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Juan Manuel Olivera, ayer, tras convertir el gol de la victoria ante Deportes Iquique en el estadio Tierra de Campeones, en Iquique, Chile.

Foto: Alex Díaz, Efe

Agua en el desierto

2 minutos de lectura
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Merecida victoria de Peñarol en Iquique.

Las incontenibles y repetidas corridas del Lolo Estoyanoff fueron el rasgo más visible del debut de Peñarol en la Copa Libertadores. Los marcadores de Deportes Iquique no pudieron con él, que anotó el primer gol y habilitó a Olivera para el 2-1 definitivo.

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En tiempos de frecuentes tropezones internacionales a nivel de clubes, el equipo del Polilla encontró un oasis en el árido norte chileno. Picó en punta en el grupo 4, en el que supera por goles a favor al también ganador Emelec, algo tan difícil de encontrar como un estreno copero con merecida victoria de visitante.

La buena demostración carbonera lució el único lunar del empate parcial chileno. Lo conquistó el delantero Villalobos a los 59 minutos y se extendió por algo más de diez, instalando la desagradable sensación de que a Peñarol podía escapársele una victoria merecida. Fue el precio de la ineficacia uruguaya. Tras el tempranero tanto del Lolo que abrió la cuenta, los aurinegros fueron una máquina de malograr goles.

El futbolista formado en Fénix partió del extremo derecho de la línea de cuatro volantes y resultó sospechoso de poseer un tercer pulmón. Rodrigo Brito -zaguero central zurdo- y Nicolás Ortiz -lateral ídem- no pudieron con él. Pero no siempre cerró las corridas con buenas definiciones al quedar mano a mano. En eso pesó el arquero Naranjo, que con sus atajadas sostuvo la forzada esperanza locataria.

Vale decir que no consiguió detener la pelota baja que Zalayeta mandó a la red a los 17. El partido ya estaba 1-0 y el grandote picó lícitamente y definió con acierto. Pero el asistente paraguayo Zorrilla vio un off side cuando no lo hubo y arrebató el 2-0 del bolsillo carbonero. A ese error se le sumó otro de su compatriota Cáceres, el árbitro que perfectamente pudo expulsar a Ortiz luego de una jugada peligrosísima en la que la punta de uno de sus pies dio en la cara del ingresado Aguirregaray.

El Vasquito entró muy bien. Se paró como volante derecho y renovó el aire del equipo, justo cuando más dolía la igualdad pasajera de Villalobos. Fue el padre de la habilitación fina que dejó a Estoyanoff suelto en el área, para que Olivera recibiera el último pase habilitado y decretara el 2-1 a los 72. Fue un gol a Deportes Iquique y a las quejas. Porque selló la victoria que antecedió las críticas a una terna que cometió errores perjudiciales para la visita.

Peñarol se reforzó para no perder con el ingreso de Walter López, que ocupó la banda izquierda de una mitad de la cancha que llegó a tener al argentino Mauro Fernández, quien al rato pasó al ataque. No se registró una sola jugada de riesgo sobre el arco de Bologna tras el tanto de la victoria. Lo más parecido fue un remate bajo y lejano del interesantísimo media punta Puch, que el golero argentino detuvo sin mayores problemas. Ni los cambios que alteraron la zona de volantes ni el ingreso del más ofensivo Ereros resultaron funcionales al interés chileno.

Desde su posición de media punta central, el Rengo Díaz pesó menos que en la serie de Copa Sudamericana que el año pasado enfrentó a los trasandinos con Nacional. Entonces, pese a su eliminación, Deportes Iquique calificó bastante más alto que ayer. Fue profundo y peligroso, características que quedaron a la sombra de un fútbol anunciado, lateral y anodino que permitió que Peñarol lo superara de punta a punta. De Punta Arenas a Arica. De Chi a le.

Detalles

Estadio: Tierra de campeones

Jueces: Enrique Cáceres, Darío Gaona, Juan Zorrilla (paraguayos) y Carlos Ulloa (chileno).

Público: unas 10.000 personas, según Goñi.

IQUIQUE (1): Rodrigo Naranjo, Juan R Fernández, Cristián Grabinski, Rodrigo Brito, Nicolás Ortiz, Fernando Manríquez (79’ Misael Dávila), Víctor H Sarabia (60’ Álvaro Ormeño), Leonardo Monje (60’ Sebastián Ereros), Rengo Díaz, Edson Puch, Manuel Villalobos. DT: Cristian Díaz. SUP-DI: Emanuel Vargas, Mauricio Zenteno, Abraham Vargas y Jonathan Rebolledo.

PEÑAROL (2): Bologna, Ale González, Hormiga Valdez, Darío Rodríguez, Aureliano Torres, Lolo Estoyanoff (81’ Walter López), M Novick, Cristóforo, Maravilla Grossmüller (63’ Vasquito Aguirregaray), Zalayeta (68’ Mauro Fernández), JM Olivera. DT: Jorge Da Silva. SUP-P: Lerda, Macaluso, Monoco Zambrana y Miguel Amado.

Goles: 5’ Estoyanoff (P), que tomó un pase largo, invadió el área por la derecha y remató fuerte; 59’ Villalobos (DI) tocó corto bajo el arco tras una gran jugada de Puch, que sacó un córner corto, combinó con Díaz y se metió con la pelota atada en paralelo a la línea final, antes de asistir al anotador; 72’ Olivera (P) con toque corto sobre arco libre, luego de corrida con habilitación de Estoyanoff, que recibió un gran pase de Aguirregaray.

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