En un comunicado hecho público este miércoles, la Organización Mundial de la Salud (OMS) advirtió que la esperanza de vida en todo el mundo, que en los 20 años que lleva este siglo pasó de ser de 66,5 a 72 años, podría reducirse debido a la pandemia de la covid-19. “La gente tiene vidas más largas y saludables. Lo malo es que el progreso es demasiado lento para lograr los objetivos de desarrollo sostenible y que se retrocederá con la covid-19”, se indica en el comunicado de la OMS, firmado por el director general, el etíope Tedros Adhanom Ghebreyesus.
En el informe, consignado por la agencia de noticias Efe, la OMS puntualiza que si bien el aumento de la esperanza de vida es real, sigue existiendo una enorme brecha entre los países desarrollados, donde el indicador alcanza a 80,8 años, y en las naciones en desarrollo, donde es de 62,7 años, según cifras de 2016.
De acuerdo con datos oficiales, en América Latina a la cabeza de este indicador están Costa Rica (79,6 años), Cuba (79) y Panamá (78), mientras que los países con menor esperanza de vida en la región son Bolivia (71,5 años), Guatemala (73,2) y República Dominicana (73,5). Pese a la gran brecha entre países ricos y pobres, la diferencia se redujo en lo que va del siglo, ya que mientras que la esperanza de vida media en los países en desarrollo aumentó 11 años entre 2000 y 2016, sólo lo hizo en tres años en las naciones más desarrolladas.
El informe de la OMS también muestra mejoras en el acceso a la atención médica para la prevención de enfermedades como el VIH, la malaria o la tuberculosis, así como en los servicios de maternidad, que contribuyeron a reducir a la mitad la mortalidad infantil entre 2000 y 2018. Como contrapartida, en el informe se advierte sobre una paralización de los avances en varios rubros, por ejemplo en el área de la inmunización y en la atención de enfermedades no infecciosas, que en 2016 causaron 70% de las muertes a nivel mundial, la mayoría de ellas, 85%, en países en desarrollo. En este sentido, la OMS subraya que en más de 40% de los países del planeta hay menos de diez médicos por cada 10.000 personas, y que en un mundo donde la cobertura gratuita universal es aún una utopía, unos 1.000 millones de personas gastan al año al menos 10% de sus ingresos en cuidados médicos.
“La pandemia ha recordado la necesidad urgente de que todos los países inviertan en sistemas sanitarios fuertes, como la mejor defensa ante brotes como el de la covid-19 y otras amenazas que el mundo enfrenta cada día”, se concluye en el informe.