Sin lugar a dudas, hoy por hoy, es una de las mejores jugadoras de Uruguay. Está en España, partió hacia allí en los primeros días de este año. Vive en Madrid y transita por su segunda incursión en el fútbol de aquel país.
La primera vez defendió por una temporada a Málaga, en el que todavía está la sanducera Pamela González. Luego volvió a Uruguay, donde se volvió a integrar a Colón y jugar la Copa Libertadores 2017. Se llama Yamila Badell, tiene 22 años cumplidos el 1º de marzo, es futbolista profesional y juega en el Club Deportivo Tacón, equipo que milita en el grupo 5 de la Segunda División de España.
Ya es una jugadora histórica: convirtió los únicos dos goles de Uruguay en una Copa del Mundo. Fue en Azerbaiyán 2012, en la categoría sub 17. Aquellos goles ante Alemania la ratificaron como goleadora y, por tanto, como una de las destacadas de nuestro fútbol femenino. Hoy en día, Yamila está en Madrid porque, entre tantas razones, cree que allí se puede vivir de lo que a ella le gusta.
En charla con la diaria, contó en qué momento estaba cuando le surgió la posibilidad de llegar al Tacón. “Me tomaba saliendo de una lesión de la rodilla, y cuando llegué a Madrid lo hice en mi mejor forma gracias a los fisioterapeutas de la Mutual Uruguaya. Estoy mejorando en muchos aspectos: futbolísticos, tácticos, en la preparación”, dijo la delantera, quien además habló de las diferencias entre el fútbol de uno y otro mundo: “Más que nada son en lo táctico. Mientras que en Uruguay utilizábamos el 4-4-2 o el 4-3-3, acá, en España, se utilizan otros sistemas tácticos y con otras variantes. Además, me estoy adaptando a una nueva posición, de media punta, tratando de colaborar más en el medio juego, posición distinta de la que jugaba en Uruguay, donde siempre fui delantera neta. El fútbol nuestro es más de pelotas largas, más directo. Aquí, en el Tacón, se toca más el balón, y, en lo personal, busco el hueco, tratando de dar el pase final”.
Se avecina la Copa América de abril. La incógnita era y es si el equipo español la cederá para el torneo más días de los que son reglamentarios. El entrenador, Ariel Longo, cuenta con ella y ya fue reservada, aunque se ha manejado que las citaciones de jugadoras del exterior están en duda por temas económicos.
“Por suerte estoy en un club en el que tanto el cuerpo técnico como la directiva me apoyan en una futura convocatoria para la selección. Ahora, sobre el tema económico no tengo idea. Lo único que tengo claro es que el cuerpo técnico se comunicó conmigo. Tacón me cedería 15 o 20 días anteriores a la Copa. En los amistosos previos con Paraguay no estuve porque que el cuerpo técnico iba a probar a otras compañeras. Después depende de la Asociación Uruguaya de Fútbol, si va a invertir o no. Confío y espero que sea así, porque se ha formado un lindo grupo de trabajo de cara a la Copa América y ahí se verán los frutos”, aseguró a la diaria la futbolista.
En cuanto a la práctica en sí, la curiosidad de saber cómo es un día de su vida fuera de Uruguay estuvo planteada en la charla. La delantera describió: “Lunes, miércoles y viernes, por la mañana, voy al gimnasio y entreno tren superior y medio. Descanso los martes, mientras que los lunes, miércoles, jueves y viernes se entrena duro sobre las 19.00. El descanso de los martes es necesario y ese día no hago prácticamente nada, porque los trabajos que hacemos son muy intensos, con bastante ritmo”.
Hubo otro tema infaltable: cómo empezó su vínculo con el fútbol. “Empecé en el club Playa Honda, jugando con varones varios años. Luego pasé por equipos de niñas, Alumni y Nacional, donde tuve como director técnico a Hugo Laborde. Después del último año de fútbol infantil me llamó [el dirigente] Paulo Chaves para jugar en Colón, y allí hice prácticamente toda mi carrera, salvo en 2015-2016, cuando jugué en Málaga. En el 2016-2017 volví a Colón”.
Actualmente en Uruguay se apuesta a amalgamar las generaciones sub 17 y sub 20. Al decir de Ariel Longo, allí está el futuro del fútbol femenino uruguayo. A Yamila, las selecciones juveniles le traen buenos recuerdos. “Estuve al tanto de lo que hizo la sub 20 [en el reciente Sudamericano jugado en enero]. Se vio reflejado el trabajo, hicieron buenos partidos. La actuación no fue mala a pesar de la poca preparación con la que fuimos. En cuanto a la sub 17, me interesa cómo las jugadoras van evolucionando en su fútbol. Indudablemente, es una generación que dará que hablar, mejor dicho ya está dando que hablar. En Mar del Plata salieron segundas después de Estados Unidos, superando a Chile y Argentina, o sea, jugando con rivales poderosos de igual a igual. Siempre dije que tenemos una buena cantera, hay mucho futuro”, explicó Badell.
Las realidades son distintas, es verdad. Mejorar en muchos sentidos es un debe del fútbol femenino. Pero así como falta, también es pertinente decir que los procesos de acumulación van dando sus frutos. De todas formas, para ser profesional y vivir del fútbol, Yamila reconoce que es en el exterior que eso se consigue, aunque no en todos los casos. “Por suerte soy profesional, tengo las necesidades básicas cubiertas. Con mi representante nos fijamos en eso, en tener el dinero para que no me falte nada. Pero eso no les sucede a todas las jugadoras. Tengo compañeras que estudian y trabajan. Estamos en un equipo que les da una ayuda económica por defender la camiseta, lo que, lamentablemente, no pasa en todos los clubes. En ese sentido se parece a Uruguay”.
Este año nuestro país será sede de la Copa del Mundo sub 17 y la pregunta recurrente fue: ¿habrá un antes y un después? La delantera parece tenerlo claro: “El fútbol femenino va avanzando, lentamente pero avanza. Claramente, al haber un Mundial en Uruguay creará mucha expectativa. La gente tendrá más curiosidad por ver a Uruguay y otros equipos. Los medios acudirán más, se interiorizarán de otra forma. Espero que se cambie la cabeza, aunque no debería existir el Mundial para que los actores como la prensa, los dirigentes y otras personas se acercaran y dieran difusión a la actividad local. Prefiero que el proceso sea lento pero en avance, y no que sea rápido y quede en la nada”, afirmó. Cuando Badell opina, da la sensación de que no anda con vueltas. No sólo en cuanto a la difusión del fútbol femenino, sino, por ejemplo, cuando la diaria le consulta si existe más machismo en Uruguay que en España. “En España, con relación al fútbol, se observa cómo la gente apoya casi por igual. La gente consume mucho fútbol femenino. Se transmiten casi todos los partidos por televisión. No se ve tanto el machismo. En Uruguay, como en el resto de Sudamérica, se ve más que ven a la mujer como en la antigüedad. Pero día a día se está cambiando. La mujer está haciéndose un espacio”, manifestó Badell.