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Nahitan Nández, de Uruguay, y Gabriel, de Brasil, durante el primer partido del hexagonal disputado en el estadio Centenario. Foto: Nicolás Celaya (archivo, enero de 2015)

Penúltima copa

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El Sudamericano sub 20 vuelve al estadio Centenario.

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Decisiva cuarta jornada en el campeonato juvenil. La realidad de la tabla de posiciones indica que, según ciertos resultados, pueden quedar ya definidos los cuatro equipos que van al Mundial de Nueva Zelanda 2015, e incluso hay posibilidad de que se sepan las dos selecciones con chances de entrar en los Juegos Olímpicos, si ganan Uruguay y Argentina y Brasil empata o pierde con Perú. Además los nuestros y los argentinos, cómodos punteros con siete puntos, tienen la ventaja que si empatan y se aseguran el premio mundial.

El encuentro se jugará a última hora, 22.10, por lo que los resultados estarán todos a la vista. Tranquilos nosotros. Uruguay entrenó estos días pensando en Colombia, rival que recuerda del inicio del torneo y de juego parejo. Aquel debut de ambos combinados se definió sobre la hora con gol de cabeza de Mauro Arambarri, pero se dio con alternancias en el mandato del partido. El triángulo celeste estuvo firme y controló los buenas ataques de los puntas cafeteros, quienes jugaron, por momentos, demasiado cerca del arquero Gastón Guruceaga. Por el contrario, cuando los gurises que dirige Fabián Coito se enchufaron en el partido, la balanza se inclinó a su favor gracias a ese trajinar incansable (y repetitivo) que proponen el propio Arambarri y Nahitan Nández, en aquel partido sostenidos en el segundo tiempo tras el ingreso de Ramiro Guerra. Tras la última bocha con forma de centro al arco que defiende el bueno de Álvaro Montero, apareció el cocazo del salteño y los primeros tres puntos de Uruguay.

La historia para hoy cambia, y es lógico. Ambas selecciones han tenido sus transformaciones con el devenir de los partidos, las ausencias por lesiones o suspensiones, y las variaciones en los rendimientos individuales o colectivos. En los celestes, por ejemplo, no estará de aquel partido inaugural del grupo B ni Mauricio Lemos, operado de apendicitis, ni Diego Fagúndez ni Jaime Báez, ambos relegados por decisión del entrenador. Como no hay suspensiones por acumulación de amarillas ni expulsados directos, la formación (según la dirección que se deja observar en las declaraciones, tanto de Coito como de su cuerpo técnico) será la misma que la del partido ante Paraguay: Guruceaga al arco; Guillermo Cotugno de lateral derecho, Agustín Ale y Erik Cabaco como centrales más Mathías Zorrito Suárez por la banda izquierda; la doble contención con Nández y Arambarri; tres volantes más adelantados que serán, de derecha a izquierda, Facundo Castro, Gastón Pereiro y Rodrigo Amaral; y en la delantera el rápido goleador Franco Acosta. Vamos que vamos.

En los cafeteros el panorama es incierto. Del juego ante los peruanos terminaron sentidos el lateral izquierdo Jeison Angulo y el volante central Andrés Tello, pero la sanidad colombiana anunció que estarán a disposición del entrenador Carlos Piscis Restrepo. Además recuperan a Brayan Rovira, hábil mediocampista de creación, que venía siendo titular hasta el momento de la sanción. El chiquito que fue constante asedio contra Uruguay, Deinner Quiñones, no va a entrar desde el vamos. Sólo jugó como titular en el primer partido del hexagonal. La causa puede ser que Colombia carece de algo y Restrepo lo tiene claro: es el equipo que más falla en la definición, cosa inversamente proporcional a la generación de chances de gol. En esa búsqueda de efectividad con sustitutos que la manden a guardar es que Piscis Restrepo lo sentó entre los suplentes y probó con otros jugadores. El hombre a tener en cuenta, por cómo viene jugando, es Jeison Lucumi. Volantea por la izquierda y trepa constantemente para jugar enlazado a los puntas, además de que aprovecha su rapidez para ganarle la espalda al lateral.

