Es en tu casa, o capaz en una de las tribunas del Arena das Dunas. Es en la esquina de Batlle y 25 de Agosto, o en lo del embajador; es en el boliche, en la sala de prensa o en la tribuna. Es la una de la tarde. Hace frío, hace calor, estás allá, estás acá, pero seguro que hoy a la una todas las cabezas estarán casi en el mismo lugar que la de Óscar Washington Tabárez, la del Palito Pereira, la de Maxi Pereira y si me apurás, la del Pepe Mujica. Es hoy, a la una de la tarde, que Uruguay queda absolutamente bajo los efectos del fútbol, del Mundial de la celeste. Frío, calor, lluvia. El tiempo, que en ese momento es el mundo, queda encapsulado en esos 90 minutos que representan, emocionalmente, un impacto tan alto como el de decidir permitir el aumento de la producción de pasta de celulosa de UPM. A esa hora se empieza a escribir una historia, que es la de la definición del grupo D de la Copa del Mundo 2014.
A la una de la tarde no habrá técnicamente un uruguayo que, frente a los televisores o en el mismísimo estadio Arena do Dunas, no sepa que Uruguay tiene que ganar como única y apetecible posibilidad para seguir adelante en la copa. Cualquier otro resultado clasificará a los italianos, que justamente son los otros implicados en definir el cupo que queda hacia octavos de final.
A esa hora, ya todos conoceremos el equipo que ayer en la conferencia de prensa Tabárez no brindó. "A riesgo de romper una cábala, en la que yo no creo pero mucha gente del entorno sí, no voy a darlo ahora”, dijo ayer ante decenas de periodistas, que otra vez, como habían hecho en la previa a Inglaterra, llenaban la sala de prensa. La decodificación de las palabras del Maestro esta vez puede llevarnos a pensar que repita la oncena, aunque dos días atrás, aun sin decir nada, había dado la idea de que era posible el retorno de Maxi Pereira. Ahora Tabárez dijo que el equipo que jugó contra los ingleses en San Pablo estuvo a la altura de las circunstancias, pero, como poniendo una flecha para el otro lado, dijo que ese equipo se puede adaptar a las circunstancias con una formación distinta.
El punto está en el retorno o no de Maxi Pereira, quien ya cumplió con el partido de suspensión por la expulsión en el juego con Costa Rica. Si vuelve, saldría de la oncena Alvaro Pereira, pasando Martín Cáceres a su habitual posición en la selección, la de lateral izquierdo. Si hay una variante, será ésa. Si no la hay, se repetirá el equipo que le ganó a Inglaterra, y entonces Uruguay formaría con Fernando Muslera en el arco; Martín Cáceres, José María Giménez, Diego Godín, Álvaro Pereira en la línea final; Álvaro González, Egidio Arévalo Ríos, Cristian Rodríguez; Nicolás Lodeiro, y, de punta, Luis Suárez y Edinson Cavani.
Color cielo
“Creo que en este partido no hay que ir por la senda del temor, sino de la motivación. Jugar contra Italia es un regalo del cielo, y así los vemos. Y si tenemos la buena suerte de ganarle, sería una victoria sobre uno de los grandes”, dijo Tabárez ayer, describiendo la valía del adversario. “Nosotros planificamos en función del resultado que necesitamos, pero les pedimos a los jugadores que no piensen qué puede pasar en función del resultado. En el partido anterior un empate no nos eliminaba, pero nos dejaba dependiendo de otro resultado, por lo que teníamos que ganar. En este caso, si ganamos clasificamos. El rival puede tener una ventaja porque les sirven dos resultados, lo acepto, pero respecto de nuestra situación no cambia nada. Tenemos las cosas muy definidas, sabemos lo que debemos hacer, y es un desafío más de los muchos que ha afrontado esta selección”. El entrenador mostró seguridad y optimismo acerca de la posibilidad del equipo celeste hoy, y, como pocas veces, apoyó particularmente la ilusión a la potencialidad y las prestaciones que puede brindar Luis Suárez, héroe del partido ante los ingleses, quien ayer por primera vez se presentó ante la prensa internacional en este Mundial. “Para nosotros, Luis es muy importante, y más en este momento de su evolución como futbolista. Era probable que alguna jugada no le saliera como lo pensaba, porque tiene que ver con el rodaje futbolístico, pero confiaba muchísimo en lo que él sabe hacer en el último cuarto de la cancha, porque eso se tiene y no se pierde en una operación de meniscos. Puso todo lo que hay que poner para sobrellevar las dificultades y conseguir el objetivo”, dijo el director técnico, después metió uno de esos comentarios que nos gustan a nosotros, además de seguir ponderando a nuestro mejor delantero.
Tabárez señaló que a nosotros, los uruguayos, no nos gusta usar traje de favorito. “Ése es un traje que nunca usamos, no queremos y no nos gusta usar. Tenemos un aporte muy importante, que me parece que -con todo el respeto a todos los demás muchachos que juegan en esa posición- es una opción muy válida, aunque no esté al 100%. Se vio en el partido anterior de forma casi ideal, y ojalá se diera en el próximo partido, aunque no es lo que pretendemos” dijo, hablando de Luisito.