Luego de que se conociera la noticia del envenenamiento del ex espía ruso Serguéi Skripal en suelo británico, Londres acusó a Moscú de estar detrás del ataque. El motivo habría sido que Skripal reveló la identidad de varios agentes secretos rusos a cambio de 100.000 dólares. Un funcionario del gobierno británico declaró: “No podemos permitir que envenenen a nuestros informantes. Así nadie va a querer vendernos información, o nos la van a vender pero mucho más cara, y no podemos permitir que nuestro presupuesto se dispare”.
La ofensiva del gobierno de Theresa May contra Moscú obtuvo ayer un importante apoyo de varios países europeos y de Estados Unidos, que en forma coordinada expulsaron a decenas de diplomáticos rusos. En el caso de Estados Unidos la noticia fue muy bien recibida, ya que muchos consideran que podría tener “efectos positivos e insospechados”. “Si vamos a expulsar a representantes del gobierno ruso, creo que perfectamente podríamos incluir a Donald Trump entre estos representantes. En definitiva, estamos hablando de personas que fueron colocadas en sus cargos por Vladimir Putin”, declaró un senador del Partido Demócrata.
Algunos críticos del gobierno de Trump creen que los beneficios de esta situación podrían ser aun mayores. “Si logramos que Trump dé los nombres de otros representantes del gobierno ruso como él, a lo mejor Vladimir Putin lo manda envenenar, y nos lo sacamos de encima de una buena vez por todas”, sugirió un activista.
La popularidad de Trump está pasando por un momento complejo debido a las revelaciones de la actriz porno conocida como Stormy Daniels, quien había acusado al presidente estadounidense de haberla acosado sexualmente. Si bien la Casa Blanca rechazó estas acusaciones, fuentes cercanas a Trump reconocieron que la relación existió. “Daniels, como profesional del sexo, lo sedujo con sus orgasmos falsos. Ese tipo de mentiras son su debilidad”, declaró un allegado al mandatario.