Con menos brillo del esperado para los celestes, finalizó el Sudamericano de atletismo que tuvo como sede Asunción del Paraguay. En esta edición, la número 50, del torneo continental, Uruguay cosechó tres medallas: dos de plata y una de bronce. En relación con la edición más reciente, la de Lima 2015, el desempeño uruguayo fue sensiblemente más bajo. Las razones fueron diversas, pero en aquella ocasión Uruguay había conseguido cuatro medallas de oro y una de bronce.
Las principales expectativas uruguayas de obtener una medalla de oro en el certamen se centraban en el saltador Emiliano Lasa, finalista olímpico en 2016 y ya clasificado al Mundial de Londres, que se llevará a cabo en agosto. Lamentablemente, luego de dos saltos (uno de ellos válido, de 7,89 metros), Lasa tuvo que abandonar la prueba debido a molestias musculares.
Aun así, su marca se mantuvo al tope de la clasificación hasta la quinta vuelta, en la que el brasileño Paulo Sérgio dos Santos lo superó por escasos cuatro centímetros y redondeó su 7,93 metros final. Con ese salto, el brasileño consiguió la medalla de oro y relegó a Lasa al segundo lugar. Completó el podio el chileno Daniel Pineda, con un salto de 7,87 metros.
“En el segundo salto me frené un poco, inconscientemente, porque ya me estaba incomodando y no podía seguir saltando sabiendo que podía lesionarme, teniendo el Mundial por delante”, aseguró Lasa minutos después de la prueba a la diaria. Pese a eso, su fuerza de voluntad casi lo lleva a tomar un riesgo innecesario.
“En el último salto fui a hablar con Nélio [Moura, su entrenador] y le dije que quería saltar, pero él me lo negó rotundamente. Yo sabía que no podía, pero estaba caliente en ese momento y quería intentarlo. Tomé la mejor decisión, así que estoy tranquilo”, concluyó. Lasa cuidó su físico por obvias razones, ya que el objetivo es ser finalista en el Mundial que comenzará el 4 de agosto. Una lesión en esta instancia lo habría dejado sin la competencia más importante del año. Volverá a competir en Marruecos, en la Diamond League.
En la mañana de ayer llegaron las dos medallas restantes para la delegación celeste. En primer lugar, Déborah Rodríguez consiguió la de bronce en la prueba de 800 metros. Luego de tomar la decisión de no participar el sábado en la prueba de 400 metros con vallas, en la que era la vigente campeona, la apuesta era revalidar el oro en 800 metros. Según explicó la atleta, una lesión que sufrió la semana pasada y que le impidió entrenar fue el motivo por el que prefirió no exigirse corriendo dos pruebas, y optó por la de los 800. En esas dos vueltas, corrió por encima de su récord nacional (2:01.46), totalizando un tiempo de 2:07.41, y perdió la medalla de plata en los últimos pasos, a manos de Andrea Calderón, de Ecuador. La estrella de la prueba fue la colombiana Johana Arrieta, que dominó de punta a punta y se llevó el oro.
Mientras tanto, en salto alto Lorena Aires impuso un nuevo récord nacional con una marca de 1,82 metros, por encima de su mejor registro, que era de 1,80 metros. Con esa altura, Aires igualó a la colombiana Fernanda Murillo, quien se llevó la medalla de oro por haber conseguido la marca en su primer intento. En cambio, Lorena necesitó dos intentos para lograrlo, tras un primer salto nulo. Luego, en la altura de 1,85 metros, ninguna de las dos pudo superar la vara y el título se fue para Colombia. De todas maneras, fue una gran actuación de la saltadora uruguaya, que se propuso ir a Paraguay a mejorar su marca y pelear el oro para clasificarse a Londres. Hizo ambas cosas, y por muy poquito no se subió al primer escalón del podio. De todos modos, el conseguido es un gran logro para una atleta que sigue mejorando sus registros y no ha cumplido aún los 22 años, un dato importante teniendo en cuenta que se trata de una prueba que se caracteriza por la longevidad de sus participantes. Por citar un ejemplo, la española Ruth Beitia, última campeona olímpica, consiguió dicho resultado con 37 años.
En otros resultados del fin de semana, Andrés Silva llegó cuarto en los 400 metros con vallas y seguirá buscando la marca clasificatoria para el Mundial de Londres, que todavía no consiguió. En 1.500 metros, María Pía Fernández obtuvo el cuarto puesto tras correr estando engripada, y no pudo revalidar su bronce de 2015. En la misma prueba, Eduardo Gregorio terminó quinto, lo que significa su mejor ubicación en un Sudamericano.
Por último, el debutante Mateo Pascual, de 18 años, se metió en la final de 400 metros llanos y en dicha instancia mejoró su marca personal, que pasó de 48,30 segundos a 48,10 segundos.
Uruguay pasó por este Sudamericano de atletismo con algunas alegrías, pero sin medallas de oro y, por lo tanto, sin aprovechar la posibilidad de sumar nuevos clasificados al Mundial.