Este lunes, en el Coliseo de Toronto, tuvieron lugar las finales de all around individual, tanto en la rama masculina como en la femenina. Los gimnastas uruguayos Cristian Meneses y Débora Reis consiguieron clasificar a esta instancia, en un hecho sin precedentes para este deporte en Uruguay.
Al cierre de esta edición, la diaria estaba presenciando la participación de Reis. La actuación de Meneses, que finalizó más temprano, tuvo algunos altibajos, como él mismo reconoció. “Podría haber sido mejor, sin duda, pero como venimos bastante cansados, a decir verdad, creo que estuvo aceptable”, explicó el uruguayo de 19 años. El cansancio, como él mencionó, fue un factor determinante.
Dos exigentes competencias, tanto a nivel físico como mental, estuvieron separadas solamente por un día de descanso para los hombres y ninguno para las mujeres. Meneses nunca antes había clasificado a una final all around en competencias internacionales, por lo que puso a prueba su resistencia y lo sufrió en algunos momentos. Con un gran futuro por delante, Cristian tiene metas ambiciosas para su carrera. “Tengo que resetear el sistema, y, así como el sábado tuve la mejor competencia en mi vida, ahora tengo que buscar tener una mejor competencia que ésa”, aseguró.
En esa búsqueda, su entrenador es pieza clave. Mario Martínez trabaja con Meneses desde hace 12 años. “Lo agarramos cuando era solamente un niño, y a los 12 años se convirtió en un proyecto de gimnasta”, resaltó el entrenador. Ese proyecto todavía está en pleno desarrollo, según dijo: “Para nosotros fue importante esto, la primera experiencia de dos competencias seguidas en un torneo. Recién ahora estamos iniciando a este nivel, y pensamos que dentro de unos seis años vamos a tener un nivel competitivo de primera línea”.
Pero esta actuación histórica de Meneses y Reis no sólo marca la proyección de un futuro auspicioso para ellos, también les abre camino a las nuevas generaciones. “Cuando uno está solo en un país [como Meneses] cuesta muchísimo sacar elementos nuevos y hacer ejercicios de dificultad”, manifestó Martínez. Agregó: “Cuando hay alguien como Cristian, que empieza a hacer las cosas, los que vienen atrás, los más chicos, viven eso en los entrenamientos, y hacen las cosas en menos de la mitad del tiempo”. Como parte de este trabajo de proyección de la gimnasia nacional, Martínez se detuvo en un aspecto muy importante: Uruguay está preparando un equipo de mayores para competir a nivel internacional en los próximos años. Meneses no está solo, y se espera que esta generación joven de competidores se consolide poco a poco a nivel internacional.
Como un empujón más para la consolidación, el entrenador uruguayo reveló que actualmente hay un set completo de aparatos que se recibieron como donación desde China y están prontos para ser instalados. Esta mejora de la infraestructura le daría a Uruguay un salto cualitativo en cuanto a las condiciones y calidad del entrenamiento. La principal preocupación del entrenador es mantener a todos estos jóvenes en la gimnasia. “Ya me pasó antes. Perdimos dos o tres generaciones de gimnastas, porque cuando uno abandona el deporte, el resto del grupo siente la falta y poco a poco se aleja”. Toronto no es la piedra fundacional de este proceso, pero, por el bien de la gimnasia artística uruguaya, esperemos que éste haya sido un escalón del que nunca se baje.