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Empataron Villa Española y Racing

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No fue negocio para ninguno, porque la tónica del partido que jugaron ayer Villa Española y Racing en el Obdulio Varela dejó a ambos con la sensación de que se pudieron haber llevado los tres puntos. Villa Española, en lo bueno de lo malo, consiguió su primer punto en el campeonato.

El 4-4-2 que paró Jorge Casanova tuvo éxito en el primer tiempo, con un equipo solidario en la marca que presionó la salida del cervecero. Renato César y Bruno Correa lastimaron por las bandas y tiraron varias globas para el argentino Matías Castro y el Bigote Santiago López. Alguna pudo terminar en gol, pero el arquero racinguista Diego Melián estuvo seguro y no cedió.

Los de Sayago, que siguen con Ney Morales como entrenador invicto (suma dos victorias y cinco empates), no encontraron mucho ritmo en la primera parte y fueron un equipo bastante lento comparado con lo que demostraron a lo largo de este torneo. También fue un 4-4-2 el sistema de los de Sayago, con la novedad de la presencia de Líber Quiñones entre los titulares. En el complemento vinieron los cambios; el director técnico albiverde mandó al habilidoso Ignacio Lemmo en lugar del minuano Jonathan Pérez y la cosa funcionó. El ex Progreso encaró por la izquierda, con complicidad de Gabriel Fernández, y se generó peligro para el arquero local.

Fue en la mitad del segundo chico que Lemmo castigó con vehemencia al arco de Ignacio Barrios. El arquero dio rebote y la pelota tomó un efecto raro hacia arriba en el área chica. Con el manual del goleador, y de mejor cabeceador, el Gordo Quiñones se elevó y castigó de cabeza para su primer grito en el torneo, festejadísimo por la parcialidad cervecera.

Villa Española se fue con todo en busca del empate y lo logró a los pocos minutos. El ingresado Pablo González castigó de derecha y Diego Melián tapó. En el rebote, otro jugador aurirrojo pateó y esta vez el rebote del arquero cervecero dio en el palo; en la sobrecarga apareció Pablo Silva y la empujó para el definitivo 1-1. Los minutos finales tuvieron a los de Sayago volcados al ataque, pero no pudieron concretar.

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