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Gonzalo Bergessio, festeja el tercer gol de Nacional a Cerro, ayer, en el Gran Parque Central. Foto: Pablo Vignali

El equipo alternativo de Nacional liquidó a Cerro en menos de un período

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En realidad, no fue partido. A los 16 minutos Nacional sacó la ventaja inicial, y a los 36 el rival quedó con diez hombres por la expulsión del defensa central Emiliano Díaz, quien acumuló dos amonestaciones muy torpes. En adelante, el encuentro tomó tintes de práctica, liviana para el ganador, que fue sumando goles, y muy esforzada para el equipo que estaba en inferioridad numérica, que ofrecía una ventaja que no está en condiciones de dar. Estamos hablando –hay que recordarlo– de un equipo que venía de hacer una actuación muy elogiable, como visitante en Perú por la Copa Sudamericana.

Podría haber sido distinto siempre pasa– si Cerro hubiera tenido más persistencia y algo más de suerte tanto en las acciones iniciales de Maureen Franco pivoteando en el ataque como si el tiro de Jonathan Barboza, a los seis minutos, no hubiera dado contra el horizontal y se hubiera convertido en gol en el arco defendido por el panameño Luis Mejía, que a partir de ese momento tuvo muy poco trabajo.

Pero también la contracara: los tricolores se perdieron –nada menos que en los pies del muy bicho en acciones de área, el argentino Gonzalo Bergessio– un gol regalado por un error increíble de Darwin Torres al tirar una pelota hacia atrás, hacia un golero que estaba lejos y saliendo. Con el arco libre, el experto delantero tiró afuera.

Esos fueron los escarceos iniciales. Después todo fue tricolor en el Gran Parque Central. Vino el gol del capitán Alexis Rolín –desde 2012 no convertía para Nacional, aunque es verdad que anduvo mucho tiempo por otros lares– y, más tarde, la expulsión de Emiliano Díaz. Si era bravo 11 contra 11, con diez contra 11 llegar a un buen resultado era una situación inaccesible. Lo peor de Díaz fue la falta por la que mereció una amarilla, la primera, en una situación de ataque. Un defensa no puede arriesgar nunca una amarilla en esa zona. Después no se cuidó y, teniendo él la pelota más cerca que Gonzalo Bueno, le tiró el cuerpo arriba, por lo que le sacaron la segunda amarilla que significó la expulsión.

Momento de sumar goles

Los goles fueron pautando ese partido desparejo. El segundo fue de penal, cometido por Torres contra Bergessio en una acción bien ganada, mandándose en el área con pujanza frente a varios rivales. El mismo ejecutó con calidad. En el segundo tiempo llegaron los otros dos tantos. Ambos fueron de buena calidad.

Los puntos altos del equipo alternativo tricolor –ese que lleva cuatro partidos al hilo, el de ayer más el 4-2 a Torque, el 3-0 a Rampla Juniors y el 2-1 a Fénix– está en su accionar colectivo muy equilibrado, en no dar paz defensiva a sus rivales y, aunque se pueda encontrar defecciones individuales o, al menos acciones no muy ricas en algunos jugadores, son más los que ganan elogios por sus destacadas actuaciones. Mejía es muy buen golero, Rolín está encarrilando su rendimiento (aunque ayer fue una gran macana hacer méritos para una expulsión justo cuando había tenido el honor de salir con la banda de capitán), el argentino Gino Peruzzi es un excelente lateral, Gabriel Neves es un volante muy interesante que siempre está más adelante que sus laderos, es un buen rompedor de juego y recuperador y sabe tocar en corto cuando es necesario, Sebastián Rodríguez está pidiendo primera y dejar el equipo de la reserva, y algo similar sucede con Bueno y ese buen valor que es Bergessio, el que pasó por la selección argentina cuando la dirigía Diego Maradona.

El alternativo gana y gana

Todos sabemos lo que está pasando y presumíamos que eso es así en nuestro fútbol, que los equipo B de Nacional y Peñarol tienen chance de ser campeones o, al menos, de ganar muchísimas veces la mayoría de sus partidos. Habría que escribir un tratado sobre este asunto en el que no debería faltar el análisis de los presupuestos que manejan ambos clubes y el de los restantes 14 clubes. También debería surgir de dónde proviene ese mayor dinero invertido en planteles y en condiciones de entrenamiento y descanso. Habría que hablar de la promoción de prensa desmesurada que tienen esos equipos, los más populares por lejos, en detrimento de sus rivales de los fines de semana, de la capacidad de inversiones que pueden hacer en sus reservas juveniles, etcétera, etcétera...

Lo cierto, lo inmediato, es que ayer Nacional ganó muy bien y que, triunfo tras triunfo, ya tiene ganada la corona de líder del Apertura y a la espera de mayores desafíos... y sin utilizar a sus titulares.

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