Ingresá

Matías Zunino y Martín Rabuñal, de Defensor Sporting, festejan el tercer gol a Nacional, anoche en el estadio Luis Franzini. Foto: Sandro Pereyra

Defensor Sporting venció 3-2 a Nacional en el Franzini tras ir 2-0 abajo

2 minutos de lectura
Contenido exclusivo con tu suscripción de pago
Contenido no disponible con tu suscripción actual
Exclusivo para suscripción digital de pago
Actualizá tu suscripción para tener acceso ilimitado a todos los contenidos del sitio
Para acceder a todos los contenidos de manera ilimitada
Exclusivo para suscripción digital de pago
Para acceder a todos los contenidos del sitio
Si ya tenés una cuenta
Te queda 1 artículo gratuito
Este es tu último artículo gratuito
Nuestro periodismo depende de vos
Nuestro periodismo depende de vos
Si ya tenés una cuenta
Registrate para acceder a 6 artículos gratis por mes
Llegaste al límite de artículos gratuitos
Nuestro periodismo depende de vos
Para seguir leyendo ingresá o suscribite
Si ya tenés una cuenta
o registrate para acceder a 6 artículos gratis por mes

Editar

Defensor sabe de hazañas, de durezas, de estilos y de arruinar fiestas. La noche dominguera, que arrancó preciosa y terminó con un viento bravo, regaló un partido formidable de ritmo hipervertiginoso que no dio respiros a propios y ajenos en el Franzini. Los locales ganaron con fuerza, con ganas y con mucha rebeldía. Nacional se fue masticando la bronca por tenerlo dominado con el parcial 2-0.

El juego no pudo haber arrancado mejor para el tricolor. El clásico 4-2-3-1 planteado por Martín Lasarte le generó muchos problemas a Defensor Sporting en salida y eso hizo que rápidamente los tricolores se acomodaran mejor en el juego. La velocidad de Kevin Ramírez y Sebastián Fernández, junto a la pausa justa de Tabaré Viudez, fue clave en los primeros minutos. Cuando nada aparecía y apenas se estudiaban, cayeron dos bombas seguidas del Colo Romero que le generaron un lío bárbaro a Guillermo Reyes.

En la primera de ellas, la defensa violeta reaccionó tarde. Tras un centro llovido que despejó la zaga fusionada, la pelota salió hacia el medio y nadie marcó al volante tricolor que apareció solo. Romero calzó la guinda de forma espectacular, sin siquiera dejarla picar, y la pudrió contra el palo. Golón.

Pero si el primero había sido hermoso, el segundo fue aun más. Pasaron apenas cinco minutos y otra vez apareció el volante, que en la jornada cumplió 100 partidos con la camiseta alba, con una pinturita. Esta vez el remate fue desde el borde del área en el sector derecho, con un zapatazo que tomó un efecto extrañísimo. La pelota se levantó apenitas por encima del golero Reyes, y se metió a sus espaldas en el único lugar que podía ingresar. Colorado de alegría. El 2-0 parecía lapidario, Nacional jugaba mejor y dominaba las acciones, aunque apenas iban 20 minutos. Con ganas, Defensor empezó, de a poco, a arrimarse. El partido se friccionó con el paso de los minutos y varios jugadores violetas fueron cortados cuando intentaban meterse. La clase de Nicolás Olivera, que se retirará del fútbol al finalizar este torneo, más las ganas del sanducero Maximiliano Gómez y la fuerza de los juveniles del club, pudieron. Eduardo Acevedo plantó un 3-5-2, aunque los dos carrileros, Matías Zunino y Mathías Suárez, hicieron el ida y vuelta permanentemente para colaborar en la marca. La mitad de la cancha, con la fuerza de Rabuñal y Benavídez, más el buen juego de Matías Cabrera, fueron claves en la remontada. Y esta apareció en el minuto 34, cuando Cabrera llegó exigido a definir ante Esteban Conde, y el arquero le tapó. En el rebote apareció Nico para el merecido descuento.

Con las ganas, el sacrificio, y el orden táctico, Defensor Sporting se fue acomodando y llegó con más peligro al arco de Conde. Siempre, como en toda la noche, Gómez hizo un gran trabajo sucio de espaldas al arco. El sanducero bajó un montón de pelotas y asistió en la diagonal a sus compañeros para el gol. Pero en un cambio de roles, fue Nicolás Olivera, en la hora del primer tiempo, el que le bajó la pelota en la medialuna a la joven promesa violeta. El delantero, con alma y vida, estampó un bombazo que se metió en el arco de Esteban Conde, rebote mediante.

El 2-2 fulminó mentalmente a Nacional, que desde ahí le fue muy difícil generar tantas chances como en el primer tiempo. Si bien en el arranque del segundo Guillermo Reyes se lució con una gran tapada ante un cabezazo de Hugo Silveira, las chances fueron pocas para los tricolores. Y eso lo aprovechó Defensor, que se plantó firme en la zona de los visitantes y los obligó a jugar el mano a mano permanentemente. Así llegó el tercero violeta.

En un tiro de esquina, en el que parecía que la pelota estaba pérdida, Olivera tocó en corto con Matías Zunino. El carrilero esperó al colombiano Sergio Otálvaro, lo midió y le cuchareó la pelota por encima para ganar la pulseada y meterse al área. Cuando estuvo cómodo, Zunino sacó un misil inatajable para Conde y puso el tercero. El amor propio cerró muy bien a Defensor Sporting, que se mantuvo firme en la marca hasta el final para arruinar la fiesta tricolor y posicionarse muy bien de cara a la Sudamericana. Nacional sigue primero con Danubio, aunque su inicio de semana pudo haber sido mucho mejor.

Este artículo está guardado para leer después en tu lista de lectura
¿Terminaste de leerlo?
Guardaste este artículo como favorito en tu lista de lectura