Ingresá

El huracán de La Calzada

4 minutos de lectura
Contenido exclusivo con tu suscripción de pago
Contenido no disponible con tu suscripción actual
Exclusivo para suscripción digital de pago
Actualizá tu suscripción para tener acceso ilimitado a todos los contenidos del sitio
Para acceder a todos los contenidos de manera ilimitada
Exclusivo para suscripción digital de pago
Para acceder a todos los contenidos del sitio
Si ya tenés una cuenta
Te queda 1 artículo gratuito
Este es tu último artículo gratuito
Nuestro periodismo depende de vos
Nuestro periodismo depende de vos
Si ya tenés una cuenta
Registrate para acceder a 6 artículos gratis por mes
Llegaste al límite de artículos gratuitos
Nuestro periodismo depende de vos
Para seguir leyendo ingresá o suscribite
Si ya tenés una cuenta
o registrate para acceder a 6 artículos gratis por mes

Editar

A media cuadra de la capilla San Cono, en Florida, está la sede del Nacional vernáculo, y a tres o cuatro está la cancha, junto a La Calzada, una estrecha arteria con puente inundable que desde las últimas décadas del siglo XIX permite atravesar el río Santa Lucía Chico de orilla a orilla, en la zona este de la capital departamental. Desde la capilla a La Calzada es todo bajada. Desde La Calzada a cualquier punto de la ciudad es todo repecho. Es por eso que los artistas Pablo Soca y Marcelo Laporta, en la marcha que le compusieron al tricolor, cuentan que “sube desde La Calzada un grito enorme, un grito de gol”. Y aunque la cancha de Nacional (las canchas, en realidad, ya que en el mismo recinto están también las del fútbol infantil) es tal desde 1958, antes de ese año los gritos de gol también sabían subir a la ciudad desde la misma zona: del otro lado del río, a pocas cuadras de distancia, muy cerca de la Asociación Rural de Florida, estaba la cancha que Nacional tuvo desde 1920, cuando, como Dionisio, nació por segunda vez.

Su fundación data de 1914, un año después del primer torneo local, en el que participó Peñarol. Urgía un Nacional, y surgió. Pero pese a esa fundación de 1914, en 1920 los diarios locales anunciaron que estaba por formarse un club al que llamarían Nacional. Si es un nuevo Nacional o una refundación, se desconoce con certeza (los registros de la participación previa de Nacional en el torneo local datan sólo de 1914 y 1915). Lo concreto es que prácticamente desde el surgimiento del fútbol local organizado en torneos hay Nacional en Florida, y ese Nacional ha estado vinculado al Santa Lucía Chico, a La Calzada y al Barrio del Este, hoy conocido como barrio San Cono. Y San Cono, no el barrio sino el santo, también ha tenido arte y parte en algún tramo de la historia; por ejemplo, cuando la comisión de su capilla aportó 50% de lo que costó el terreno de la cancha, según contó Walter Cayaffa, un ex jugador y ex dirigente de 88 años que conoce buena parte de la historia tricolor por haberla vivido en carne propia. Y apunta que, de acuerdo a la narración oral, antes de la cancha de la Rural, no muy lejos de ésta, estuvo el primero de los escenarios en el que los tricolores eran locales; en la cabecera este del puente Piedra Alta, donde hoy está el frigorífico. Como dato anecdótico, en el año que nació Nacional de Florida el puente Piedra Alta se derrumbó en uno de sus tramos. El primer laurel de Nacional, según las diferentes investigaciones realizadas por historiadores del deporte floridense (las de José Monti y Edgardo Ariel Ferreyra han sido fundamentales para este artículo), data de 1921. Fue la entonces popular Copa Failache, que ganó también en 1922, cuando consiguió, además, su primer título de liga. El segundo fue en 1924. En los años posteriores fue perdiendo brillo, al punto de descender en 1930. Siguió participando, pero década tras década estuvo en un continuo subibaja entre A y B.

