En una nueva decisión que busca revertir las políticas más polémicas de su antecesor respecto de la población LGBTI, el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, revocó la prohibición de ingreso de las personas trans en el Ejército. Lo hizo mediante una orden ejecutiva en la que asegura que “será política de Estados Unidos asegurar que todas las personas trans que deseen servir en las Fuerzas Armadas y puedan cumplir con los estándares apropiados puedan hacerlo abiertamente y sin discriminación”.
El ex presidente Donald Trump había firmado un memorándum para prohibir que las personas trans se inscriban en el Ejército alegando que los militares “deben estar centrados en la victoria y no pueden cargar con los tremendos costos médicos y la alteración que supondrán en el Ejército”. Luego de varias batallas legales, el Departamento de Defensa aprobó en abril de 2019 la nueva política, que prohibía a los militares hacer la transición de género y exigía a la mayoría cumplir con las tareas según el género asignado al nacer.
“Es mi convicción como Comandante en Jefe de las Fuerzas Armadas que la identidad de género no debe ser un obstáculo para el servicio militar”, asegura Biden en la orden ejecutiva. El presidente afirma que “existe evidencia sustancial de que permitir que las personas trans sirvan en el Ejército no tiene ningún impacto negativo significativo en las Fuerzas Armadas”.
En ese sentido, menciona un estudio encargado por el Departamento de Defensa en 2016 –durante la era de Barack Obama- que determinó que permitir que las personas trans hagan el servicio militar tendría un “impacto mínimo” tanto en la preparación militar como en los costos de atención a la salud. “El estudio también concluyó que el servicio abierto para personas trans no ha tenido un impacto significativo en la efectividad operativa o la cohesión de la unidad en ejércitos extranjeros”, dice el texto, publicado en la página web de la Casa Blanca.
Además de permitir el ingreso de las personas trans en el Ejército, la orden que firmó Biden exhorta a las secretarías de Defensa y Seguridad Nacional a prohibir de inmediato “las separaciones involuntarias, los despidos y las denegaciones de continuación del servicio militar por motivos de identidad de género” e “identificar y examinar los registros de los miembros del servicio que han sido involuntariamente separados, despedidos o se les ha negado la continuación del servicio sobre la base de la identidad de género”. Solicita además que las autoridades orienten a cada departamento militar para que corrijan en los registros los datos de las personas trans que fueron despedidas o a las que se les negó el ingreso al Ejército, para “eliminar una injusticia”.