La Casa Blanca continúa fustigando al gobierno ruso por el apoyo que le brinda al gobierno sirio, encabezado por Bashar al Assad, postura que se intensificó luego de los ataques con armas químicas de la semana pasada en la provincia de Idlib. Rex Tillerson, secretario de Estado de Estados Unidos, declaró: “No entendemos por qué Rusia promueve el uso de la violencia para mantener a Al Assad en el poder. Si logró poner a Donald Trump en la presidencia de Estados Unidos solamente con computadoras y sin disparar un solo tiro, ¿por qué no puede hacer lo mismo en Siria?”.
Varios analistas consideran que la relación entre Trump y Al Assad llegó a un punto en el que no hay “vuelta atrás”, y es inevitable que en el corto o mediano plazo la superpotencia invada Siria para colocar un gobierno afín a sus intereses. “Eso es un hecho. Si aún no ocurrió fue porque el ataque con armas químicas en Idlib obligó al Pentágono a revisar su estrategia, que hasta ahora consistía en inventar que Al Assad aún tiene un arsenal químico. La confirmación de que efectivamente lo tiene cambió radicalmente el panorama”, afirmó un experto en política de Medio Oriente de la Universidad de Stanford al periódico The New York Times.
Fuentes de la CIA confirmaron que el plan para tratar de convencer al mundo entero de que el Ejército sirio usa armas químicas estaba “más que encaminado”. “La idea empezó a gestarse durante el gobierno anterior, pero no se concretó porque al ex presidente Barack Obama le pareció que el invento de George W Bush de que Sadam Hussein tenía armas de destrucción masiva estaba muy fresco. Pero Trump sabe que la mayoría de sus votantes ya no reconocen la diferencia entre la verdad y la mentira”, aseguró un funcionario de la agencia de inteligencia, aunque agregó que el hecho de que finalmente no sea necesario usar una excusa para invadir Siria “puede facilitarles un poco las cosas a los demócratas que también quieren la invasión desde hace años, porque defender una nueva farsa les iba a resultar difícil”.