El 31 de julio es el Día Internacional de Harry Potter porque es el cumpleaños del protagonista de la saga, que la autora, JK Rowling, hizo coincidir con el de ella misma. Los clubes de lectura del Centro Cultural de España (CCE) festejan el cumpleaños de Harry con la alegría extra de que es el último encuentro virtual, ya que retornan en agosto a la presencialidad.
“Vamos a hacer trivias, juegos. Vamos a leer en vivo alguna parte del primer libro y motivar la lectura de los más chicos. Vamos a hablar de las características de cada personaje, de ese momento en que Harry descubre realmente quién es, que pasa de ser un simple mortal a entender su legado. Vamos a inventar pociones, escudos nuevos”, cuenta Maite González Vallejo.
Iniciada en 1997 con la publicación de Harry Potter y la piedra filosofal, esta saga de novelas fantásticas que sigue las aventuras del aprendiz de mago y sus amigos Hermione Granger y Ron Weasley en el colegio Hogwarts de magia y hechicería consta de siete libros (al mencionado le sucedieron, a razón de aproximadamente uno por año, a veces cada dos, hasta 2007 en inglés y 2008 en su traducción al español, Harry Potter y la cámara secreta, Harry Potter y el prisionero de Azkaban, Harry Potter y el cáliz de fuego, Harry Potter y la Orden del Fénix, Harry Potter y el misterio del príncipe y Harry Potter y las reliquias de la muerte). En 2016 se sumó Harry Potter y el legado maldito, que consta de dos tomos y es el guion de una obra de teatro.
Además, otros seis libros que se enmarcan en el universo potteriano: Animales fantásticos y dónde encontrarlos, Quidditch a través de los tiempos, Los cuentos de Beedle el Bardo, Hogwarts: la guía incompleta y poco fiable, Short Stories from Hogwarts of Heroism, Hardship and Dangerous Hobbies, y Short Stories from Hogwarts of Power, Politics and Posky Poltergeist.
Los primeros lectores
Quienes hoy rondan los 30 años fueron creciendo con el niño mago. Son aquellos que, al terminar de leer un libro, debían esperar un año, a veces un poco más, para que apareciera el siguiente. Vivieron la secuencia en tiempo real. No es ninguna novedad que se trató de un fenómeno editorial singular, seguido por las ocho películas, protagonizadas por Daniel Radcliffe, Emma Watson y Rupert Grint, que se fueron estrenando entre 2001 y 2011 (aunque el último libro no forma parte de la serie fílmica, son ocho porque Harry Potter y las reliquias de la muerte tuvo dos partes).
No es sencillo elegir entre las aventuras que un puñado de potterianos comparten para que se acomoden en este espacio y desde allí inviten a los viejos lectores a volver y a los nuevos a inaugurarse en el ritual.
» El escritor Sebastián Pedrozo aclara que no es un legítimo potteriano por razones de edad, pero que la salida del primer libro y la fiebre que causó coincidieron con el comienzo de su carrera de maestro. Trabajaba en una sala de lectura y un chiquilín no soltaba un libro que leía como poseso. Sebastián quiso saber qué era eso que no lo dejaba levantarse de la silla, y al leerlo entendió que evidentemente en esa narración había algo muy poderoso.
» Anahí Barboza es profesora de Literatura en el liceo 10 y en el Colegio Santa María, donde los libros de Harry Potter fueron muy importantes en el espacio de lectura recreativa. “Los chiquilines estaban esperando que llegara el miércoles para leer”, recuerda. Entre las claves menciona: “Si bien los personajes a veces son personajes tipo, van evolucionando, van creciendo, van cambiando. Eso los hace muy humanos, al tiempo que están metidos en un mundo lleno de magia, que no es innata sino que se va aprendiendo. Es interesante el lugar donde se desarrolla la acción, un colegio de adolescentes, eso hace que la empatía sea inmediata. También es fácil empatizar con la historia; de la misma forma que hay una historia central, que es la gran lucha del bien contra el mal, que es humanísima, al mismo tiempo hay pequeñas historias que tienen que ver con el mundo cotidiano, la amistad, los noviazgos, los problemas con la familia, los problemas del crecimiento”. “Pero todo eso es interesante porque la narrativa de Rowling es maravillosa, no te deja respiro: empezás a leer y no hay forma de que puedas parar, porque es una narrativa espiralada que te va enganchando”, acota.
» Sol Ferreira tiene poco más de 30 años y es correctora (aquí, en la diaria). Dice que no sabe exactamente qué hace a los libros de Harry Potter tan adictivos, pero “hay algo que Rowling logró que es imposible de reproducir: se dio la combinación perfecta”. Aclara que aunque no fue su puerta de entrada a la lectura, porque a los 12 años ya era una lectora voraz, la saga la llevó a leer inglés: “Los primeros cuatro los leí casi al hilo: los primeros dos alquilados de la escuela y a los pocos meses mi madre compró los otros dos porque ella también estaba desesperaba por saber qué pasaba. No era común porque eran libros caros. La primera espera que tuve fue para el quinto; me acuerdo que la noche anterior soñé que lo tenía en las manos y lo abría y estaba en blanco. Salió en inglés y para la traducción iba a pasar un año entero, entonces con mis hermanas buscamos en internet; primero encontramos varios falsos, hasta que conseguimos el posta, y yo con mi inglés precario la peleé para tratar de entender y me enganché con la lectura en ese idioma”.
