¿No vio el partido? Se lo perdió. Si lo vio, lo disfrutó. Fue el debut en la selección mayor de Giorgian De Arrascaeta. A los 61 minutos entró al equipo sustituyendo a Lodeiro. El partido estaba 0-0. Aportó clase, aplomo y audacia. Su calidad técnica ya es reconocida y por eso llegó al plantel de los elegidos.
En menos de dos minutos fabricó dos habilitaciones de gol. En su primera jugada habilitó a Abel Hernández en profundidad. El golero achicó y cubrió. Casi enseguida se dio una jugada gemela que terminó en gol, bien anulado por posición adelantada de Abel. A los 64 -una atrás de otra- metió un dribbling en ataque buscando profundizar y lo pararon con falta. A los 67 fue a buscar a un defensa que estaba sobre su línea de gol, le sacó la pelota y cuando enfilaba hacia el arco lo faulearon.
Desde ese lugar, a pocos metros de la entrada al área penal ejecutó el tiro libre, de ésos bien peligrosos, un córner cortísimo. Le dio una comba perfecta. El resto lo hicieron la embestida uruguaya y el cabezazo exacto de Josema, otro con puntaje máximo. Ahí Uruguay ganó el partido. Tuvo otras jugadas de ataque y después puso su cuota para defender el resultado cuando, sobre el final, el ataque coreano fue masivo y desesperado.
Gran debut. Espectacular y esperada aparición. Exacto el momento elegido por la dirección técnica para ofrecerle en bandeja la oportunidad que su talento futbolístico reclamaba. Le cayó muy bien la emblemática casaca 10.