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Foto: Álvaro Laborda

Científicos de Facultad de Ciencias emitieron comunicado con tranquilizadoras puntualizaciones sobre el hallazgo de una araña del banano en Piriápolis

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Bajo el título “La araña de los bananos encontrada en Piriápolis: ni tanto ni tan poco”, los investigadores Miguel Simó y Fernando Pérez-Miles, de la sección Entomología de la Facultad de Ciencias de la Universidad de la República, emitieron un comunicado que, ante la alarma generada por la aparición de una araña venenosa encontrada en el balneario esteño, busca dar tranquilidad a la población mediante información calificada.

Sobre la araña Phoneutria nigriventer (tal es su nombre científico) encontrada en un autoservicio de Piriápolis, los expertos afirman que “se ha generado una alarma desmedida”. Luego de describir que esta especie habita naturalmente “el Bosque Atlántico del sudeste de Brasil y norte de Argentina” y que “secundariamente coloniza plantaciones de bananas”, sostienen que su introducción a Uruguay es “accidental” y que “no hay ninguna evidencia científica que las especies de Phoneutria tengan poblaciones aclimatadas establecidas en Uruguay”.

Sobre el veneno de estas arañas, afirman que “la mayor parte de los accidentes son leves involucrando dolor local, edema, eritema y sudoración. En casos moderados se agrega hipertensión arterial, agitación, vómitos y priapismo (erección patológica y dolorosa). Los casos graves sólo se han observado en niños y pueden involucrar diarrea, bradicardia, arritmia y edema agudo de pulmón”, al tiempo que “los accidentes con esta araña son muy poco frecuentes en Uruguay y hasta donde sabemos no hay casos fatales en nuestro país”. De todas formas, ante la duda o sospecha, los científicos recomiendan consultar al Centro de Información y Asesoramiento Toxicológico, con sede en el Hospital de Clínicas, cuyo teléfono es el 1722.

En el cierre del comunicado, estos estudiosos de los arácnidos recuerdan que “la enorme mayoría de las especies de arañas (99%) no son peligrosas para el hombre y contribuyen controlando poblaciones de insectos perjudiciales para la salud, la agricultura y la economía”. Así que antes de pisarlas o matarlas por la alarma irracional amplificada por los medios, más vale tener en cuenta lo que dicen estos investigadores sobre las arañas: “Son insecticidas naturales y que no contaminan”.

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