Ingresá

Juan tijera

1 minuto de lectura
Contenido exclusivo con tu suscripción de pago
Contenido no disponible con tu suscripción actual
Exclusivo para suscripción digital de pago
Actualizá tu suscripción para tener acceso ilimitado a todos los contenidos del sitio
Para acceder a todos los contenidos de manera ilimitada
Exclusivo para suscripción digital de pago
Para acceder a todos los contenidos del sitio
Si ya tenés una cuenta
Te queda 1 artículo gratuito
Este es tu último artículo gratuito
Nuestro periodismo depende de vos
Nuestro periodismo depende de vos
Si ya tenés una cuenta
Registrate para acceder a 6 artículos gratis por mes
Llegaste al límite de artículos gratuitos
Nuestro periodismo depende de vos
Para seguir leyendo ingresá o suscribite
Si ya tenés una cuenta
o registrate para acceder a 6 artículos gratis por mes

Editar

Con el Negro Juan Tejera en el banco de Capurro, Fénix redondeó un muy buen segundo tiempo y se impuso 4-2 
a un limitado Juventud, que ahora marcha penúltimo en un Apertura que hasta ayer tenía a los albivioletas en esa posición. Los pedrenses sacaron del ex CODET un gol que estiró durante media hora una ventaja mentirosa. A los 4 minutos, Otreras bailoteó y la colocó baja en el arco del oeste. Al liviano planteo capurrense del inicio, le alcanzó con que una segunda pelota se le pusiera buscona a Novick. Con el empate nació una tendencia: en un partido chato, ese poquito de Fénix hizo presagiar algo de lo que traería el complemento.

Juventud lo disimuló mientras le funcionó un cambio de sistema con el que engordó el medio. Abrió el complemento con una línea de tres en defensa, sumando a Reyes y a Soto a la zona central. Pero la primera gotera dio paso al torrente: a los 68 minutos, Maxi Pérez abrió la defensa y habilitó el 2-1 de Mansulino. Los últimos 25 minutos capurrenses fueron lo mejor del partido. Maxi puso el 3-1 a los 72, tras gran pase de un Novick crecido. El ingresado Royón, que como cabeza de área fue más que Melazzi, hizo el cuarto tras un contragolpe hijo del buen pie de Ontivero. Al rato, llegaría el descuento postrero de Otreras, quien nunca encontró eco en Marco Antonio, Franco y Falucho, cuyo ingreso forzó un nuevo y desesperado cambio de sistema, cuando a Juventud se le volaban las esperanzas. Esa tensión se evidenció en las expulsiones de Papa y de Latorre, tras un tumulto lindero al cierre. Es lo que tienen las campañas de un solo dígito. Esas que imponen la penosa obligación de empezar a mirar la tabla del descenso cuando ni siquiera promedia el año futbolero.

Este artículo está guardado para leer después en tu lista de lectura
¿Terminaste de leerlo?
Guardaste este artículo como favorito en tu lista de lectura