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Una hija saluda a sus padres desde la casilla del visitante para prevenir la infección por el coronavirus, ayer, en la casa de retiro Burgerheim Thun, en Steffisburg, Suiza.

Foto: Peter Klaunzer, EFE

“Los abuelos pueden abrazar a sus nietos”, afirmó Daniel Koch, máximo responsable del gobierno suizo en la lucha contra la covid-19

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El experto explicó que está absolutamente demostrado que los niños no son vectores de contagio.

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“Las personas mayores sufren ya enormemente como para todavía privarlas de abrazar a sus nietos, cuando se ha podido establecer que los niños no representan un peligro para ellos”, declaró Daniel Koch, delegado del gobierno suizo para la gestión del coronavirus. En declaraciones realizadas durante una conferencia de prensa, el jerarca, responsable de Epidemiología de la Oficina Federal de Salud Pública de la nación helvética, afirmó, apoyando sus palabras iniciales, que“muchos abuelos viven para sus nietos”.

El jerarca dijo que durante la pandemia se pudo establecer fehacientemente que los niños no son vectores de la enfermedad, de acuerdo a lo que consignó el sitio de noticias, Swissinfo. Sin embargo, advirtió que todavía no es el momento para que las personas mayores se hagan cargo de los menores, porque “los padres que llevan y recogen a los niños son los que conllevan el riesgo de contagio para los mayores”. Por ello, si antes se desaconsejaba que los niños entraran en contacto con las personas mayores –el grupo de personas más vulnerables a la enfermedad, además de aquellos que ya tienen problemas de salud– ahora se afirma que los abuelos pueden abrazar a los pequeños con total confianza.

Koch se refirió además al proceso de desconfinamiento, que empezó el lunes con la apertura de algunos servicios y comercios, y que incluye la reanudación total de la actividad en los hospitales. El funcionario recordó que este el proceso gradual de reapertura se toma teniendo en cuenta la evolución de la situación sanitaria en el país.

Desde que se detectó el primer caso, en Suiza 29.407 personas fueron diagnosticadas con covid-19 y 1.699 muertes fueron atribuidas a la enfermedad, según los últimos datos oficiales. Se trata de una cifra relativamente alta si se tiene en cuenta la población total del país, que es de ocho millones y medio de habitantes. Para controlar la expansión del virus, las autoridades sanitarias dispusieron tempranamente una política de testeo masivo, con 5.852 pruebas cada un millón de habitantes, cifra apenas por debajo de Corea del Sur, país que es referencia en la materia, donde se hicieron 6.148 cada millón de habitantes.

El lunes comenzó la primera fase de desconfinamiento con la reanudación de las intervenciones quirúrgicas no urgentes en los hospitales y la reapertura de consultorios y de comercios como las peluquerías, entre otros. Por otra parte, este miércoles el gobierno suizo anunció las próximas etapas del proceso. Desde el 11 de mayo reabrirán sus puertas los restaurantes, museos y bibliotecas, además de recomenzar las clases en la escolaridad obligatoria y los gimnasios, aunque siempre guardando medidas preventivas como el distanciamiento. Paralelamente, se informó que los eventos que congreguen hasta 1.000 personas seguirán prohibidos al menos hasta finales de agosto.

Como en todos los países del mundo, la pandemia de covid-19 afectó a la sólida economía suiza, que, de acuerdo a previsiones oficiales, tendrá su mayor desaceleración desde 1975, ya que el producto interno bruto se contraerá 6,7% durante el presente año.

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