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Hincha de Wanderers el sábado, en el Parque Viera. Foto: Federico Gutiérrez

Barco a la deriva

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Wanderers derrotó a Peñarol 4-1 en el Viera.

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Montevideo Wanderers goleó a Peñarol en la tarde sabatina del barrio del Prado, con dos anotaciones de Gastón Rodríguez -que no festejó sus goles- y otros dos de Diego Riolfo. Este triunfo permite a los bohemios seguir prendidos en la tabla anual, en busca de la clasificación a la Copa Sudamericana, único objetivo que persigue el equipo del riverense Gastón Machado en esta temporada. Peñarol, que tras el agónico empate clásico esperaba un futuro más tranquilo y la pelea del Uruguayo ante Plaza Colonia, complicó sus aspiraciones de quedarse con el Clausura e incluso con la anual.

La próxima etapa será determinante: los carboneros recibirán al líder, Plaza Colonia, en el Campeón del Siglo y ahí seguramente se escribirá una página decisiva en la historia del Torneo Clausura y del Campeonato Uruguayo 2015-2016.

El no festejo

Los primeros 20 minutos del partido el sábado en el Viera fueron de una dinámica poco habitual en las canchas uruguayas. Esa potestad no sólo perteneció a Wanderers, equipo que nos ha acostumbrado a ver un fútbol con velocidad y toque, sino que Peñarol, tan cascoteado y resistido por el mundo futbolero, se contagió y también, por momentos, se presentó ambicioso en su juego. Las llegadas por la izquierda de los carboneros Diego Rossi y Federico Valverde -que sacó un zapatazo genial y obtuvo como respuesta una gran atajada a mano cambiada de Leonardo Burián- tuvieron como contrapartida, por el lado bohemio, los peligrosísimos avances de Javier Cabrera por la derecha y los remates del goleador Gastón Rodríguez. Y fue Gastón quien, tras una buena jugada de Adrián Colombino por el medio, abrió el marcador con terrible zurdazo cruzado que batió el arco de un Gastón Guruceaga que hasta entonces había sido la figura aurinegra. El gol, en la última jugada del primer tiempo, se suponía que le caería muy pesado a Peñarol, que encontró el empate, de penal, en el amanecer del segundo tiempo. Quedaba todo en familia: Maximiliano Rodríguez pateó la pena máxima y el 1-1 llegaba gracias a los hermanos Maxi y Gastón. El bohemio no le dio respiro a Peñarol: dos minutos después, se puso nuevamente en ventaja por un exquisito córner de Gastón y un cabezazo del más chiquito, Diego Riolfo.

Como en todo el campeonato, Peñarol no supo mantener la calma y se fue como loco arriba, aun cuando faltaban 40 minutos de partido. A raíz de esa locura instalada, un error de Valverde en la mitad de la cancha dejó a Cabrera solo frente a Guruceaga. La atajada del artiguense dejó la pelota junto a los pies de Gastón Rodríguez, quien definió bárbaro y puso el 3-1, que tampoco festejó, dejando claro el sentimiento por el equipo al que le anotó por partida doble.

La jugada previa a todas esas emociones había sido un enorme penal que se comió Andrés Cunha en el área de Wanderers, por una clarísima mano del zaguero Gastón Bueno. El 3-1 fue lapidario; Peñarol, entreverado futbolísticamente y nublado por el fallo arbitral -que se sumaba a otro penal no sancionado cuando el partido estaba 0-0-, ya no levantó el nivel, y los bohemios se quedaron tan cómodos con el partido que fueron a buscar el cuarto. Así las cosas, Riolfo la mandó a guardar otra vez, con un precioso remate desde el borde del área, imposible de atajar.

La victoria le dio aire a Wanderers para pelear hasta el final la entrada a la Sudamericana, al tiempo que desnudó la debilidad de Peñarol, que a dos etapas del final del Clausura no sabe hacia dónde va.

Echó la bronca

Reunido ayer en forma extraordinaria en el estadio Campeón del Siglo, el Consejo Directivo de Peñarol resolvió solicitar al presidente de la Asociación Uruguaya de Fútbol (AUF), Wilmar Valdez, que deje sin efecto la designación del árbitro Andrés Cunha para ser el representante del referato uruguayo en la Copa América Centenario y que dejen sus cargos los miembros técnicos del Colegio de Árbitros de la AUF. Además, anunció que en caso de que dichos pedidos no sean contemplados, retirará la confianza al Consejo Ejecutivo asociacionista.

Las solicitudes realizadas por los carboneros no sorprendieron, porque luego de finalizado el partido sabatino en el Parque Viera, debido a la molestia por el arbitraje de Cunha, algunos dirigentes ya habían anticipado que harían reclamos como los que se terminaron confirmando ayer.

El Consejo Ejecutivo de la AUF se reunirá hoy para tratar oficialmente el planteo aurinegro, pero todo indica que no se dará lugar a los reclamos, lo cual eventualmente podría aparejar nuevas reacciones de la directiva que encabeza Juan Pedro Damiani.

Para redondear el cuadro de situación, ayer la sede de la AUF y la de la Asociación Uruguaya de Árbitros de Fútbol, ubicada en el estadio Centenario, amanecieron con pintadas amenazantes, lo que motivó que ambas entidades realizaran la denuncia policial.

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