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La Justicia y los medios cuestionan a la AUF por no hacer suficientes esfuerzos para erradicar a los pobres del fútbol

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Si bien preocupa la participación de personas “con trabajo y de bien” en algunos incidentes, se cree que “los pichis” siguen siendo la raíz del problema.

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Anteayer fueron procesados tres hinchas de Cerro por los incidentes ocurridos el sábado 14 de febrero en el estadio Luis Tróccoli, durante el partido entre Cerro y Peñarol. Entrevistado en Observador TV, el fiscal Gustavo Zubía aseguró que el perfil de los delincuentes es poco común, ya que son “gente de clase media, sin antecedentes, que trabaja”. En el día de ayer amplió sus declaraciones y aseguró que este tipo de hechos “hacen que la labor de los fiscales sea mucho más difícil, porque antes uno les veía la pinta de pichis y ya los podía acusar. Pero ahora aparecen hombres de clase media que no son violentos, y como mucho les pegan a sus mujeres y eventualmente las matan, pero nunca llegan al extremo de arrojarle una piedra a un policía. Entonces ahora los fiscales tenemos que ponernos a investigar en lugar de prejuzgar, algo para lo que no estamos preparados”.

Mientras tanto, el periódico El País también hizo referencia a las características de los procesados. “El caso que más sorprendió fue el de una mujer, de 25 años, de delicadas facciones y pelo rubio, que fue registrada tirando piedras a un auto de la Policía”, pudo leerse en una nota publicada ayer. Su autora explicó que vio el video que captó los incidentes “varias veces”, ya que “en ocasiones las imágenes engañan y pueden dar la impresión de que una mujer tiene el característico aspecto de las señoras de buen nivel socioeconómico, es decir, con naricita pequeña y labios finitos, pero en realidad se trata de una pichi narigona y con pómulos salientes”. De todas maneras, tanto Zubía como la periodista coinciden en que se trata de casos “excepcionales”, y la principal causa de la violencia en el fútbol sigue siendo “los pichis”. “La Asociación Uruguaya de Fútbol no está haciendo los suficientes esfuerzos para evitar que los pichis entren en las canchas. ¿Por qué los dirigentes siguen cobrando entradas populares?”, aseguró Zubía. “Hay cosas que se caen de maduras. Si escuchan cumbia, no son gente de clase media”, aseguró por su parte la autora de la nota mencionada.

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