Las repercusiones del debate del martes entre Daniel Martínez y Luis Lacalle Pou no se refirieron únicamente a las exposiciones de los candidatos, sino que también incluyeron comentarios sobre la poca participación que tuvieron los seis periodistas que estuvieron junto a los dos candidatos. A pesar de las críticas, todos los periodistas consideraron que la experiencia fue “positiva”, sobre todo desde el punto de vista económico. “Ni bien terminó el debate no paró de sonarme el teléfono por ofertas para trabajar de maniquí en una tienda de ropa”, relató uno de ellos. “A mí también me llamaron para trabajar de maniquí, pero no sólo eso: también me ofrecieron hacer de estatua viviente en fiestas y eventos. Se nos abrió un mundo nuevo de posibilidades”, contó otro de los integrantes del panel de periodistas, que de todas maneras aclaró que “así como participar en el debate nos permitió lucirnos como maniquíes, también existe el riesgo de que en el próximo debate nos sustituyan por maniquíes, porque sería más o menos lo mismo”.
Un productor televisivo de uno de los canales que transmitieron el debate reconoció que se está estudiando la posibilidad de utilizar maniquíes la próxima vez, aunque no sería sólo para sustituir a los periodistas. “Si ponemos muñecos en vez de a Martínez y Lacalle Pou tampoco habría grandes diferencias; les metemos el audio de las cosas que ya dijeron mil veces en entrevistas anteriores y listo”.