Dos personas muy diferentes pueden combinar sus virtudes y defectos hasta lograr una complementariedad simbiótica. Cuando dos especies salen igualmente beneficiadas del encuentro, la ciencia asigna al fenómeno el concepto de mutualismo.
En el caso de las uruguayas Leticia Jorge y Ana Guevara, el éxito de su trabajo en conjunto puede comprobarse en sus anteriores películas, Tanta agua (2013) y Alelí (2019), o durante una mañana en el barrio Cordón, en una charla con la diaria a propósito de su tercer largometraje, Agarrame fuerte, de reciente estreno.
“Conmovida por la pérdida de Elena, Adela viaja en el tiempo a un otoño diez años atrás, donde su amiga la espera para leer novelas de detectives y prender la estufa a leña”, comienza la sinopsis de esta producción local de Mutante Cine, dirigida y guionada por ambas cineastas, y protagonizada por las actrices Chiara Hourcade (Adela), Victoria Jorge (Elena) y Eva Dans (Lucy).
Luego de una nota en la televisión, sentadas a la mesa de un bar, las realizadoras responden cosas parecidas sobre su vínculo con el cine: “Lo entiendo como una manera de entender cosas y personas”, dice Ana. “Siento que me ayuda a pensar, es como una extensión de la empatía, te ayuda a ponerte en el lugar de los demás”, agrega Leticia.
Ana cuenta aliviada: “Por suerte, fue rápido; no me gusta la tele, el medio televisivo”. “Ana, a vos lo que no te gusta es verte”, dice Leticia. “Creo que es por el tipo de luz que usan, me parece que todo se ve raro en la tele”, argumenta Ana, y apunta: “En cambio, Leti no tiene problemas con ir a la tele”. Leticia cambia de frente: “¿Y si arrancamos con la entrevista?”.
Con Agarrame fuerte participaron en el festival Tribeca de Nueva York y ganaron el premio Nora Ephron, con el que se reconoce a películas que rescatan el espíritu del tipo de cine de la realizadora estadounidense. ¿Qué significa ese premio para ustedes?
Leticia Jorge: Lo tomamos como un honor y lo vivimos como un halago, porque ella nos encanta y nos parece una crack. No sé si necesariamente Agarrame fuerte tiene ecos de sus películas. Nora Ephron [1941-2012] era una mujer que hacía lo que quería, tenía mucho sentido del humor y un montón de temple; en ese sentido es un re halago.
Ana Guevara: Y además tenía el mérito de llevar adelante su cine en una época que no era esta.
Han dicho que esta película se hizo de forma un poco caprichosa, y además la concretaron muy rápido, en comparación con sus trabajos anteriores.
Leticia Jorge: Es cierto, aunque no fue caprichosa la decisión de hacer la película.
Ana Guevara: Siempre es un poco caprichosa la decisión de hacer una película, como lo es cualquier expresión artística. Cuando lo dijimos, nos referíamos más a la forma que encontramos para contar esta historia, que es una forma caprichosa. Y sí, la hicimos de manera muy rápida.
Leticia Jorge: Tiene gestos que están ahí porque teníamos ganas. Es una película que está hecha muy en relación con ciertos impulsos y deseos que terminaron en recursos plásticos o narrativos que no son clásicos. Por eso es caprichosa. Avanzamos con esas decisiones, convencidas de que estaba bien que fuera así.
La presencia del achará es un buen ejemplo. A [la productora] Agustina Chiarino no le gustaba mucho la idea. Con Ana insistimos, filmamos el achará, lo editamos para arriba, para abajo, y terminó en la película. Nosotras nunca dudamos, tenía que estar. Es un pajarito que recita a Fernando Pessoa. La película es tan caprichosa como eso.
¿De dónde surgió esa idea?
Ana Guevara: Leti, vos lo tenías re presente ese texto [“A veces, en días de luz perfecta y exacta, las cosas tienen toda la realidad que pueden tener”. Poema “XXVI” incluido en el libro El cuidador de rebaños].
Leticia Jorge: Todo arranca con la idea de que estas tres amigas conviven en un lugar donde pueden pasar cosas, como que un pajarito se ponga a hablar, pero que a la vez eso pase desapercibido como algo medio natural de ese lugar. En un momento también pensamos en tres pajaritos que cantaban un tema de David Bowie.
Ana Guevara: Es como un personaje que se involucra tangencialmente en la historia y que te dice algo sobre ese mundo en el que ellas están.
Leticia Jorge: Además, ese poema de Pessoa me gusta mucho. Siento que habla de lo que está pasando en la película. Lo que dice el poema es que si la luz ilumina de cierta manera, de repente estamos todos, aunque nos parezca que no.
¿En qué se apoyaron para construir el espacio de intimidad de esas amigas en la casa de veraneo?