Definen temprano

La triple jornada se abrirá a las 17.50, cuando se enfrenten Perú y Brasil. A los incaicos no les queda más remedio que ganar para seguir con las chances vivas de entrar entre los cuatro que van a Nueva Zelanda. No les será fácil. Los norteños no han demostrado ser una de esas selecciones canarinhas que suelen arrollar a sus rivales, pero juegan bien y tienen un par de individualidades que merecen respeto y marcación cercana: Kenedy y Marcos Guilherme, aunque también es preciso incluir a Gabriel, si bien juega pocos minutos. Raro en ellos, pero lo mejor de los brasucas es la férrea mitad de la cancha. Sobre todo Walace, el cinco. Los centrodelanteros, que son Yuri o Thalles, apenas llevan un gol cada uno en el Sudamericano, y prueba de la poca capacidad de goleo norteña es el total que llevan acumulado: solamente ocho (contra los 19 de Argentina o los 14 de Uruguay).

El empate deja prácticamente en el Mundial a Brasil. Teniendo en cuenta que es (casi) lo único por lo que pelea, sin querer dejarlo afuera de la lucha por el título, para lo que necesita dos victorias consecutivas, no está mal para ellos. Ya saben que los Juegos Olímpicos son en casa y no faltarán a la cita, por lo que por eso ni se preocupan. Esto del premio consuelo de jugar los Panamericanos no les debe caer muy en gracia a los peruanos. Pero, verdaderamente, está bien complicada para ellos: en tres fechas del hexagonal no ganaron ni un partido y llevan ocho goles recibidos contra dos que convirtieron. Las esperanzas las tienen, de eso no se duda, y buena parte de ellas las depositan en su goleador, Alexander Succar. Aunque son sólo estadísticas, el último antecedente contra Brasil en un Juventudes de América les favorece: en Argentina 2013 ganaron 2-0 y eliminaron a la verdeamarela de aquel campeonato.

Argentina jugará con Paraguay a las 20.00. Partido clave para ambos, aunque con diferentes tintes para cada uno. Los guaraníes están contra las cuerdas y tienen un punto tras el empate con Colombia en la primera jornada del hexagonal. Cualquier resultado que no sea ganar les complica las posibilidades, si bien sabrán cómo terminaron incaicos y brasileños a primera hora. Esto les vale porque si Brasil pierde, aun cayendo con los argentinos les queda una remota y matemática oportunidad de clasificarse al Mundial en la última jornada.

La albiceleste viene bien e inflada por ganar el clásico ante Brasil 2-0. No fue ni por asomo su mejor partido, pero ganaron, y el fútbol es (entre tantas cosas) resultados. El “entre tantas cosas” viene perfecto para sintetizar que buena parte del fútbol de selecciones también es rivalidad. Lo entienden los jugadores y lo vive el público con sus formas. Entonces, lejísimos de creer que la hinchada celeste abucheó a los jugadores argentinos porque tienen miedo o porque su selección es más que las otras, como declaró el entrenador Humberto Grondona, lo que sucede es que es un clásico rival, con el que Uruguay viene cabeza a cabeza, por lo que si pierde puntos, mejor. Ahí las cosas. Si no sucede que pierdan puntos, la última fecha es mano a mano y se verá. Y sí, Grondona es un diferente, que alguna vez declaró, cuando dirigía chiquilines sub 17: “A mí dejame ir al Mundial y que el juego limpio lo gane otro”. Por suerte, diferentes como usted hay pocos en ese hermoso (y lleno de talento) país futbolero que tiene.

Precios: los de siempre

En los Abitab y en las boleterías del mismo estadio a partir de las 10.00 están a la venta las localidades para los tres juegos de hoy. Las tribunas Ámsterdam y Colombes tienen un precio de $ 150, la tribuna Olímpica vale $ 200, y las tribunas y platea América tienen un costo de $ 300. Como de costumbre en todo el torneo, los menores de diez años accederán gratis.

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