“Vivimos un maravilloso torneo. Estar en la Copa del Mundo es importante para el fútbol uruguayo, y ser de los cuatro mejores, también. Creo que teníamos equipo para estar más arriba”. Con esas palabras cerró su conferencia de prensa el director técnico de la selección sub 20, Fabián Coito, luego del encuentro disputado ayer con Italia, en el que la celeste cayó 4-1 por penales, luego del empate sin goles que se produjo en los 120 minutos de juego. Los dichos del entrenador resumen la sensación final con la que se quedó el grupo tras la culminación del Mundial surcoreano, que ganaron los ingleses, que en el encuentro definitorio vencieron 1-0 a Venezuela en el estadio Mundialista de Suwon.
Un rato antes, en el mismo escenario, celestes e italianos disputaron un encuentro parejo, impregnado de esa sensación extraña que suelen tener los partidos por el tercer y cuarto puesto. En su última presentación en el torneo, la celeste comenzó jugando con Santiago Mele; José Luis Rodríguez, Agustín Rogel, Matías Viña y Mathías Olivera; Gonzalo Viera, Rodrigo Bentancur y Federico Valverde; Rodrigo Amaral, Agustín Canobbio y Joaquín Ardaiz. En el segundo tiempo ingresaron Nicolás de la Cruz y Juan Manuel Boselli.
En la tanda de penales el único anotador de Uruguay fue Valverde, mientras que los remates de Amaral y Boselli fueron atajados por el arquero italiano Alessandro Plizzari. Pese a la sensación amarga de perder en los penales y quedar en el cuarto puesto, la celeste finalizó el Mundial invicto, ya que sólo fue derrotado en los penales ayer y en el partido semifinal con los venezolanos.
La final se jugó en Suwon, un rato después del partido de Uruguay, y finalizó con victoria de Inglaterra 1-0 sobre Venezuela. Luego de la final se llevó a cabo la ceremonia de premiación, en la que la FIFA premió con el balón de plata al volante uruguayo Federico Valverde, distinguido como el segundo mejor jugador del certamen, sólo superado por el inglés Dominic Solanke, que mereció el balón de oro.