“De todas maneras, y más allá de las polémicas, el tema no terminó, y la reunión que se estaba celebrando anoche [martes], al cierre de esta edición, en la sede cerrense, podría haber empezado a encauzar el camino hacia una solución”.
Así terminaba la nota que salió publicada en nuestras páginas ayer, con la esperanza y la convicción de que alguna solución podía aparecer y de que Cerro empezaría un nuevo camino de preparación para lo que se le viene -el Campeonato Uruguayo y la Copa Libertadores-. En la noche del martes, finalmente se decidió que Alfredo Jaureguiverry, candidato de la lista perdedora, sería el presidente de Cerro, lo que le dio un giro increíble al tema, pero la cuestión lejos estuvo de quedar ahí.
Los pasos, según la cronología de los hechos, fueron los siguientes: Walter Píriz ganó las elecciones del sábado, pero ni bien se conoció el resultado fue atacado en la puerta de la sede cerrense -todo hace presumir que por parte de personas vinculadas a la lista perdedora- y un día después se bajó de la presidencia e incluso hasta de su agrupación; entonces su candidato a vicepresidente, Andrés Pérez, quedó encaminado hacia la presidencia, pero se tomó unas horas para decidir qué hacer. Después de un par de reuniones entre las dos listas, la 2, ganadora (Agrupación Luis Tróccoli, que consiguió siete cargos, con Walter Píriz como presidente y Andrés Pérez como vice), y la 1, perdedora (Por un Cerro Profesional, que consiguió cuatro cargos en la comisión directiva, con Jaureguiverry como primer representante), finalmente se resolvió que el candidato perdedor en las elecciones, Jaureguiverry, quedara como presidente.
Pero el trasfondo de violencia que rodeó el acto eleccionario, como era previsible, generó un ruido muy fuerte, tanto hacia la interna del club como hacia afuera, desnaturalizando por completo la situación y dejando una imagen ciertamente lamentable. Sobre esos hechos de violencia registrados el sábado en la sede cerrense de la calle Grecia habló la secretaria de la comisión electoral del club, la escribana Ivonne Mariño, en el programa Derechos exclusivos, que emite Radio Uruguay.
“A algunos los identifiqué como integrantes de la lista 1 [la de Jaureguiverry]. Eran más de 20 personas. Fue horrible, espantoso; queriendo al club como lo quiero, es inadmisible y muy incómodo. Yo no estoy atada a nadie, no soy de la comisión, yo soy hincha y cumplí con mi rol”. Además, con respecto a la postura que Jaureguiverry tomó en primera instancia, de denunciar fraude, Mariño declaró: “No hubo absolutamente una irregularidad; hicimos un conteo y dio ganador a la lista 2. Pidieron un segundo conteo y dio ganador a la lista 2, así de sencillo. Lo garantizo yo con la fe pública de mi profesión”. Sobre los pasos a seguir, según la legalidad, Mariño dice que “hay que tomar medidas: llamar a asamblea, formar una directiva provisoria y volver a llamar a elecciones”.
Más tarde, Jaureguiverry, en conversación con la diaria, dijo que los integrantes de la comisión directiva electa efectivamente van a llamar a asamblea en 48 horas. Todo indica que el candidato perdedor no asumirá la presidencia y tendrán que realizarse nuevas elecciones.
Seguramente mucho tuvo que ver en la marcha atrás de Jaureguiverry el comunicado emitido ayer de tarde por la Secretaría Nacional de Deporte, solicitándole un informe a la Asociación Uruguaya de Fútbol (AUF), “ante los hechos de público conocimiento ocurridos en ocasión del acto eleccionario del Club Atlético Cerro”. En primer lugar, el organismo le pidió a la AUF “que informe sobre los hechos de violencia difundidos por los medios de comunicación y si se efectuaron las denuncias policiales o penales correspondientes”, y en segundo lugar, “que envíe la información relativa a la integración de la comisión directiva y si esta responde al cumplimiento de las normas estatutarias y reglamentarias de la institución, así como el resultado de las elecciones”.
Esta información, que fue publicada en el Twitter oficial de la SND, movió la estantería, pero más que nada tuvo el valor de ser un mensaje esperable y saludable ante el mutismo general oficial que imperó en los días que siguieron a la accidentada jornada electoral.
Ahora habrá que ver qué decisión toman los socios cerrenses, pero, pase lo que pase, hoy estamos mejor que ayer.