Leticia Jorge: Creo que los climas en las películas se apoyan, sobre todo, en el guion. La semilla está en lo que sucede en cada escena. Sobre eso construís y trabajás el vínculo entre los personajes, sobre la base de la historia de la película. También es cierto que Chiara, Victoria y Eva generaron una relación de amistad que nació a partir de este proyecto. Mientras estaban filmando compartían una cabaña y construyeron una cosa que era de ellas y que no tenía que ver con nosotras; tal vez eso también se siente en la película.
Ana Guevara: El guion está inspirado en cosas nuestras, como irnos para fuera o ponernos a leer. Es decir, cosas de nuestro entorno que surgen mirando hacia atrás. Por ejemplo, ¿qué hacíamos cuando éramos más chicas?, ¿qué nos resultaba divertido?
Leticia Jorge: La esencia de los momentos, y no tanto lo anecdótico.
Ana Guevara: Claro, es como, ¿qué es estar juntas para estas dos nenas? Comer, esperar a la otra, andar en bici, pero podría haber sido que estuvieran charlando sentadas en un murito. Es como pensar en los momentos en los que se construye esa amistad.
Eso está apoyado en el trabajo con las tres actrices, que entendieron muy bien la idea que teníamos y con las que ensayamos mucho los diálogos. Cuando terminaba un ensayo, nosotras nos quedábamos actuando los diálogos y reescribiendo. Lo que se dice en una película vos te lo creés porque se dice de cierta manera.
Leticia Jorge: Hay muchas cosas que se alimentan de ellas. Chiara, por ejemplo, nos estaba hablando de otra cosa y usó la palabra tensionista. Justo la escena iba de un novio pesado, pero eso lo inventó ella y lo incorporamos.
También han dicho que la película se podría definir como nostálgica. ¿Ustedes se consideran nostálgicas?
Leticia Jorge: No especialmente.
Ana Guevara: Yo, a veces, un poco, sí.
Leticia Jorge: Bueno, por eso no somos la misma persona.
Ana Guevara: No somos. Esta película apela a la nostalgia. Para empezar, el personaje viaja hacia un momento que no existe más y lo idealiza.
Leticia Jorge: Como una expresión romántica del extrañamiento.
Ana Guevara: El otro día pensaba que las películas que me gusta ver son las que me conectan con sensaciones gratas que viví en algún momento de mi vida. Por ejemplo, las de Nora Ephron: pienso en el momento de mi vida en que las vi por primera vez y me siento bien.
Ustedes no eran compañeras de clase, pero iban al cine juntas.
Leticia Jorge: Cuando teníamos 20 años íbamos mucho a Cinemateca. Fue un momento en el que descubrimos todo, menos las cosas que ya habíamos visto en la tele, como Volver al futuro. Es la época en la que vimos los ciclos de Hal Hartley, Werner Herzog, Wim Wenders y Jim Jarmusch. Y, a la vez, eran los 2000 y se estrenaban las de Lucrecia Martel.
Ana Guevara: Yo recuerdo haber visto contigo Strangers than Paradise [Jarmusch, 1984].
Leticia Jorge: Esa creo que la vimos en DVD, porque también nos juntábamos de tarde a ver películas en ese formato.
Ana Guevara: Cuando se estrenó La ciénaga [Martel, 2001] fue muy impresionante.
Leticia Jorge: Y después La niña santa [Martel, 2004], que creo que hasta el día de hoy es la que nos gusta más de Martel. Son películas que vimos muchas veces, como El calamar y la ballena [Noah Baumbach, 2005]. Una vez, Krzysztof Zanussi vino a filmar acá. Habíamos visto una película suya que nos gustaba mucho, entonces le escribimos un correo para que nos trajera una copia en video, porque sentíamos que la necesitábamos ver de vuelta para un corto que estábamos por hacer [El cuarto del fondo, 2007]. Y la trajo, la fuimos a buscar al hotel donde estaba alojado.
Ana Guevara: Dónde estará ese VHS...
Leticia Jorge: Había una necesidad de volver a ver cosas que nos gustaban para entender por qué nos gustaban y cómo estaban hechas. A mí eso me sigue pasando. Para Agarrame fuerte vimos un montón de películas.
Ana Guevara: Algunas que ya habíamos visto y otras nuevas que nos sirvieron para incorporar cosas. Una que vimos muchas veces fue Disparen sobre el pianista [François Truffaut, 1960].
Leticia Jorge: En esta peli usamos recursos que normalmente no hubiéramos usado porque nos parecían terrajas, como la voz en off o los fundidos encadenados, hasta que nos dimos cuenta de que lo terraja era pensar eso y de que había películas divinas que los usaban con total libertad, y muchas eran de Truffaut.
