Cultura Ingresá
Cultura

Festival de jazz Montreux. Foto: Thea Moser

Una conversación con Jorge Drexler en el Festival de Jazz de Montreux

6 minutos de lectura
Contenido exclusivo con tu suscripción de pago

El uruguayo se presentó en el mítico escenario suizo.

Contenido no disponible con tu suscripción actual
Exclusivo para suscripción digital de pago
Actualizá tu suscripción para tener acceso ilimitado a todos los contenidos del sitio
Para acceder a todos los contenidos de manera ilimitada
Exclusivo para suscripción digital de pago
Para acceder a todos los contenidos del sitio
Si ya tenés una cuenta
Te queda 1 artículo gratuito
Este es tu último artículo gratuito
Nuestro periodismo depende de vos
Nuestro periodismo depende de vos
Si ya tenés una cuenta
Registrate para acceder a 6 artículos gratis por mes
Llegaste al límite de artículos gratuitos
Nuestro periodismo depende de vos
Para seguir leyendo ingresá o suscribite
Si ya tenés una cuenta
o registrate para acceder a 6 artículos gratis por mes

Editar

Montreux, la ciudad suiza enclavada entre los picos de los Alpes y la costa del lago Lemán, es un lugar emblemático para la música contemporánea, no sólo porque allí estaban los Mountain Studios, que fueron propiedad de Queen, o por el incendio que destruyó los equipos de Frank Zappa –la historia fue inmortalizada en la letra de “Smoke on the Water”–, sino, sobre todo, porque allí se realiza el Festival de Jazz de Montreux. Si bien comenzó como un evento dedicado al género, se fue ampliando hasta convertirse en una celebración de diversos estilos. A lo largo de sus casi seis décadas –este año cumplió 59 ediciones– pasaron por sus escenarios artistas como Nina Simone, Miles Davis, Marvin Gaye, Aretha Franklin, Herbie Hancock, David Bowie, Bob Dylan, los Rolling Stones y Daft Punk, entre una lista extensísima que, por supuesto, incluye a Deep Purple, los autores de “Smoke on the Water”.

Hoy al festival concurre una media de 250.000 personas por edición. Dura dos semanas y cuenta con dos escenarios principales con entradas pagas, a los que se suman siete escenarios callejeros más pequeños, un cine y una mediateca, todos de acceso gratuito. Una de sus características principales es el fino trabajo de selección de los artistas, que busca una alta calidad y diversidad en las propuestas, en una mezcla de consagrados con talentos emergentes y música proveniente de los cinco continentes. En la edición de este año tocaron figuras del mundo anglohablante como Neil Young, Diana Ross, Pulp, Alanis Morissette y también artistas de esta región como Seu Jorge, Nathy Pelusso y Natalia Lafourcade.

Jorge Drexler ya se había presentado en Montreux en 1989, cuando, de mochilero, tocó con su guitarra y un amplificador en las calles y en la estación de tren de la ciudad. Este año volvió a presentarse, pero ahora como el primer uruguayo en dar un concierto en uno de los escenarios principales del festival.

Besar la escena

Tras dos extensas giras, hace casi tres meses que Drexler no se presenta ante el público. De hecho, el show será una excepción, porque está en el proceso de comenzar a grabar su nuevo disco. “Este concierto no tendría que haber sucedido, es una anomalía; lo hicimos simplemente porque es Montreux y es una noche especial”, dice.

Le toca dar su espectáculo en el escenario del Casino de Montreux, es decir, el mismo lugar donde, durante el concierto de Frank Zappa & The Mothers of Invention, se produjo el incendio por el disparo de una bengala el 4 de diciembre de 1971.

Las puertas abren una hora antes y la sala se llena con rapidez. “Las canciones que más me mueven son las que tocan el tema de la migración”, dice María, uruguaya residente en Ginebra, desde la primera fila.

Festival de jazz Montreux. Foto: Thea Moser

Antes de Voz y guitarra, su primera gira europea, Drexler pensaba que iba a estar muy lejos de su centro, pero en el tercer concierto se dio cuenta de que estaba equivocado: “Me pasó exactamente lo contrario, porque el público estaba viviendo una experiencia tan parecida a la mía de hibridación identitaria, o sea, gente que se sentía de acá, pero también se sentía de allá. El público latinoamericano inmigrante en Europa se involucra de una manera muy fuerte en los conciertos, porque va a un concierto con un afán identitario, como para decir ‘esto es mío’, ‘es mi cultura y vengo a verla y a veces traigo a mi pareja que es de aquí y a mis hijos, que son una mezcla’. Entonces sentí que estaba tocando más en casa que nunca, porque ni el público madrileño ha compartido mi experiencia de ir y venir a Uruguay, ni el público uruguayo ha compartido completamente mi experiencia de vivir fuera y de tener una familia mixta con gente nacida en los dos lados y que cruza nacionalidades”.

La puntualidad suiza se respeta. David García, conocido como Libi y tour mánager de Drexler, se acerca al camerino cada cinco minutos para actualizar cuánto falta para el inicio del show, hasta que finalmente lo viene a buscar. Jorge camina por los pasillos del backstage mientras por la radio se resuelven las coordinaciones de último minuto: que bajen la música de ambiente, que se preparen para el apagón. Justo antes de colgarse la guitarra, el artista pide un último trago de su copa de vino. Ahora sí, se apagan las luces, todas las miradas se fijan en el escenario y sale a encontrarse con su público.

