No hay nada igual: para las selecciones del fútbol de tierra adentro hoy de noche, en Durazno, se juega el partido que definirá quién será el mejor de la Copa Nacional de Selecciones del Interior. No hay nada igual porque habrá campeón. ¿Te imaginás lo que eso significa para dos capitales futboleras como Durazno y Minas? Que no te la cuenten. Si andás cerca poné el GPS rumbo al estadio Silvestre Octavio Landoni de Durazno que los locales y Minas juegan por la revancha tras el 1-0 duraznense en el partido de ida.
La cosa es así: Minas tiene que ganar para forzar el alargue, y si no hay cambios en el resultado –porque el tiempo extra es como un partido nuevo–, forzar la definición por penales. Según el reglamento, no importa la diferencia de goles con la que ganen los minuanos. En las finales de la Organización del Fútbol del Interior (OFI) no se computan ni las diferencias de goles ni los goles de visitante. Más claro: Minas debe ganar para forzar el alargue; si lo logra, esos 30 minutos serían un partido nuevo, y si todo termina igual hay definición por penales.
Durazno va por más gloria. Es el más ganador en la historia de OFI, con diez títulos, y quiere uno más. La última vez que salieron campeones los rojos del Yí fue en la Copa Nacional de 2010-2011. En aquella oportunidad, Durazno terminó invicto. Se quedó con su grupo en el regional del Sur con cuatro triunfos y dos empates, y después eliminó a Minas en octavos de final, a Flores en cuartos de final, a Rocha en semifinales, y se impuso en las dos finales a Salto, 3-1 en Durazno y 2-1 en el Dickinson salteño.
Lejos en el historial –pero con la esperanza escondida en el zurdo–, Minas tiene en su haber dos campeonatos nacionales, el de 1992 y el de 2008-2009. En la campaña de esta última consagración los minuanos quedaron segundos en su grupo del Este, en la segunda instancia del mismo regional eliminaron a Tranqueras, en las semifinales le ganaron los mano a mano a Maldonado y se fueron campeones del Este venciendo en las finales a Canelones del Este. Luego, ya en las finales de la Copa Nacional, el ida y vuelta por la copa fue contra Artigas. En el primer juego Minas ganó 2-1 de local y en el segundo igualó 2-2 en el estadio Matías González artiguense para traerse el trofeo enseñándoselo a más de medio país kilómetro tras kilómetro.