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Fotos: Natalia Rovira

Solidaridad con nombre propio: Vacunación casa a casa contra la gripe

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Es una tarde fría y ventosa de otoño. Las calles están casi desiertas por una pandemia que parece lejana, pero está bien cerca. Camino rápido para el encuentro con Natalia y la primera familia. El barbijo me molesta, huelo a alcohol en gel y tomo cada recomendación de protección con obediencia.

Natalia Yarza es enfermera especializada en vacunación. Hace cinco años su abuela comenzó con algunas nanas y para cuidarla decidió estudiar esta profesión. Por su dedicación y compromiso parece que lo hace desde siempre. Trabaja en dos prestadoras de salud y, a contraturno, todos los años sale a inmunizar a familiares y amigos cuando comienza la vacunación antigripal.

Naty, como le decimos todos, es amiga de cada una de las familias que vamos a visitar, y todos estamos deseosos de verla y abrazarla, aunque sea con el alma: hace unos días perdió a su abuela y tuvo que afrontar toda esa tristeza bastante sola. Pero ella arremete pese a todo, y ni la pérdida ni las más de 200 vacunas que dio en su turno le impiden realizar una jornada de más de 14 horas.

Se asegura de que la cadena de frío, imprescindible para conservar las vacunas, esté garantizada. Aplica rigurosamente el procedimiento de conservación y de manejo de las vacunas cuando prepara los inyectables en una mesita que tiene historia familiar.

Llegamos a la primera casa, en el barrio Reducto. En la puerta nos espera María, que vive con su madre, su abuela, su hija y su marido, todos con diferentes enfermedades crónicas.

En el mismo barrio seguimos el recorrido. Conocemos cada casa, cada familia, cada historia; con todos queremos abrazarnos, besarnos, contarnos nuestras miedos y alegrías... pero los cuidados para prevenir la covid-19 no lo permiten.

De todos modos, debemos seguir: quedan varias familias, y no paran de mandarnos mensajes para saber cuándo llegaremos.

La vacuna antigripal protege contra el virus de la influenza, pero no contra el virus que provoca covid-19. De todas formas, resulta fundamental que la población de riesgo esté vacunada, para prevenir este tipo de infecciones respiratorias que podrían agravar otras afecciones.

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