Cerro derrotó en el estadio Luis Tróccoli 2-0 al conjunto peruano de Sport Rosario y de esa forma, con un global de 2-0 (en la ida habían empatado sin goles en la altura de Huaraz), avanzó a la segunda fase de la Copa Sudamericana 2018 que se jugará después del Mundial de Rusia. El rival de Cerro se conocerá en el sorteo que se llevará a cabo el 2 de junio.
Fue una buena victoria cerrense, que además terminó representando un acontecimiento relevante: en su cuarta participación en torneos oficiales de la Conmebol (Libertadores 1995, 2010, 2017 y su debut, ahora, en la Sudamericana) es la primera vez que logra avanzar de fase. El equipo dirigido por Fernando Petete Correa logró un seguro desarrollo del juego pensando en el paso que debía dar para clasificarse, y además consiguió en el momento justo –el de la expulsión de un futbolista de Sport Rosario– abrir el marcador con un gol de Franco López, que apenas hacía algunos segundos que había salido a la cancha. Iban 19 minutos de la segunda parte y se encaminaba el triunfo y, con él, la clasificación. Cerro alineó a Yonatan Irrazábal, Christian Núñez, Juan Izquierdo, Darwin Torres, Leandro Zazpe, Agustín Sant’Anna (64’ Franco López), Richard Pellejero (66’ Jonathan Barboza), Felipe Klein, Aníbal Hernández (87’ Matías Duffard), Maureen Franco y Santiago Ciganda.
Cerro, Cerro
El Pocho estaba ahí, con el amargo recién empezado y el termo apretado con el brazo izquierdo mientras con esa mano sostenía el mate. Estaba a las risotadas con el Negro, recordando aquel partido de hace añares en ese mismo estadio, y con un montón de gente como anoche, cuando casi se le va todo a la mierda, el termo, el mate, y el Negro, a quien tenía apoyado con su brazo derecho en el hombro, cuando el peruanito entró, tocó, gambeteó y quedó mano a mano con Yonatan Irrazabal. Había empezado el partido, y aquellos hombres que se solazaban con el recuerdo de su equipo casi se van al piso, lo mismo que Cerro, con aquel casi gol desde el vestuario de Sport Rosario. Esa primera atajada de Irrazabal podía ser decisiva en el partido, y seguro que lo fue. Sólo iban tres minutos, pero cuando Yonatan se tiró a cortar el profundísimo ataque peruano podría haber decidido la llave. Esa primera atajada de Irrazabal de un tiro de Christofer Gonzales fue más que una señal.
Después de ese aviso el partido pareció tomar un rumbo de ida y vuelta con los peruanos, más atrevidos que en el partido de ida. Los ataques del elenco de la ciudad de Huaraz fueron repetidos y generaron varios tiros de esquina. Gonzales fue fundamental en la creación y desequilibrio de los rosarinos peruanos. Cerro respondió básicamente poniéndole un par de pelotas muy peligrosas a Maureen Franco, que por dos veces, antes de los 20 minutos de juego, estuvo cerca de marcar para los cerrenses.
A los 34 minutos Maureen Franco metió un zurdazo impresionante que Salomón Libman sacó del ángulo. Fue el aviso de que los cerrenses estaban para quebrar el partido.
Te soy muy franco
Más o menos parecido fue el arranque del segundo tiempo. Sport Rosario se mostró como un equipo que jugaba bien, avanzaba con algunas certezas y tal vez dejaba dudas en su zona defensiva. Eso hizo ver que Cerro podía marcar, pero también que no debía descuidarse.
Esta vez no sorprendió al Pocho ni al Negro que, ya acomodados contra el cemento, entreveraban la esperanza con un mate lavado y muy caliente, y el justo y dulce toque grasoso de las bolas de fraile por media docena, recién hechitas.
A los 18 minutos el partido cambió porque hubo una expulsión en el elenco peruano. Tulio Etchemaite vio su segunda amarilla y dejó con diez hombres a Sport Rosario. Apenas unos segundos después llegó la apertura del marcador por parte de Franco López, que en su primera acción –recién había entrado para sustituir a Agustín Sant’Anna– mandó con un derechazo la globa al fondo de las redes. Fue una muy buena jugada, primero por la izquierda con Leandro Zaspe habilitando el centro, y cuando se ensució la acción la pelota fue a parar a la derecha, Christian Núñez dio el pase de gol al punto penal y Franco López anotó. Con un gol arriba, y jugando contra diez rivales desesperados por cambiar el marcador, la clasificación estaba muy bien encaminada.
Casi llegando a la media hora se sentenció el partido y, con él, la clasificación. Al toque, después de una buena jugada, Zaspe recibió una habilitación y desde el piso, casi en el área chica, infló las redes con un remate con el pie derecho. 2-0 seguro y con visa para seguir soñando y viajando.
Bo, ta diciendo el de la diaria que Cerro nunca había pasado de fase. Y tiene razón, Pocho, nunca habíamos pasado. Está lindo pasar así. Nos vemos.