En la hora, como más le gusta al hincha, con garra y con sentimiento. Un gol en offside, que incluyó festejo con expulsión, le valió al equipo violeta su segunda victoria en el campeonato para quedar en el lote de escoltas del puntero Nacional. El hombre del gol, de la polémica y de la calidad fue el sanducero Maximiliano Gómez.
De arranque, parecía que todo quedaba en la casa prestada que utiliza el naranja, el Parque Palermo, pero el equipo no pudo aguantar el ritmo inicial que había marcado. Los 11 que puso en la cancha el español José Emilio Riquelme Galiana, con un marcado 4-4-2, tuvieron un buen juego en los primeros 15 minutos, durante los cuales dominaron las acciones. El lateral Sergio Felipe fue uno de los más querendones junto con las arremetidas de Federico Millacet y Cristian Souza.
El entrenador de los violetas, Eduardo Acevedo, plantó un 3-4-1- 2 con Matías Cabrera como enlace. Matías Zunino y Matías Suárez se encargaron de hacer el doble ritmo de la mitad de la cancha hacia atrás, cuando el equipo quedaba en desventaja numérica. Pero la apuesta no le salió bien al principio. La IASA aplicó una constante presión en el fondo violeta y lo obligó a reventar el balón para poder salir al ataque. De hecho, las más claras del naranjita vinieron por errores del equipo visitante. Sin embargo, en el segundo tiempo Sud América se apagó y todo lo bueno que había mostrado hasta el momento se derrumbó. Defensor se pareció cada vez más a lo que dejó el campeonato pasado y empezó a caer por las bandas para generar peligro en el arco defendido por el venezolano Alain Baroja. En sólo diez minutos los violetas apuraron y casi hacen el primer gol. Gonzalo Bueno tuvo una oportunidad, pero tapó bien el golero buzón. En la jugada siguiente la tuvo Gómez, pero se fue afuera.
Eduardo Acevedo movió fichas y mandó a Martín Rabuñal por Gonzalo Bueno y a Gonzalo Carneiro por su tocayo Maulella, y cambió el esquema táctico para pasar a jugar con un 4-4-2. Tan bien le salió la movida a Acevedo, que en la primera que tocó Rabuñal la mandó a guardar. El juvenil Benavídez le robó una pelota en la salida a Edgar Martínez y lo dejó solo. El recién ingresado no vaciló y definió muy bien.
La tónica se mantuvo y fue el violeta el que estuvo más claro. Sud América no aprovechó los espacios que dejó su rival y gastó sus últimas balas en el final. Una jugada personal del venezolano Heber García le dio un penal cuando Nicolás Correa lo bajó. Bruno Giménez lo cambió por gol.
Quedó ahí y hasta parecía que la IASA podía llevarse algo más que un empate, pero el sanducero Gómez recibió un tremendo pase -en posición dudosa- de cara al arco en el final. Sin dudarlo, la mando a guardar. Festejó y se colgó del tejido. Lo expulsaron, pero no le importó: su equipo ganó y fue gracias a él.