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Personas que están semidormidas en las salas de Cinemateca desde hace años se resisten a ser desalojadas

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Decenas de espectadores critican que “la piqueta fatal del progreso” les quite su derecho a descansar arrullados por bandas de sonido de películas nórdicas.

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Este fin de semana Cinemateca Uruguaya se despide de sus tradicionales salas de la calle Lorenzo Carnelli y la avenida 18 de Julio. A partir del 5 de diciembre todas sus salas estarán ubicadas en el nuevo edificio del Banco de Desarrollo de América Latina, en Ciudad Vieja. Responsables de la institución reconocieron que es “todo un desafío”, ya que las nuevas instalaciones “cuentan con butacas cómodas, y sabemos que muchos de nuestros socios van a sentirse un poco desconcertados al principio. Esperemos que se acostumbren”.

Varios espectadores de Cinemateca criticaron la mudanza. “Yo vine en 1993 a ver una película polaca y desde ese momento estoy acá semidormido. Abro los ojos un poquito entre función y función, como ahora, y cuando se apagan las luces me vuelvo a dormir. La idea de abandonar esta rutina y volver al mundo exterior me resulta insoportable, y la única forma en que voy a salir es muerto”, amenazó un espectador que ocupa una butaca en sala Cinemateca. Otro espectador, que dormita en sala Dos desde 1982, se quejó porque “la piqueta fatal del progreso nos quiere robar el derecho a descansar arrullados por el sonido de películas nórdicas. Dicen que en la otra sala también se va a poder descansar, pero no sé, después de haber pasado tantos años mirando entre bostezos historias tristes de gente a la que joden, tengo miedo de que me jodan a mí también”.

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