Apenas pasado el mediodía de hoy, a las 12.10, Andrés Silva ocupará su lugar en el taco de partida del andarivel 5 de su serie clasificatoria de los 400 metros con vallas, en la que buscará avanzar a las semifinales de la prueba.
Su serie es la sexta, la última del día, por lo que a la hora de competir, el velocista ya sabrá qué tiempo debe conseguir para clasificarse. Eso siempre y cuando no se meta entre los primeros tres puestos de su carrera, ya que de ser así avanzará directamente a las semifinales y será uno de los 24 mejores de estos Juegos Olímpicos en su disciplina.
Entre sus rivales, el tacuaremboense -que hoy llegará a su cuarta participación en los Juegos Olímpicos- tiene el quinto mejor registro de esta temporada, con 49,25 segundos, por lo que se espera una carrera sumamente competitiva para él. En caso de avanzar, las semifinales serán mañana, con hora de inicio marcada para las 21.35.
Jinetéandola
Ayer debutó en la prueba de salto ecuestre Néstor Nielsen, que proseguirá su participación mañana.
El jinete uruguayo, junto a su caballo, Prince Royal Z de la Luz, completó una pasada con cero faltas y solamente sumó un punto de penalización por exceso de tiempo.
Nielsen volverá a la pista mañana, cuando sea el séptimo en saltar. Este factor agrega un poco de dificultad para el uruguayo, ya que no contará con la oportunidad de observar a varios competidores antes que él y ver cuáles son las trampas del nuevo recorrido y cómo atacan los obstáculos los demás saltadores. Para seguir avanzando en la prueba, Nielsen debe terminar el día colocado entre los mejores 45 de la competencia. Los puntos para esta etapa se arrastran, por lo que el uruguayo llega en el puesto 25, buscando no sumar puntos para clasificarse nuevamente y quedar bien posicionado en la siguiente etapa.
Los jinetes de peor ranking luego de la primera ronda son ocho, y tienen ocho puntos, por lo que Nielsen ya tiene terreno ganado sobre ellos. Completar una actuación sin tirar palos nuevamente, y sin sumar más de dos puntos por penalización de tiempo, significará avanzar a la siguiente ronda. En tal caso, no habrá necesidad de esperar la participación de los demás concursantes.
Agua brava
El remero Jhonatan Esquivel completó su participación en los Juegos el sábado con un sexto puesto en la Final C.
Esquivel consiguió la mejor participación para Uruguay en su prueba desde Seúl 1988, cuando el mercedario Jesús Posse finalizó la competencia en el puesto 11º. En 1992 fue el mismo Posse quien ocupó el 18º lugar. Ahora Esquivel empardó esa actuación y consiguió su objetivo, que era estar en la Final C. Luego de remar por última vez en Río de Janeiro, Jhonatan aseguró que no le dio el físico para pelear por un mejor lugar en esa regata, como hubiera querido.
El fin de semana también marcó el cierre de la participación de los uruguayos de las tres embarcaciones que compitieron en estos Juegos Olímpicos, porque ninguno de ellos consiguió clasificarse a la Medal Race de su clase.
La de mejor resultado en comparación con la cantidad de competidoras y teniendo en cuenta sus objetivos previos fue la sanducera Dolores Lola Moreira. La abanderada celeste terminó en el puesto 25 entre 37 veleristas. Lola se había propuesto estar en la pelea para ser una de las 20 mejores, mientras que Luis Chiaparro, su entrenador, aseguraba previamente que estar entre el puesto 20 y 25 ya sería un gran logro para ella. Este año, Moreira competirá en el Mundial juvenil, tras finalizar en el cuarto puesto el año pasado.
Alejandro Foglia tuvo un día excelente ayer, terminando tercero y primero en las regatas del día, pero ya era demasiado tarde. Su cuarta presencia en los Juegos Olímpicos no lo dejó para nada conforme. Jano terminó en el lugar 19 en la clasificación general entre 23 competidores. Su objetivo era entrar en la Medal Race -a la que acceden los mejores diez- con posibilidades de pelear por las medallas.
Por su parte, Pablo Defazio y Mariana Foglia volvieron a tener dos buenas regatas en las que terminaron en el sexto lugar, pero ellos tampoco llegaron al último día con posibilidades de acceder a la Medal Race, aunque de todas formas demostraron, una vez más, ser competitivos al más alto nivel.
Diplomado
Emiliano Lasa consiguió en la noche del sábado convertirse en el mejor atleta uruguayo en la historia de los Juegos Olímpicos.
Nunca antes en atletismo un representante celeste había terminado en la sexta posición o más arriba, y él lo consiguió. Por su ubicación entre los mejores ocho competidores, Lasa se hizo merecedor del Diploma Olímpico, reconocimiento con el cual el Comité Olímpico Internacional reconoce la performance de los deportistas que finalizaron entre el cuarto y el octavo puesto en sus pruebas. En una competencia muy exigente y con la cuota necesaria de suerte, Lasa demostró que es uno de los mejores saltadores del mundo y abrió puertas para el futuro de su carrera. Tras ser finalista olímpico, según asegura el propio deportista, podrá competir como invitado en importantes torneos internacionales, por ejemplo la etapa final de la Diamond League. Tanto deportiva como económicamente, la buena tarea de Lasa en estos Juegos puede ayudar a que su desarrollo continúe y pueda seguir mejorando sus marcas.