A las 15.00 (hora uruguaya), la selección femenina sub 20 enfrentará a su par de Ecuador en el partido inaugural del Sudamericano de la categoría que se jugará en la ciudad brasileña de Santos, que otorgará dos plazas para el Mundial que se disputará en Papúa Nueva Guinea.
La pregunta más frecuente en estos casos es si existen chances de alcanzar determinados objetivos. Ser esperanzados es tener una ilusión fundada. En este caso, sólo se puede confiar en la calidad de varias de las jugadoras y en las ganas que van a poner todos, jugadoras, cuerpo técnico y dirigentes. Más bien tenemos ilusiones, es decir, la esperanza poco fundada en la realización de un deseo.
Pocos datos objetivos nos ayudan a prever una actuación sobresaliente en el torneo. La preparación fue muy corta e insuficiente; se perdió mucho tiempo al citar 50 jugadoras para hacer en dos semanas una tarea que se debió realizar en dos años, la detección y el entrenamiento de las mejores jugadoras de la generación. Sólo se jugaron dos valiosos partidos amistosos ante la selección de Perú, de los cuales se ganó el primero 5-2 y se perdió el segundo 1-0. Pocas futbolistas jugaron durante esa preparación un partido completo (en esos amistosos hubo muchos cambios) como los que deberán afrontar ahora y cada 48 horas. Tampoco enfrentaron a equipos femeninos de Primera División, ni a nadie se le ocurrió crear una selección mayor para que fuera sparring de la sub 20. Todo lo que se les dio -que fue mucho- fue claramente insuficiente.
La formación para el debut seguramente será tal como han practicado en los últimos entrenamientos, en un planteo de 4-2-2-2 que ha impuesto el entrenador Ariel Longo: Lucía Martínez; Laura Felipe, Stephanie Lacoste, Daiana Farías (la más joven del plantel, con 16 años) y Lorena Graña; Sabrina Soravilla y Agustina Arámbulo; la tacuaremboense Sofía Gamio y la floridense Romina Alanís; Alaídes Bonilla y Yamila Badell. Se debe marcar una fortaleza: las tres que llegaron del exterior lo hicieron en muy buena forma futbolística. Lacoste (Olimpia de Paraguay) será bastión como última defensa, Bonilla (Racing de Córdoba, de Argentina) y Badell (Málaga de España) serán delanteras que están picantes.
A la distancia, empujaremos todos por un debut triunfal que abra camino de la ilusión a la esperanza.