Cuenta que llegó a traducir algunos capítulos, porque en aquella incipiente internet, carísima y a través de la línea telefónica, se había generado todo un universo de foros en los que los fanáticos de Harry Potter intercambiaban material, elaboraban teorías, discutían cuestiones de la trama como si Hermione debía quedarse con Harry o con Ron, y se hacían amigos de distintas partes del mundo. ¿Por qué era atrapante la historia? “Por muchas razones. Por un lado, era épico y mágico pero no tenía la solemnidad de El Señor de los Anillos. Harry y los amigos eran niños con los que podías identificarte (yo tenía dos años más que Harry). Los personajes eran arquetípicos pero estaban muy bien construidos, tenían detalles entrañables y eran creíbles, tenían mucho espesor. La construcción del mundo mágico es impresionante, muy detallada, bastante armónica, coherente por dentro, y a la vez dejaba mucho misterio, que permitía que la gente se colgara tanto elaborando teorías sobre lo que iba a pasar como escribiendo sus propias historias: debe de haber millones de fanfics, literalmente, que a veces tenían una calidad impresionante”.
» Cofundadora y una de las coordinadoras de los clubes de lectura del CCE, Joanna Peluffo se confiesa fanática de Harry Potter y sostiene que la saga la hizo enamorarse de los libros. “Tuve púrpura fulminante a los diez y mis compañeros durante todo el proceso de recuperación fueron Harry, Ron y Hermione. Introducirme en el mundo de fantasía del famoso niño mago me invitó a ser valiente, creativa, curiosa e inquieta, me invitó a habitar en mundos donde lo imposible es posible, y tiempo después me permitió conocer a otras personas igual de apasionadas por la saga con las que pude intercambiar opiniones y enriquecer mi experiencia lectora. Eventos literarios, mesas de debate, análisis literarios en clubes de lectura. Harry no para de darme alegrías. Es una historia que marcó mi infancia y juventud en tiempos de luces y sombras”. Entre las virtudes de la saga destaca: “Rowling te plantea un mundo con sus propias reglas de juego, coherentes, que brindan la posibilidad de que puede existir un mundo paralelo a través del callejón Diagon. No hay distancia con el lector, plantea situaciones que te pueden pasar todo el tiempo. Crecés con Harry, Ron y Hermione. Hay humor, miedo, hay contribuciones metafóricas para hablar de la democracia, la lucha por los ideales, la defensa de los menos privilegiados. El sentido del colectivo: Harry no hace nada solo. Ron, Hermione, la Orden del Fénix, el Ejército de Dumbledore: en comunidad las cosas funcionan”.
Las nuevas generaciones
A lo largo de los años los libros de JK Rowling han seguido encantando lectores. Juan Diego Aisenberg tiene 13 años, integra el club de lectura de adolescentes del CCE y es colaborador de Gigantes. “Pienso que debemos celebrar el cumpleaños de Harry Potter ya que es un personaje que ha marcado a muchos niños y niñas en la infancia, que los ha divertido y que les ha permitido ampliar su imaginación”. Dice que es una de sus sagas preferidas y que ocupa un lugar muy importante en su vida lectora. La califica como “una saga clásica” y dice que “cuando te enganchás con el libro no podés parar de leerlo, y para mí eso es lo que hace a una saga realmente buena”. Su personaje preferido es Ron, “ya que es sumamente fiel y astuto y a la vez es muy chistoso y divertido”, y el capítulo que más le gustó es “A través de la trampilla”, del primer libro: “Harry, Ron y Hermione deben atravesar varias pruebas muy difíciles para llegar a la Piedra Filosofal antes que Lord Voldemort. Es un capítulo con mucha acción y emoción”, explica.
Su compañera Sofía Lalanne, de 12 años, cuenta: “Con Harry Potter aprendí cosas y crecí, y creo que mucha gente puede decir lo mismo. Me conecté con esos libros y me introdujo a la lectura de otra forma. Lo veo como algo en donde me siento cómoda. La historia se va desarrollando de a poco, e ir descubriendo cosas nuevas es lo que lo hace tan interesante. Tampoco tiene demasiada acción, que está buena pero en exceso se hace aburrida. Por eso creo que es un muy buen libro: va al ritmo indicado”. Y agrega: “Me gusta mucho la forma en que está hecho el mundo mágico, que tiene partes complejas y difíciles de entender pero muy reales. También los personajes. Mi favorita es Luna Lovegood, creo que es muy original e importante”.