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Votación de la Ley de “Muerte Digna”, el 15 de octubre en la cámara de Senadores.

Foto: Gianni Schiaffarino

Uruguay de nuevo en la vanguardia

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El miércoles, la tendencia a la expansión de derechos, que había tenido un pico hace una década larga, retomó impulso cuando el Parlamento convirtió en ley la posibilidad de que las personas con enfermedades terminales pongan fin a su sufrimiento de manera digna. La norma coloca a la legislación uruguaya en un lugar de referencia a nivel continental.

En el origen de la ley, de clara raíz liberal, estuvo el legislador colorado Ope Pasquet, quien había presentado hace cinco años un proyecto que fue la base del recientemente aprobado. Ya entonces había amplias mayorías a favor, pero su tratamiento fue aplazado durante los años en que el Partido Nacional lideró el gobierno. El miércoles, Pasquet, formalmente retirado de la actividad parlamentaria, ocupó como suplente el lugar del senador Robert Silva. Así, fue parte de la votación y de un hecho histórico.

Organizaciones religiosas se manifestaron en contra de la decisión del Parlamento, y el presidente Orsi valoró positivamente el hecho de que antes de votar la ley de eutanasia se haya logrado reglamentar la ley de cuidados paliativos.

Nuestro editorial aborda este mojón desde el punto de vista del avance de las libertades.

Hay presupuesto

El índice de productividad del Legislativo debe haber saltado en estos días, porque en la madrugada del jueves, cuando ya había salido el sol, los diputados terminaron de votar el articulado de la ley de presupuesto.

Conseguir esa aprobación no fue el primer desafío para el gobierno, que carece de mayorías en la cámara baja, pero sí el más importante. El trámite del presupuesto dejó al descubierto tanto fortalezas del oficialismo como fisuras en la llamada Coalición Republicana, que ya no lidera a la totalidad del arco político a la derecha del Frente Amplio, como era su vocación implícita.

Hubo, como era esperable, varias reasignaciones durante las conversaciones entre el oficialismo y diversos sectores opositores, pero algunos legisladores frenteamplistas quieren continuar retocando el proyecto de ley en el Senado, lo que implicaría su retorno a Diputados. Tal vez, sería “hacer una de más”, explicaron Cecilia Álvarez y Marcelo Pereira en la diaria Radio.

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