Ana Guevara: Disparen sobre el pianista tiene una voz en off que le habla al personaje igual que como hicimos nosotras.
El fallecimiento de una amiga en común las inspiró a escribir la historia de Agarrame fuerte. ¿En qué momento aparece el género de la película?
Leticia Jorge: La película es una tragedia y no puede ser de otra manera porque habla de un hecho trágico. Hay algo de un destino contra el que no se puede luchar. De todas formas, tiene sentido del humor.
Ana Guevara: En ningún momento es una comedia. Nosotras queríamos presentarla como una tragedia, pero no nos dejaron, porque supuestamente no existe como género. Quedó etiquetada como un drama, pero la trabajamos como una tragedia. La película después viaja hacia otra parte de ese hecho trágico porque el personaje intenta evitarlo y se va hacia otro lugar.
Ana, la segunda parte de la película está filmada en la casa de una de tus abuelas.
Ana Guevara: Es la casa familiar donde pasamos los veranos desde que yo era chica.
¿Por qué esa elección?
Ana Guevara: Porque era muy accesible. Tal vez sea una elección rara, pero siempre lo hicimos así con Leti. Nuestro primer corto lo hicimos en la casa de su abuela. Cuando uno filma con poca plata tiene que pedirle ayuda a todo el mundo, pero además nos resulta muy sencillo filmar en un lugar así porque lo conocemos de memoria.
Leticia Jorge: También tiene que ver con que poner algo de uno, digamos, es algo que está medio inscripto en la esencia del proyecto.
Ana Guevara: No lo decimos sólo nosotras, ojo. Martin Scorsese ha puesto a su madre en sus películas.
Además de la practicidad, si se repara en todas las cosas que han hecho, parece bastante claro que hay algo más en esas elecciones, que conecta sus películas con sus vidas y sus familias.
Leticia Jorge: Es que todo tiene que ver. Esas elecciones tienen un valor emocional, aunque eso también lo podés recrear.
Ana Guevara: Definitivamente tiene que ver con lo emocional, pero, en todo caso, es algo que tiene valor para nosotras, no necesariamente para el espectador, y no siempre funciona bien; en el caso de esta película, nos parece que sí.
Leticia Jorge: El cuarto del fondo lo filmamos en la casa de mi abuela Josefa. El corto ahora tiene el plus de que quedó un documental de ese lugar.
Ana Guevara: Y tu abuela en ese momento se tuvo que ir a vivir a la casa de tus padres. No fue tan fácil.
Leticia Jorge: Para ella no fue fácil. Lo padeció. Y la casa de la abuela Silvia [la de_ Agarrame fuerte_] también es una hermosa locación. A nivel de arte y fotografía, la casa enriquecía el relato.
Ana Guevara: Lo único que tuvimos que agregar fue una televisión de época. No había que construir un set, era un set que ya existía.
Supongo que es un comentario que reciben con frecuencia, pero es la tercera película en la que el agua aparece como un elemento importante. Los juegos con agua, en particular.
Leticia Jorge: En Alelí, no.
Creo que sí.
Ana Guevara: Hay una guerra de agua. Mojan a Pelusa Vera.
Leticia Jorge: Es cierto, me había olvidado.
Ana Guevara: Las mangueras, las piscinas son cosas de irse para afuera. Creo que tiene que ver con los lugares a los que mandamos a nuestros personajes, pero no hay un apriorismo.
Hablamos mucho de un momento pasado que no habría forma de recuperar o superar. ¿Es tan así?
Leticia Jorge: Puede ser. Es un momento de la vida que pasó. Lo vivimos y fue hermoso, y pasó. Y ahora estamos en otro momento. Hay una bisagra en la vida de cualquier persona: cuando tenés hijos. Para todo: el trabajo, la forma en que te organizás en la vida. De hecho, en la película las tres protagonistas tienen hijos. Hay un algo de que Adela vuelve a un momento previo en el que su único plan era estar con las amigas y lo podía concretar.
Ana Guevara: Como un momento de indolencia, de esa cosa más egoísta que podés experimentar porque no tenés a nadie a tu cargo. La película se pone nostálgica con una época que era distinta, no necesariamente mejor, pero en la que no existe mucho más que esos instantes que quedan retratados.
Leticia Jorge: La nostalgia tiene que ver con que los tiempos pasados fueron mejores. Yo no sé si Adela lo siente de esa manera, en todo caso lo siente al calor de lo que le está pasando. Es como una emoción exacerbada en un momento de cierto melodrama.
Es como la mejor versión de la nostalgia, poder sentir que de verdad volviste a donde querías.
Ana Guevara: Y, como es una película, lo podemos hacer.
Agarrame fuerte. 71 minutos. En salas.