido por Jorge Bava, los bohemios no dieron la talla y nunca pusieron en peligro la victoria tricolor. Con dos goles arriba y bastante espacio, Nacional jugó más tranquilo y el buen trabajo de los volantes Arismendi, Calzada y también del Flaco Álvaro Fernández controló los intentos de elaboración ofensivo del conjunto de Alfredo Arias, como se dijo, bien intencionado, pero pobre en su realización.
El Chapita Sergio Blanco, el más activo de los atacantes wanderistas, tuvo un par de chances de lograr el descuento, pero no estuvo preciso en la definición. Con el partido resuelto llegaron cambios de ambos lados, pero la tónica general fue la misma. Apenas quedó tiempo para una emoción más casi sobre el final del partido. Un mortífero contragolpe iniciado por Alonso continuó con una corrida y posterior habilitación del Flaco Fernández para el juvenil Carlos de Pena, que había ingresado un rato antes y que con una precisa definición de zurda coronó la goleada en La Blanqueada. El 3-0 fue un buen premio para los tricolores, que todavía deben afianzarse como equipo, pero a fuerza de victorias se van encaminando en la lucha por el Apertura.