Con goles de Cristian Techera y Jonathan Ramírez, uno en cada tiempo, los darseneros lograron ganar el partido y situarse en el tercer puesto del Torneo Apertura con 25 puntos. Arriba estuvo la diferencia. Los puntas de Almada fueron más ejecutivos con las chances creadas, y eso se reflejó en el marcador de un buen partido de fútbol.
Por algo están arriba. En un campeonato marcado por una gran inestabilidad en los rendimientos de la mayoría de los equipos, tanto River como Racing han sido, junto a Nacional, de los más consistentes. Ayer no fue la excepción. Buen trato de pelota en las dos mitades del campo, juego prolijo desde la zona defensiva hacia adelante, mucha apertura de las bandas con velocidad, certeras ejecuciones en las pelotas detenidas. Fueron, ayer, sus propias radiografías del historial en el Apertura.
El golazo del Bicho Techera condicionó los hechos. Parejos 11 minutos, con las formaciones apenas parándose en la cancha a modo de estudio y midiendo intenciones. Entonces sale River, con dos toques desde el fondo Techera la toma próximo a la mitad de la cancha y se va. Pero se va mismo: tirándola larga, deja dos hombres en el camino, Darwin Torres y Ernesto Dudok, y ante la salida de Pablo Lacoste quiebra cintura hacia la izquierda; casi llegando al aire, con toda la potencia que da la velocidad, acomoda la zurda y saca el latigazo bien rastrero y abajo, contra el palo.
La inferioridad de los números
Por dos amarillas salió expulsado Damián Malrechauffe complicando a Racing. El entrenador Mauricio Larriera reformuló el fondo con el ingreso de Jesús Trindade, pero quedaron espacios en el medio. Con buena tarea del brasileño Gabriel Marques y la velocidad que imprime River, la dársena generó varias oportunidades más, pero todas encontraron la presencia del Loco Contreras. Lo curioso de analizar la salida por roja del defensa de la escuelita es que se fue uno de los goleadores del equipo -lleva cinco en el torneo-, referencia directa a la hora de los tiros libres de Juan Pablo Rodríguez. Sin esa parte de la estrategia, Racing intentó por abajo. Tal vez le faltó un socio a Rodríguez. Ignacio Nicolini tuvo mucho trabajo defensivo y eso le quitó aire para la elaboración; Carlos Acosta fue carne de cañón en el recambio para rearmar la defensa; recién en la segunda parte y con el ingreso de Cristian Tabó, Racing creó chances claras dando trabajo a la zaga de River: Kily González, firme, y el sub 20 celeste Agustín Alé por momentos abusó de cortar con faltas. Abierto el juego, con un tránsito fluido por la avenida central del Parque Roberto y olvidados los buenos criterios de fútbol por ambos equipos, ya fuera para sellar la victoria o para empatar, fue River el que encontró cómo definir el partido. Rayo Ramírez, que no estaba en los planes desde el inicio, pero que ingresó por la lesión de Leandro Rodríguez en el primer tiempo, quebró la línea final y definió mano a mano ante la salida de Contreras. Toque sutil y gol en la hora.