Ingresá

Sebastián Píriz, de Peñarol, festeja su gol ante El Tanque Sisley, el sábado, en el estadio centenario. Foto: Javier Calvelo

Saturday night live

2 minutos de lectura
Contenido exclusivo con tu suscripción de pago

Pese a sufrir hasta el extremo ante El Tanque Sisley, Peñarol se reencontró con la victoria y mantuvo la punta.

Contenido no disponible con tu suscripción actual
Exclusivo para suscripción digital de pago
Actualizá tu suscripción para tener acceso ilimitado a todos los contenidos del sitio
Para acceder a todos los contenidos de manera ilimitada
Exclusivo para suscripción digital de pago
Para acceder a todos los contenidos del sitio
Si ya tenés una cuenta
Te queda 1 artículo gratuito
Este es tu último artículo gratuito
Nuestro periodismo depende de vos
Nuestro periodismo depende de vos
Si ya tenés una cuenta
Registrate para acceder a 6 artículos gratis por mes
Llegaste al límite de artículos gratuitos
Nuestro periodismo depende de vos
Para seguir leyendo ingresá o suscribite
Si ya tenés una cuenta
o registrate para acceder a 6 artículos gratis por mes

Editar

Con recursos limitados y un puñadito de hinchas soplando desde la América, El Tanque Sisley empujó a Peñarol contra el arco de la Colombes con tal de llevarse un empate que hubiera sido hazañoso. Una sucesión de córners, un centro envenenado de Yefferson Moreira, la presencia intimidatoria de Chiquito Fosgt, los manotazos de Migliore para alejar la pelota a como diera lugar, y un postrero y alto remate de Zunino, fueron el resultado de una inesperada inversión de roles. El chico rascaba el bolsillo y se tiraba arriba. El grande y líder miraba el reloj y sufría, como si la tempranera renta de dos goles fuera un recuerdo de otro partido. Terminó 2-1 y con suspiro de alivio.

Dos de los tres cambios de Bengoechea tuvieron un sentido claramente defensivo. Por asociación con los nervios del final, el último de todos quizás sea el más recordado. Gonzalo Viera entró por el Japo y el equipo cerró con cinco en el fondo. Bastante antes, seis minutos después del descuento de El Tanque, Marcel Novick había entrado por Pacheco. La variante permitió que Peñarol se preparara mejor para detener el tránsito que los de Möller proponían a espaldas de sus volantes, donde Nico Díaz habilitaba a Murillo y a Surraco. También a un subidor Zunino, como pasó en la jugada del gol verdinegro, nacida tras un error grueso de Diogo Silvestre.

Los casi 35 minutos que pasaron entre el gol de El Tanque y el final replantearon una discusión de la era pre Bonomi: ¿inseguridad o sensación térmica? Es que a Migliore prácticamente no le patearon, pero el aliento cercano de un rival dispuesto a dejar todo por la hazaña transformó el Centenario en un saco de nervios. También contribuyó el contraste: aun generando más situaciones que su adversario, Peñarol perdió la fluidez ofensiva de un primer tiempo en el que Zalayeta dio cátedra jugando en corto y haciendo jugar. Poco después de un remate que dio en un caño, Leyes hizo el primer gol y dejó una imagen que seguramente le valga nuevas oportunidades. Al rato, Píriz recicló basura en el área y puso el segundo. Ni se sospechaban los fantasmas del final, que estuvieron a punto de transformar a Freddy Varela en el personaje de la semana y sentarlo en el sillón de algún late night show.

Detalles

Peñarol (2): Migliore (bien); Albín, Valdés, Mac Eachen y Diogo Silvestre; Aguiar, Píriz y Japo Rodríguez (87’ G Viera) (línea de cinco); Pacheco (63’ M Novick) (no pasarán); y Leyes (buena nueva) (65’ H Novick) y Zalayeta (hace jugar). DT: Pablo Bengoechea.

El Tanque Sisley (1): D Silva (algo nervioso); Fosgt (asusta), Ferrón (rifado) y Aguirre; Zunino (se animó), Lima (sí) (78’ Maxi Borges) (ofensivo), D Viera (70’ J P Fagúndez) (medio, por la derecha) y Moreira (crecido); Nico Díaz (de + a -) (85’ Franco López) (delantero canterano); y Surraco y Murillo. DT: Raúl Möller *.

Goles: 21’ Leyes (P), 33’ Píriz (P) y 57’ Zunino (ETS).

(*): Por suspensión de Raúl Möller, el equipo fue dirigido por su hijo y asistente Ricardo.

Este artículo está guardado para leer después en tu lista de lectura
¿Terminaste de leerlo?
Guardaste este artículo como favorito en tu lista de lectura