Este año escolar lo comenzamos mirando el cielo con los gurises de la escuela sustentable de Jaureguiberry. Planificamos nuestro huerto y, además de hacerlo según las estaciones del año, usamos las fases lunares. Arrancamos conociendo las cuatro fases y viendo si se plantaba, trasplantaba o cosechaba y cómo cada una influye en las raíces, en las hojas. Aparte buscamos diferentes leyendas sobre la luna, quedamos en mirar el cielo en luna llena y ver si se cumple esa leyenda de origen maya que dice que se ven las orejas de un conejo. Descubrimos que el pasaje de menguante a luna nueva es propicio para plantar semillas que demoran en germinar, como las de algunos árboles nativos. Por eso mismo, el 5 de junio, que coincidía con el Día del Medio Ambiente, plantamos semillas de arazá y de butiá.
También estamos por entrar al solsticio de invierno, el 21; a veces coincide con San Juan, que se celebra la noche del 23 de junio. La tradición de las fogatas de San Juan la trajeron los inmigrantes europeos. Los gallegos, por ejemplo, celebran con queimada y conjuros al pie del fuego.
La queimada es una bebida con aguardiente, azúcar, cáscara de naranja y granos de café. Para prepararla se calienta una olla de barro, se moja el borde con el aguardiente y se enciende. Se quema el tiempo que se quiera; cuanto más pase, menos alcohol le queda.
Los conjuros se realizan para ahuyentar las malas energías y las brujas. Hay además una tradición de tirar papeles al fuego con nuestros deseos para que se cumplan.
En casa lo hemos hecho un par de años, a veces con queimada y otras con vino caliente y especias, al estilo quentão de los brasileños. Quemamos nuestros papeles escritos y pasamos un rato lindo alrededor del fuego con amigos.
Quentão
Ingredientes 500 ml de vino tinto. 1 limón cortado en rodajas. 1 naranja en rodajas. 250 ml de jugo de naranja exprimido. 10 clavos de olor. 5 trozos de canela en rama (de alrededor de 3 cm c/u). 3 estrellas de anís. Granos de pimienta negra. Un trozo de jengibre pelado (de 5 cm aproximadamente). Azúcar a gusto.
Preparación Mezclar todos los ingredientes en una cacerola y calentar a fuego lento sin que llegue a su punto de ebullición. Cuando esté bien caliente, retirar del fuego la mezcla. Colar y servir caliente.
Conjuro tradicional de la queimada gallega
Búhos, lechuzas, sapos y brujas
Demonios, duendes y diablos, espíritus de los nublados campos.
Cuervos, salamandras y hechiceras hechizos de las curanderas.
Podridos tallos agujereados, hogar de los gusanos y alimañas.
Fuego de las Santas Compañas, mal de ojo, negros hechizos, olor de los muertos, truenos y rayos.
Aullido del perro, pregón de la muerte, hocico del sátiro y pie del conejo.
Pecadora lengua de la mala mujer casada con un hombre viejo.
Infierno de Satán y Belcebú, fuego de los cadáveres ardientes, cuerpos mutilados de los indecentes, pedos de los infernales culos, mugido de la mar embravecida.
Vientre inútil de la mujer soltera, maullar de los gatos que andan en celo, greña sucia de la cabra mal parida.
Con este cazo levantaré las llamas de este fuego que se asemeja al del infierno y huirán las brujas a caballo de sus escobas, yéndose a bañar en la playa de las arenas gordas.
¡Oíd, oíd! los rugidos que dan las que no pueden dejar de quemarse en el aguardiente, quedando así purificadas.
Y cuando este brebaje baje por nuestras gargantas, quedaremos libres de los males de nuestra alma y de todo embrujo.
Fuerzas del aire, tierra, mar y fuego, a vosotros hago esta llamada:
si es verdad que tenéis más poder que la humana gente, aquí y ahora, haced que los espíritus de los amigos que están fuera participen con nosotros en esta queimada.