El keniata Geoffrey Kipkorir Kirui fue el ganador de la prueba de maratón, el evento más importante de los realizados ayer en el Mundial de Atletismo, que desde el viernes se viene desarrollando en Londres.
Kirui, de 24 años, se impuso con un tiempo de 2 horas, 8 minutos y 27 segundos; el etíope Tamirat Tola quedó segundo, al completar el recorrido en 2 horas, 9 minutos y 49 segundos, y el tanzano Alphonce Simbu, tercero, con un registro de 2 horas, 9 minutos y 51 segundos.
En esta prueba tuvo una destacadísima actuación el uruguayo Andrés Zamora, que batió su mejor marca personal, con un tiempo de 2 horas y 16 minutos clavados; quedó en el puesto 20 y es el latinoamericano mejor ubicado en la competencia. “Estoy más que feliz. El circuito fue muy duro, con muchos quiebres, con muchas subidas, pero por suerte pude hacer mi mejor marca y posicionarme entre los 20 mejores del mundo”, declaró Zamora, de 24 años, minutos después de culminada la prueba; el material fue difundido por la Confederación Atlética del Uruguay.
100 atletas corrieron la maratón que se celebró en la mañana de ayer en un circuito callejero que recorrió los lugares más emblemáticos de la capital británica, pero sólo 71 pudieron completarla. Entre quienes no culminaron la prueba están los otros dos uruguayos que participaron: Nicolás Cuestas y Aguelmis Rojas, que tuvieron que abandonar la carrera por problemas físicos.
La última
Hoy competirá en Londres Déborah Rodríguez, la última integrante de la delegación celeste en salir a escena en el certamen. Rodríguez, que no logró la marca clasificatoria, sino que llegó al Mundial por invitación, estará presente en las pruebas preliminares de los 400 metros con vallas, que comenzarán a las 15.30 (hora uruguaya).
El primer uruguayo en competir en Londres fue Emiliano Lasa, quien tras una buena participación en la fase clasificatoria que se desarrolló el viernes, logró llegar a la final de salto largo que se realizó el sábado en el Estadio Olímpico de Londres; quedó en el noveno puesto en la clasificación general.
Lasa, que quedó sexto en los Juegos Olímpicos del año pasado, en Río de Janeiro, estuvo cerca de llegar a meterse entre los ocho mejores. Pero, aunque su mejor salto, que fue de 8 metros y 11 centímetros, no le alcanzó para acceder a esa última instancia, tuvo una actuación que merece ser destacada, la mejor lograda por un deportista uruguayo en la historia de los mundiales de atletismo. “Estoy contento con el logro y con haber sido finalista en un mundial, que era el objetivo principal. Obviamente que me hubiera gustado estar entre los ocho mejores, pero fue una prueba muy fuerte y los ocho mejores saltaron arriba de 8,17. Estar entre los mejores diez del mundo me deja contento, tranquilo, sabiendo que voy por el buen camino y progresando año a año para llegar bien a Tokio 2020”, contó tras la competencia.
El ganador del oro en la prueba de salto largo fue el sudafricano Luvo Manyonga, con una marca de 8,48; el estadounidense Jarrion Lawson quedó segundo, con 8,44, y otro sudafricano, Ruswahl Samaai, tercero, con 8,32.
Un reinado que cayó y otro que se mantiene
El hecho más importante del fin de semana deportivo en el mundo se produjo en la noche londinense del sábado, cuando se corrió la final de los 100 metros llanos. La expectativa era enorme antes de la competencia, la última en solitario que correría el astro jamaiquino Usain Bolt. Pero el deseo de la enorme mayoría de los presentes en el Estadio Olímpico no se cumplió, porque Bolt –después lo diría él mismo– tuvo una mala salida y terminó tercero, detrás de dos estadounidenses, Justin Gatlin y Christian Coleman. Gatlin se impuso con un registro de 9,92; Coleman, con 9,94, y Bolt, con 9,95.
La derrota de Bolt causó un impacto tremendo: el estadio enmudeció durante algunos segundos, los que se tardó en conocer los resultados de la carrera, que tuvo un final apretadísimo. La noticia del triunfo de Gatlin generó una enorme rechifla desde las tribunas. Gatlin, de 35 años, tuvo durante su carrera un par de episodios de dopings positivos, y por eso ganó en el mundo del atletismo fama de villano, contrapuesta a la dimensión mítica de Bolt.
De todas maneras, al enterarse de su triunfo, el propio Gatlin hizo una reverencia a Bolt, que inmediatamente lo abrazó y lo felicitó.
Para Bolt la caída fue dura, pero ahora deberá reponerse, porque su despedida total del atletismo profesional se dará entre el viernes y el sábado. El primer día participará con el equipo jamaiquino en las semifinales de la posta 4x100. De no mediar ninguna sorpresa, estará presente en la final de dicha prueba, que se correrá el sábado a las 17.50.
Pero, así como fue testigo del ocaso del reinado de Bolt, Londres también lo fue de la confirmación del dominio de Mohamed Farah en los 10.000 metros.
Farah, de 34 años, británico aunque nacido en Somalia, se impuso el viernes en los 10.000 metros, con un tiempo de 26 minutos, 49 segundos y 51 centésimas, lo que generó en las tribunas del Estadio Olímpico el delirio de los miles de seguidores que fueron a verlo ganar. Ganador de las medallas de oro en los Juegos Olímpicos de Londres en 2012 y de Río de Janeiro el año pasado, tanto en los 10.000 como en los 5.000 metros, Farah cerrará su actuación en el Mundial el sábado, día en el que intentará reafirmar su predominio también en los 5.000 metros.