Muchas veces se dice que el deporte no tiene lógica, pero este año la tuvo. Los dos mejores equipos del Metropolitano consiguieron los ascensos que el campeonato otorga, en una temporada en la que había cuatro candidatos claros para dos posiciones. Aurinegros en el primer escalón y aduaneros en el segundo se consolidaron en su juego demostrando un nivel superlativo con respecto a los demás equipos que fueron parte del certamen.
Bajó la barrera
El viernes se jugó la segunda final de los play off, luego de varias idas y vueltas -dos suspensiones en el gimnasio de Sayago- en Larre Borges, para que los dirigidos por Federico Camiña triunfaran 80-74. Fue un partido más que interesante; los de la W lo encararon con la ausencia del panameño Antonio Toñito García, quien en la misma madrugada partió rumbo a México para integrarse a los entrenamientos de Panteras, club en el que milita desde hace algunos años. Así, una vez más, los de la calle Emilio Frugoni vieron cómo su plantel se achicaba, primero con la ausencia del argentino David Oviedo, que volvió a su país; luego con la separación del plantel de manera definitiva de Iván Loriente; y en esta final sin poder contar con su extranjero. Esto no importó, ya que el entrenador Edgardo Kogan y los suyos plantearon un juego inteligente, con variantes defensivas que complicaron a su rival: se pararon en zona con tres jugadores grandes: los hermanos Pérez y Diego Sóarez. El principal problema para los welcomenses llegó en la segunda mitad, porque el entrenador fusionado supo manejar el plantel -como lo hizo a lo largo de la competición- y así llegaron con aire al cierre Abel Agarbado, con muy buenos minutos, Rodrigo Riera, que pinchó bien la bola, y Christian Modernell, que encontró bombazos en momentos en que el horno no estaba para bollos. Welcome nunca bajó los brazos. Marcelo Pérez con sus lanzamientos perimetrales, más el buen campeonato que hizo Santiago Moglia, hicieron que el encuentro no perdiera emoción hasta los últimos momentos. Brian García fue el goleador de la noche en el ganador, terminando el juego con 19 puntos; por su parte, el estadounidense Adrian Moss aportó 12 unidades y capturó 18 rebotes. El grito de Waston se hizo sentir “de queruza la merluza”, que al decir del recientemente fallecido Pancho Míguez vibra en el viejo gimnasio de 25 de Mayo y Maciel. Los del Parque Rodó y Palermo acompañaron, dieron todo por su equipo y los jugadores, pese a los inconvenientes, entregaron todo, no pudieron conseguir el segundo ascenso, pero se notó la entrega en el rectángulo de juego. Waston fue el justo y merecedor equipo en dejar el Metro para la próxima temporada.
Perfecto
Ésta es la quinta vez que Camiña logra un ascenso del Metropolitano a la LUB. Sus números son buenísimos, pero en este caso además alcanzan la perfección, dado que el exitoso entrenador sólo dirigió en cinco oportunidades en el máximo torneo de ascenso del básquetbol desde que se instauró la LUB y desa-parecieron el Federal de Primera y de Segunda. Para agrandar aun más su campaña, ésta es la primera vez que Camiña asciende a un plantel que no eligió ni empezó dirigiendo, dado que en la preparación y las primeras fechas estuvo a cargo de Alejandro Guanaco Costa.
Camiña logró ascender por primera vez en el Metro 2007, cuando dirigiendo a Tabaré se quedó con el vicecampeonato. Luego llegaron tres títulos consecutivos: Capurro en 2008, en aquella apasionante definición con Aguada, Montevideo en 2009 y Tabaré en 2011. Este año vuelve a subir tras salir en el segundo lugar del torneo.
Punto final
Una etapa se cerró, el Metropolitano quedó atrás, el famoso “Torneo de los Barrios” ya dejó de latir, con dos ascendidos como Larre Borges y Waston y dos descendidos, Larrañaga -antes de jugar- y Colón -por problemas disciplinarios de su parcialidad-. Así, esta temporada se fue, un campeonato en el que los dos elencos que estuvieron en la punta de principio a fin justificaron sus ascensos. Ahora lo que queda es ponerse a pensar en la LUB. Los equipos ya se preparan para afrontar la competición con varios encuentros amistosos, cuadrangulares con elencos nacionales y algunos internacionales. Esta etapa de preparación es fundamental pensando en el jueves 26, cuando la naranja esté nuevamente en el aire con el partido entre los dos finalistas, Aguada-Defensor Sporting. El Metropolitano asiste en forma genial a la máxima competición basquetbolística nacional de clubes, que animará los diferentes rectángulos de juego a lo largo de los siguientes meses.
Se espera una competición reñida, pareja y vibrante, a la que el público tiene que acompañar.