El proyecto de Rendición de Cuentas enviado por el Poder Ejecutivo al Parlamento contiene un par de artículos que endurecen los requisitos para que las víctimas de violencia de género puedan acceder a medidas de protección, entre ellas la vigilancia policial, al tiempo que permiten al Ministerio del Interior (MI) retirar estas medidas en caso de incumplimiento de ciertas normas. “Hoy por hoy, muchos de los agentes que podrían estar dedicándose a reprimir a las personas que roban un cajero automático haciéndolo explotar, con las consiguientes pérdidas materiales para el banco, tienen que estar custodiando a mujeres para que no las maten. Al final, parecería que la propiedad privada no valiera nada”, justificó el titular del MI, Eduardo Bonomi.
Hace algunas semanas, el jerarca se había quejado porque algunas mujeres víctimas de violencia de género seguían viéndose con sus agresores, aun luego de que la Justicia emitiera una orden de restricción contra ellos. Bonomi adelantó que el MI ya tiene preparado un protocolo que establece las condiciones que deberán cumplir las víctimas para que no les sean retiradas las medidas de protección. “La mujer no va a poder juntarse con su agresor, ni salir a bailar sola, ni usar polleras demasiado cortas. De hecho, si la pollera no les tapa las rodillas por completo, inmediatamente se pasa a retirarle la custodia policial o la tobillera [al agresor]”. “Tienen que afrontar las consecuencias de sus actos”, sentenció.