Hasta unos minutos antes, Jorge estaba bastante nervioso; la gimnasia de la gira ha quedado atrás. Pero lo que más le inquietaba eran todos los grandes nombres que han pasado por ese mismo escenario, donde se grabaron discos en vivo como los de João Gilberto, Elis Regina o Gilberto Gil. Son álbumes que lo acompañaron a lo largo del tiempo: “Es una locura todos los discos y la música que he escuchado que se hizo exactamente en este lugar”.

Solo con su guitarra acústica, comienza a tocar “Eco”, y enseguida continúa con “La trama y el desenlace”, ante un público expectante que lo escucha atentamente con un silencio que llama la atención del artista. Luego de romper el hielo, saluda al público en francés. Se disculpa porque lo aprendió hace mucho tiempo y cuando saluda en español, el silencio se rompe y el público estalla. Entonces vuelve a dirigirse en francés al público local, diciéndoles que son muy valientes, pero que están en una maravillosa comunidad hispanohablante que les dará la bienvenida. “Normalmente somos los invitados, pero esta noche somos los anfitriones”, dijo en referencia a la comunidad latina.

El concierto continúa en una puesta intimista, y Drexler se acompaña de sus distintas guitarras o incluso sin ellas, como cuando canta a capela “Al otro lado del río”. También usa su sámpler en varias oportunidades y lo hace para traer virtualmente a escena a C Tangana para interpretar “Nominao”, la canción que compusieron juntos la noche de los Grammy durante la pandemia, cuando Jorge lo invitó a acompañarlo en su estudio desde donde participó en la ceremonia vía Zoom.

“Tinta y tiempo” se la dedica a Yerai Cortés, el destacado guitarrista español integrante de la nueva generación que reinventa el flamenco combinando tradición con estilos contemporáneos. Yerai, presente en el público, había tocado la noche anterior. Con el correr de las canciones, el público entra en confianza y corea temas del repertorio, en especial la versión milonguera de “Yo perreo sola” de Bad Bunny.

Foto: Ismael García

“Me gusta muchísimo lo que está pasando con la música en Puerto Rico. Me gusta mucho Young Miko, PJ Sin Suela y, claro, Bad Bunny. Puerto Rico, con su crisis identitaria, medio país, medio colonia, vive una situación muy difícil, pero eso genera algo con la identidad que, paradójicamente, construye muy buenos artistas. Preguntarte cosas sobre ti mismo es un muy buen concepto”, dirá después. En agosto Drexler concurrirá a una residencia musical con Bad Bunny.

Tiene bien identificado un punto de inflexión en su carrera que lo acercó a la transformación como guía: el nacimiento de su primer hijo, en 1997. “Ese golpe de responsabilidad tan brutal me volvió consciente de que había cambios en la vida, de que esos cambios eran fuertes, que esos cambios podían ser irreversibles muchas veces, y esa sensación de cambio también te hace ver que la vida no es infinita ni es estable. Entonces, en ese momento, paradójicamente, intenté sentirme más joven, más conectado con el momento”. Venía de hacer los álbumes Vaivén y Llueve, con un productor “supercool” (sus palabras), pero le parece que los discos fueron muy acústicos, elegantes y yendo para el lado del “middle-aged jazz pop”. “De repente dije: no quiero irme de mi generación, no quiero irme de este mundo, no quiero perderme lo que está pasando en la música. No quiero encerrarme”, confiesa.

El disco más uruguayo

En el cierre del recital Drexler tocó “Todo se transforma”, mientras era acompañado por la audiencia. Se despidió agradecido, arrodillado mientras recibía el cariño de la gente. Justo antes de retirarse, besó el suelo del escenario tan icónico donde acababa de tocar. Pero su despedida fue temporal.

La noche en el Casino se dividió en dos partes: en la primera, Drexler hizo su presentación, y la segunda estuvo a cargo de Natalia Lafourcade, la artista mexicana con quien, además de una admiración mutua, comparte una profunda amistad. En medio del concierto de Lafourcade, Drexler volvió a aparecer para interpretar dos canciones a dúo: “Para qué sufrir”, de ella, y “Salvavidas de hielo”, de él, recreando la grabación que da nombre al disco.

En complicidad total, recordaron momentos en común y hasta se animaron a tocar juntos la misma guitarra. Fue el último concierto del año para él y la despedida de los escenarios por un buen tiempo. Volverá al estudio a trabajar en su próximo álbum, que espera lanzar a comienzos del próximo año. Será un disco que Drexler define como el más uruguayo desde Frontera, e incluso grabará parte en Uruguay, con la participación de muchos músicos nacionales, como Facundo Balta y Tadu Vázquez, a quienes considera grandes promesas: “Me parecen dos apariciones inusuales en la música uruguaya que van a dar mucho que hablar en las siguientes décadas”.

¿Tenés algún aporte para hacer?

Valoramos cualquier aporte aclaratorio que quieras realizar sobre el artículo que acabás de leer, podés hacerlo completando este formulario.

¿Te interesa la cultura?
None
Suscribite
¿Te interesa la cultura?
Recibí la newsletter de Cultura en tu email todos los viernes
Recibir
Este artículo está guardado para leer después en tu lista de lectura
¿Terminaste de leerlo?
Guardaste este artículo como favorito en tu lista de lectura