Valeria Mastrangelo lleva 15 años dedicada a la recreación de vestuario histórico de diferentes épocas, tanto de moda rioplatense como allende los mares. Este año la motiva doblemente el Día del Patrimonio, ya que el tema es el bicentenario. “Me dedico a la conservación de bienes culturales en soporte textil y papel. Restauro y conservo para distintos museos. Entonces, ese contacto de primera mano con las piezas, los trajes, me da una dimensión muy real de cómo era la moldería”, explica sobre su proximidad al tema. No estudió confección ni moda, y aunque proviene de una familia de sastres, su formación fue en conservación y en letras; lo cierto es que no le gusta coser. Su proyecto presenta un costado histórico y una dimensión performativa.
Durante los últimos 15 años fue su propia modelo, sacando las creaciones a la calle, entre la gente que va recorriendo los enclaves históricos. Esos días de fiesta nacional sale con un amigo, Sebastián Bidegain, compañero de aventuras, ataviados como seres del pasado, a compartir la experiencia de otro tiempo. “La mayoría de mis trajes son confeccionados con mezclas de textiles que pertenecían a mi familia con elementos de la actualidad”, cuenta. “Y mi mayor fuente de inspiración, además de los trajes de los museos locales, son las pinturas, litografías y material histórico”.
Club Uruguay, Día del Patrimonio 2021.
Para Museos en la Noche le da otro perfil a su dama antigua, juega con la creatividad y no tanto con la fidelidad histórica: “Generalmente elijo un tema, una ópera, un libro, y es el punto de partida. Para Patrimonio siempre hago algo relacionado con la historia, otras veces he hecho exposiciones. Y para Museos en la Noche me permito concentrarme en el arte. La propuesta de este año para el Día del Patrimonio es recrear la época del 1900”, adelanta. La dinámica excederá el vestuario; van a llevar baleros y trompos para mostrarle al público juegos de ese entonces. “El Día del Patrimonio te permite un acercamiento con gente muy joven, con niños, familias. Y es un momento en que podés llevarle algo diferente. La gente nos suele parar, nos pide fotografías. En Museos en la Noche es distinto el público. Hay niños, pero en menor medida. Y ahí los trajes cobran otra dimensión”.
Este fin de semana estarán a partir del mediodía en las inmediaciones del Cabildo de Montevideo. “Respecto al traje, de tonalidades suaves y confeccionado en seda, recrea el 1900 en estilo art nouveau. Tomo la inspiración de la obra de Thomas Mann Muerte en Venecia y en su adaptación cinematográfica [Luchino Viconti, 1971], donde se aprecia la melancolía de los tocados, con velos que cubren los rostros en la playa”; estas son algunas pistas para no perder a Mastrangelo de vista.
Preservar como hábito
Consultada acerca de cómo observa el mantenimiento de las colecciones textiles en Uruguay, la experta indicó: “En los dos años en que trabajé en el Museo Histórico Cabildo no hubo un día en que no se trabajara en la reserva técnica para mejorar y poner en valor las colecciones. No sólo los textiles que forman parte del acervo, sino también las donaciones entrantes. Incluso renovar constantemente las exposiciones temporales, respetando el tiempo de exhibición de los textiles”, aseguró.
Entre las tareas que asumió, recuerda la oportunidad en el Museo Histórico Nacional, y cuando reabrió la Quinta de Herrera, que se acondicionaron todas las piezas textiles. Además fue parte de la exposición De ellas dos, la biblioteca de Matilde Pacheco de Batlle y Amalia Batlle, restaurando los trajes de madre e hija. “Aunque soy consciente de las carencias que tienen los museos por falta de recursos y técnicos, siempre he trabajado en entornos en los que el compromiso con la institución y sus colecciones es una prioridad. Y esto es algo que cada vez cobra mayor repercusión. El interés por preservar, por capacitar a quienes trabajan con colecciones, archivos y piezas históricas de diversa índole”.
Museos en la noche, Mapi, 2021.
De todos modos, vale la aclaración, “acervo textil hay en muchísimas instituciones, en la propia Biblioteca Nacional, no sólo en museos. Y son también acervos muy variados, que no incluyen únicamente indumentaria, sino también accesorios, abanicos, medallas, divisas, banderas, pañuelos conmemorativos, piezas conmemorativas en general, en soportes como la seda, entre otros. Y es real que requiere un tratamiento particular, de grandes infraestructuras para conservarlo. Y es un problema que enfrentan las instituciones. Recientemente estuve a cargo de la restauración de las banderas del Club Atlético Peñarol. Hay un interés y una preocupación cada vez más grande por mejorar las condiciones de las colecciones, incluso en museos pequeños. Sin estas huellas perdemos una parte importante del relato histórico. Y conservar es mantener viva esa memoria que nos pertenece a todos”.
El peso de los trajes
Prácticamente criada entre telas, Mastrangelo pertenece a una familia que vino en 1901 de Italia y se instaló en el país con varias sastrerías. “Tenían alguna sucursal en Minas, Casa Mastrangelo, de la que conservo muchos objetos: perchas, cintas métricas, boletas, libros de contabilidad, objetos mágicos de un oficio que básicamente desapareció. En mi casa paterna estaba rodeada de estas cosas. Pero también de los textiles de mi abuela, de quien conservo vestigios de telas de 1910 hacia atrás”, recuerda.
Día del Patrimonio, embajada de Francia, 2022.
Pero la parte teatral se la insufla la colección de libros de historia de su padre, con sus retratos y sus imágenes de Luis XIV, “y todos esos empolvados”. Hasta que un día empezó a reproducir en papel las ilustraciones de los libros, y con el tiempo empezó a coser a mano. “Mi primera máquina la tuve siendo ya grande. Pero la realidad es que siempre sentí bastante fastidio ante la máquina y la costura”, confiesa. Para ella es una herramienta que le sirve para ejercer su trabajo como conservadora. Dice que en su caso se proyecta “en una especie de experimento cuasi antropológico y también histórico”, porque cuando confecciona un traje es luego de un estudio minucioso de la materia y las referencias bibliográficas.
“Luego, al portar el traje, sentís muchas limitaciones. Cada época está definida por distintas estructuras, que hay que estudiar bien para lograr una silueta. Y eso no se logra cosiendo, sino estudiando. Esas estructuras son las que te ponés encima para experimentar qué podía llegar a sentir una mujer de 1830. Nunca lo sabremos. Pero estudiando el deshuesado de los trajes en el Cabildo pude ver las formas. Y mientras restauraba, con mucha paciencia y un papel de seda, copié muchos moldes. A veces, para recuperar estructuras, debemos crear un soporte que aguante la pieza sin que se desmorone para las exposiciones. Así que todas esas referencias me sirvieron para conocer el interior y la intimidad`de muchos trajes”, apunta.
Museos en la Noche, Cabildo de Montevideo, 2022.
Es una aproximación sin certeza, una referencia. “Para la realización del video de los 100 años de historia de la moda en Uruguay hice la reproducción de un peinetón de 1830 de 68 cm. Un peinetón de acetato que calé a mano y pinté con pintura vitral. Llevar eso en la cabeza es absolutamente surrealista. Y algunas mujeres de esa época, montevideanas de familias acaudaladas, los llevaban a diario, incluso más grandes. Con ellos las mujeres de las clases altas del Río de la Plata comenzaron a tener mayor visibilidad en la ciudad. Pero, además de hacer propaganda política de los partidos de sus maridos, comenzaron a tener protagonismo en la vida cívica”.