Detergentes y limpiadores domésticos de uso común podrían favorecer el sobrepeso en los bebés al alterar su microbiota intestinal, según sugiere un estudio publicado ayer en la revista científica Canadian Medical Association Journal. La investigación, llevada a cabo por expertos de varias universidades canadienses, analizó la flora intestinal de 757 lactantes de la población general de entre tres y cuatro meses y el peso entre uno y tres años de edad. Además, se observó la exposición a desinfectantes, detergentes y productos de limpieza ecológicos utilizados en el hogar. Las asociaciones con la flora intestinal alterada en los bebés fueron más fuertes en los casos de uso frecuente de desinfectantes domésticos como los limpiadores multisuperficies, que mostraron niveles más bajos de las bacterias Haemophilus y Clostridium pero más altos de Lachnospiraceae.
Según afirmó Anita Kozyrskyj –profesora de Pediatría de la Universidad de Alberta e investigadora principal del proyecto SyMBIOTA, que investiga cómo la alteración del microbioma intestinal del bebé afecta su salud–, los bebés que vivían en hogares donde se usaban desinfectantes al menos una vez por semana tenían el doble de probabilidades de poseer niveles más altos de los microbios intestinales Lachnospiraceae a la edad de tres y cuatro meses. La investigadora agregó también que cuando estos niños tenían tres años, su índice de masa corporal era más alto que el de los niños que no estaban expuestos al uso intensivo de desinfectantes en el hogar.
Por otra parte, Kozyrskyj explica que los pequeños que crecieron en hogares con uso intensivo de limpiadores ecológicos tenían niveles mucho más bajos de los microbios intestinales Enterobacteriaceae, aunque no existe evidencia de que estos cambios microbianos causaran la reducción del riesgo de obesidad.
Los expertos sugieren que el uso de productos respetuosos con el medioambiente puede estar relacionado con estilos de vida y hábitos alimenticios maternos más sanos en general, lo que a su vez contribuye a que los microbios intestinales y el peso de sus hijos sean saludables.
Pablo Zunino, quien además de médico veterinario es doctor en microbiología y se desempeña en el Instituto de Investigaciones Biológicas Clemente Estable, comentó a la diaria que “este trabajo es muy interesante y aborda un tópico que es muy actual”. “Es importante porque replantea y revaloriza los paradigmas clásicos con respecto al rol de los microorganismos y las microbiotas nativas en el mantenimiento de la salud, en particular en los niños pequeños”, señaló.
Zunino agregó que “hay que tener en cuenta que el establecimiento de una microbiota saludable se da sobre todo en los primeros años de vida, por lo que esa etapa es crucial para el desarrollo posterior del individuo”. “Esta investigación pone énfasis en la sobreoferta de desinfectantes para el hogar en el afán de lograr ambientes hiperascépticos”, agregó el especialista.
“Lo más importante de esta investigación es que establece la importancia y el valor de una microbiota normal, sobre todo en las primeras etapas de la vida, porque su disrupción puede acarrear consecuencias que hasta hace un tiempo no eran consideradas con respecto a la salud, como por ejemplo en este caso la obesidad”, resumió Zunino. “También es importante para reconsiderar el tema de la obsesión por la asepsia de los ambientes en los que están los niños más pequeños. Pero más allá de la cuestión de la obesidad que se toca en esta investigación, se sabe desde hace un tiempo que como consecuencia de hacer crecer a un niño pequeño sin una oferta normal de microorganismos –teniendo en cuenta que los primeros años de vida son la etapa en la que se educa el sistema inmune– aparecen muchos casos de alergias, asma y otros tipos de afecciones respiratorias. Estas afecciones son mucho más usuales entre los niños del primer mundo que entre los que viven en países subdesarrollados”, concluyó.
Artículo: “Postnatal exposure to household disinfectants, infant gut microbiota and subsequent risk of overweight in children”
Publicación: Canadian Medical Association Journal (setiembre de 2018)
Autores: A Kozyrskyj, M Tun, H Tun, J Mahoney, T Konya, D Guttman, A Becker, P Mandhane, S Turvey, P Subbarao, M Sears, J Brook, T Takarao, J Scott.