Tras la victoria ante Ecuador en la última fecha y el consecuente primer puesto en el grupo, la selección de Uruguay arranca hoy la etapa más importante del torneo continental. No en detrimento de lo anterior, que dejó buenas sensaciones en un equipo compacto y versátil a la vez y lleno de confianza por los resultados obtenidos, sino porque en toda etapa decisiva de cualquier campeonato están depositados los más significativos anhelos: consagrarse campeón, clasificarse a la Copa del Mundo.
Creemos mucho en la forma, en cómo se llega, por más que el camino se haga al andar. Los buenos rendimientos son impulsos, avales si se quiere, y empujan la idea de la selección celeste. Y estos botijas que desprenden (y contagian) furiosa adolescencia llegan al inicio de la parte medular del campeonato con los ojos grandes y los sueños intactos. Más los resultados, que importan: cuatro partidos jugados, los cuatro ganados, Pajarito Valverde entre los goleadores del torneo, ninguna expulsión, buenos rendimientos individuales y colectivos, y además ganas, pero ganas de jugar como lo hacían hasta hace dos o tres años con otros compañeros, sin esas satinadas camisetas, en las veredas, en la calle o -los más afortunados- entre las raídas matas de pasto de un cantero.
Claro que el resto de las selecciones juega y también tiene sus ilusiones intactas. Ésa es la gracia. A la selección de Ecuador se la conoce, por más que haya guardado algún jugador en el último partido de la serie. Son rápidos, puf, muy rápidos, y juegan con decisión hacia el arco rival. Además, son fuertes cuando les toca defender. La otra selección que avanzó por la misma zona fue Argentina; y por más que no haya dado mucho pie en bola durante la serie, se metió entre los mejores y siempre es Argentina (semántica aparte).
Santiago Ostolaza optimiza a su equipo. Cuenta con todo el plantel para hoy y es muy probable que los titulares sean los mismos que en los tres primeros partidos. Guarda secreto y está bien: se sabrán hoy de tarde. Los rivales contra los que Uruguay no jugó, que son Colombia, Brasil y el local Paraguay, integraron un grupo parejo que se definió en la última jornada. Prácticamente se ganaron entre todos, salvo los guaraníes, que no perdieron ningún partido. Invictos como los gurises del Vasco, los paraguayos acumulan dos partidos ganados y dos empates.
Cinco finales
Además de los partidos de hoy, en la semana se jugará la segunda fecha rumbo al título y a la clasificación para el Mundial de Chile.
El viernes las seis selecciones verán fútbol en el estadio de Libertad de Asunción del Paraguay. A primera hora (17.50) abrirán la triple jornada Brasil y Ecuador, a continuación (20.00) jugarán los locales ante el equipo de Argentina, mientras que para el final quedará el duelo de los nuestros ante Colombia (22.10).
A partir de la tercera fecha, que se cumplirá el lunes 23 de marzo, habrá una hora de diferencia en los inicios de cada partido (16.50, 19.00, y 21.10), pero sólo para quienes vayan a los estadios o lo miren en territorio guaraní: Paraguay vuelve al huso horario habitual, y por lo tanto, en nuestros televisores Uruguay seguirá jugando a las 22.10. Lo dicho: a Uruguay siempre le toca al final por disposición del locatario, aunque el orden de partidos de la última fecha de la fase final podrá ser modificado de acuerdo a la opción del equipo con mayor posibilidad de ser campeón (así reza el comunicado de la Conmebol).
Ese lunes el orden será: Colombia con Argentina, Paraguay con Ecuador y Uruguay con Brasil. La penúltima fecha se desarrollará el jueves 26 y tendrá a Colombia frente a Ecuador en la apertura; a continuación jugarán Paraguay y Brasil, y para el cierre los celestes se enfrentarán a Argentina. Y última fecha, que es flexible de acuerdo a los resultados, de momento indica que el primer juego será entre Ecuador y Argentina, luego jugarán Brasil y Colombia y, al final, Paraguay con Uruguay.