Otro renacimiento

El punto de inflexión en la historia deportiva de Nacional tiene fecha: 25 de octubre de 1994. Nació formalmente ese día su fútbol infantil, que como todo comienzo fue complicado. “Fue una locura; tremendo esfuerzo”, comentó a la diaria el dirigente Daniel Acosta, uno de los responsables de la gestación, nacimiento y crianza de la criatura, junto con la familia Díaz, Alejandro Aloy, Pablo Soca y Teresa Ghan, entre otros tantos. Hubo que comprar ocho equipos para vestir todas las categorías y trabajar día a día en lo anímico, ya que los resultados no necesariamente eran los mejores; muchas veces las derrotas en algunas categorías eran por goleadas abultadas. “Se trataba de perseverar, de hablar todos los días, de convencer”, recuerda Acosta. Una década después, Nacional ya se había convertido en una potencia del fútbol infantil, y más tarde pasó a serlo también de las divisiones inferiores de la “cancha grande”. El retorno a los laureles en primera llegó en 2007, un año después de haber estado en una B un tanto virtual. Entonces comenzó una seguidilla de triunfos de torneos cortos en Primera División (es el club que tiene más de éstos en el fútbol de Florida), hasta que en 2012 logró su primera temporada, después de 88 años. “Van llegando copas, fruto del esfuerzo”, dice la marcha, lo que desnuda que es reciente, como el clímax de su palmarés. De la época no tan laureada del tricolor local surgieron, de todos modos, destacados futbolistas que fueron profesionales y campeones, como el Negro Washington González y Rudy Rodríguez. De la más reciente, del énfasis en las divisiones inferiores, sobresalen nombres como los del golero Javier Irazún y los delanteros Julián Lalinde y Sergio Cortelezzi.

Guardia que vengo

Los títulos de temporada que arrancaron en 2012 siguieron en 2013 y 2014, y es innegable favorito a continuar la racha en 2015. Es que la mayoría de los jugadores de ese 2012 sigue en el plantel, así como su DT, Leonardo Guardia (responsable del trienio, bajo la presidencia de Martín Trezza), quien en cada partido intenta que sus dirigidos “tengan el carácter y actitud para afrontar el juego con el máximo de sus posibilidades innatas, con personalidad, y las adquiridas técnico-tácticas”, según explicó a la diaria. Guardia, que fue golero, tiene uno de los puntos más altos del cuadro precisamente en la valla, con Damián Bermúdez. Cuenta con jugadores experimentados de la talla del defensa Pablo Patrón y los volantes Víctor Manuel Álvarez y Ricardo González; y aunque este año no ha estado disponible el goleador Guillermo Pacheco por lesión, entre Federico Sanner, Rodrigo León, el propio Patrón y otros, como Jose Cayaffa, nieto de Walter, se han encargado de que no falte el grito de gol que, “como la creciente, inunda las canchas” (tal la referencia de la composición de Soca y Laporta a las aguas del Santa Lucía que, un año sí y otro también, riegan naturalmente por algunos días las instalaciones del complejo deportivo tricolor). En Nacional uno no encuentra figuras descollantes, pero sí un cuadro sólido, compacto y efectivo. En la Copa Nacional de la Organización del Fútbol del Interior que está en desarrollo ya logró estar entre los 16 mejores, lo que iguala su mejor participación, en 2014. Este año perdió un solo partido en la serie, ganó seis y empató dos. El último triunfo fue el sábado, en La Calzada, 2-1 sobre Independiente de Flores, en el partido de ida por octavos de final. Nacional, que ya es una potencia en Florida, aspira a serlo también en el interior. Y no sólo en la rama masculina, sino también en la femenina, en la que ya ostenta un título del interior en la categoría sub 16.

En lo deportivo es innegable: Nacional está en continuo ascenso. Sopla fuerte, se siente. No en vano la marcha agrega: “Desde la calzada sopla un huracán”.

¿Tenés algún aporte para hacer?

Valoramos cualquier aporte aclaratorio que quieras realizar sobre el artículo que acabás de leer, podés hacerlo completando este formulario.

Este artículo está guardado para leer después en tu lista de lectura
¿Terminaste de leerlo?
Guardaste este artículo como favorito en tu lista de lectura