Buenos días. Les comento algunas noticias que pueden leer hoy en la diaria.
El Partido Colorado (PC) fue históricamente muy fuerte en Montevideo, cuyo gobierno departamental ejerció en forma casi ininterrumpida desde que se creó el cargo de intendente, en 1908, hasta el golpe de Estado de 1973, cuando Víctor Rachetti fue mantenido al frente de la intendencia por la dictadura hasta el comienzo de 1983. Entonces lo sucedió, por decisión del régimen, Juan Carlos Payssé, integrante del Partido Nacional (PN), quien se presentó como candidato en las elecciones del año siguiente y recibió muy escaso apoyo.
En aquellos comicios a la salida de la dictadura resultó electo el colorado Aquiles Lanza, quien falleció antes de cumplir nueve meses de gestión, con tan mala suerte para los colorados que su primer suplente, Julio Luis Grauert, ya había fallecido también y debió asumir como intendente el segundo, Jorge Luis Elizalde. Su gestión tuvo graves insuficiencias en varias áreas, por no decir en todas, y el hito negativo más recordado fue la desaparición de toneladas de azúcar que Elizalde atribuyó a la voracidad de las hormigas. Finalmente, fue obligado a renunciar por su propio partido en febrero de 1988 y sucedido brevemente por el tercer suplente, Julio Iglesias.
En las elecciones de 1989, el Frente Amplio (FA) postuló con éxito a Tabaré Vázquez, y ganó desde entonces todas las elecciones de gobierno departamental montevideano. El PC logró mantenerse en un lejano segundo lugar hasta 2010, cuando esa posición pasó a ser ocupada por el PN.
En 2015 se creó el lema Partido de la Concertación para que el PC y el PN sumaran votos en Montevideo, pero el gran beneficiado fue Edgardo Novick, postulado como candidato independiente. Resultó el más votado por ese lema, con más de 211.000 apoyos contra los menos de 104.500 que logró el nacionalista Álvaro Garcé y los menos de 16.000 obtenidos por el colorado Ricardo Rachetti.
En las últimas departamentales, de 2020, la entonces llamada “coalición multicolor” presentó, por decisión del entonces flamante presidente Luis Lacalle Pou, una sola candidatura en Montevideo, la de la nacionalista Laura Raffo. Que los colorados ni siquiera hayan competido consolidó su debilidad en la capital.
En las elecciones de octubre de este año, el PC logró sólo seis de los 38 diputados electos por Montevideo, y la votación del FA indica altas probabilidades de que este mantenga su predominio en las departamentales del año que viene. Además, el crecimiento frenteamplista en la segunda vuelta sugiere que, si parte de los votos atraídos por la candidatura presidencial de Andrés Ojeda no fueron retenidos por el oficialismo saliente, el resultado en la disputa por la intendencia puede ser, una vez más, magro para los colorados, que recién están por definir a quién postularán.
Con el panorama antedicho, no hay grandes forcejeos, pero puede haberlos porque, si bien Ojeda logró ayer un acuerdo interno para ser elegido secretario general del PC, la votación en Montevideo fue favorable a los sectores liderados por Pedro Bordaberry. En todo caso, revertir la decadencia capitalina de los colorados no parece depender de una candidatura, sino de un trabajo político en el departamento que ha declinado durante muchos años.
Hasta mañana.